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“Mi hija quiere ser actriz y va a triunfar en Hollywood”

Publicado por
Redacción Gente

Podríamos definirla como una mezcla de Paris Hilton y Charlotte Casiraghi, la hija de Carolina de Mónaco. Aspirante a princesa, acaba de irrumpir en el fabuloso mundo de la moda, donde la high society posa fijamente sus ojos. La noticia, escueta, informa que con apenas 17 años, Charlotte Chantal Caniggia, hija del célebre Claudio Paul (43) y Mariana Nannis (44), debutó como modelo. Pero cuidado, porque fue nada menos que en una pasarela francesa, en el Cuartel General de París, en Rue de la Fontaine au Roi, próximo a la Avenida de la République, en el ámbito del BAAM –Buenos Aires Alta Moda– Argentina Fashion Week 2010, organizado por la cancillería argentina, la Fundación Exportar, la embajada de Francia y el diseñador Héctor Vidal Rivas. Allí, esta Lolita de pelo rubio batido hasta la cintura se convirtió en una verdadera poupée, que impactó con su belleza y sus curvas.

Charlotte es una mini Mariana trilingüe –habla italiano, inglés y francés–, que también tiene gustos caros, se viste con los tops del mundo, es amante de los viajes, de los shoppings y del pool dance, pero no puede hablar con la prensa porque es menor de edad y para hacerlo necesita –según sus productores– autorización escrita de papá y mamá. Dueña de una fuerte personalidad, dicen que apenas si se puso nerviosa cuando se dijeron que cerraría el desfile vestida de novia como figura principal, luciendo un modelo exclusivo de Claudio Cosano, el diseñador argentino preferido de su madre.

La modelo Soledad Villarreal, también presente entre las bellezas nacionales junto a Ingrid Grudke, le enseñó algunos secretos para enfrentar al exigente público presente, entre el que se encontraba su madre, Alexander, su hermano gemelo, periodistas franceses, funcionarios de la embajada argentina en París, Anamá Ferreira y la exquisita Patricia della Giovampaola, siempre espléndida, con vestido de Prada rosa y cartera de cocodrilo al tono marca Hermès. Y Charlotte se desempeñó perfectamente, sonriendo y conquistando a los presentes.

Madre e hija llegaron a la Ciudad Luz el jueves 16 de septiembre, provenientes de Marbella, donde reside toda la familia. Se alojaron en el Hotel Ritz, y por la noche fueron al Moulin Rouge en limousine, siempre by Cosano: Mariana con un magnífico vestido blanco y dorado, y Charlotte con otro totalmente en dorado. Al llegar al legendario cabaret filmaron un capítulo de Mujeres ricas, el reality show que Nannis graba junto a otras mujeres poderosas del mundo. Ya no tan rubia como en el pasado, vestida de marca de la cabeza a los pies, tiene el deseo de que su hija triunfe en Hollywood, y aceptó contarle sus sueños a GENTE: “Vivo en Europa desde hace más de 20 años. Estoy haciendo un reality y vine nada más que para el desfile de Claudio Cosano, porque me encanta lo que hace, y porque debutó mi hija como modelo. Ella está en el reality también. Aceptó desfilar, le gustó, se divirtió. Pero lo que va a hacer es otra cosa. Va a estudiar expresión oral, y después, a Hollywood. Quiere ser actriz y triunfar allá. Va a estudiar inglés en los Estados Unidos”.

–¿Vas a volver alguna vez a la Argentina?
–Son doce años que no piso el país.

–Hace poco llegaron a Europa declaraciones de Carolina Baldini, mujer del Cholo Simeone. Dijo que si ella hubiese querido podría haber sido una Mariana Nannis o una Claudia Maradona. ¿Qué opinas sobre eso?
–¿Ella es la que le dicen La Chola, no? No sé, no pierdo el tiempo prestando atención a cualquiera. Mucho menos a una que se hace la Victoria Beckham, y que por empezar le falta el marido, entre otras cosas. A ésta ya se le pasó el arroz (risas). ¿Vos me viste dos décadas pegada a mi marido para hacerme conocida? El ahora no está acá y las cámaras me siguen igual. Yo era tapa de revistas cuando tenía 15, mucho antes de conocer a Claudio. No lo necesité para eso. En España, donde vivo, no era conocida y me buscaron igual para el programa. Si necesitás de tu esposo para hacerte rica y famosa sos una pobrecita, y me das pena. Pasemos a otra cosa, que esto me aburre.

–A Wanda Nara, esposa de Maxi López, también la ninguneaste. Dijiste que una mujer no podía posar con una Ferrari en jogging y zapatillas.
–No la registro, pero la Ferrari es como grasa.

–¿Es tu secretario el que lleva una cartera Hermès tuya, de color naranja?
–Es mi maquillador. Donde estoy yo, está Oscar, todo el tiempo.

–Volviendo a las carteras, ¿cuántas Hermès tenés?
–Varias. Mi abuela usaba cartera Hermès modelo Kelly, de cocodrilo. Y yo las luzco ahora. También tenía de color coñac y clásicos.

–¿Vos te comparás con la mujer de Beckham ?
–Mariana Nannis hay una sola. No me puedo comparar con ninguna.

–¿Te considerás la mujer de futbolista más glamorosa?
–No sé si soy glamorosa. Amo al lujo, mato por el lujo, me encanta vivir en el lujo. Eso no es ningún pecado. Los que critican lo hacen por envidia. Por ejemplo, hay gente a quien le encanta una cortina de hilo blanco. A mí me gusta el damasco, el terciopelo. Eso lo traigo desde que soy niña: nací con eso, no me lo enseñaron. Mi padre compraba antigüedades, y mi casa estaba decorada con pinturas holandesas. No soy una nueva rica que no sabe nada.

–¿Sos old money?
–No, old money sería de cuatro generaciones. Yo soy de tres generaciones: mi abuela, mi madre y yo.

–¿Como es un día tuyo? ¿Qué hacés a la mañana cuando te despertás?
–Cuando me despierto en Marbella les doy de comer a mis gatos. Tengo 20, y 7 perros.

–¿Vas al gimnasio?
–No, odio la gimnasia. Cuando veo a mi marido salir a correr, digo “¡qué ridículo!”. Como dulces. Me encantan los cakes, las tartas, los flanes...

–¿Cocinás?
–Odio cocinar, detesto el olor a comida. Me parece ordinario, me revuelve el estómago... Una mujer no tiene por qué cocinar.

–¿Y quién hace la comida en tu casa?
–El cocinero. Yo no, salvo que alguien quiera morir envenenado (se ríe a carcajadas). Pero me gusta comer todo el día, picar cosas. A la mañana tomo una Coca light. Más tarde un pedazo de torta, o un croissant. Siempre algo dulce.

–¿Y qué hacés en Marbella? ¿Vas a la playa?
–No, a la playa me gusta ir en Cannes. No voy a la playa de Marbella porque no tienen el confort que a mí me gusta, son más salvajes. Yo quiero lujo, salir del hotel vestida de Versace o de Chanel. Ahí tengo una cabina donde me desvisto y me pongo el bañador y un pareo. Es fantástico. Me acuesto en una reposera, me traen una toalla fría, sandía, agua Evian, champagne, todo lo que quiero...

–¿Cuánto tiempo le dedicás a la belleza?
–Nada. Me pongo una crema de limpieza, un tónico, después un suero de Sisley, y ya está. Ni me miro en el espejo. Me peino antes de irme a dormir, y cuando me levanto estoy lista. No se me mueve el pelo. Me levanto a la mañana, me baño y salgo a la calle.

–¿Pensás que todavía le gustás a tu marido?
–Si no, se hubiera ido de mi casa, ¿no?

–¿El siempre te fue fiel?
–Es un hombre. ¿A vos te parece que todos son fieles? Les gusta la cacería. El hombre se maneja por instinto. Pero también sabe lo que puede perder si va a revolcarse con alguien que no es del nivel al que está acostumbrado.

–¿Todavía estás enamorada de Claudio Caniggia?
–Es difícil que si vos estás acostumbrado a un nivel, te vayas a uno más bajo. A mí me gusta lo bueno.

–¿Y él es bueno?
–Caniggia es Caniggia.

–¿Cuáles son tus diseñadores favoritos?
–Ahora, Claudio Cosano. En lo internacional, Valentino, Lanvin, Jacques Fath, Nina Ricci. No me gusta Roberto Cavalli, porque me parece un ordinario total.

–¿Viviste en un castillo?
–Sí, en Lisboa. Ahora vivo en una mansión.

–Qué opinás de las argentinas, de Susana Giménez por ejemplo?
–Me olvidé de la gente. No miro televisión argentina, ni del mundo.

–¿Qué leés?
–Libros de historia. El último que leí es del Delfín de Francia. También sobre María Antonieta, la Pompadour, las Borgia... Mujeres increíbles, que han marcado la Historia.

–¿Qué te parece Carla Bruni?
–Es una mujer muy elegante, que viene de una gran familia italiana, y eso se nota. Tiene clase. Con clase se nace. Es algo que no se compra.

–¿Alguna vez preparaste la comida para tus hijos?
–Para mis hijos sí. Para los amigos de ellos también. Lo único que sé hacer son unos spaghetti.

–¿Sabés lo que es un choripán, o te olvidaste de tu país natal?
–¿Chori qué? Reconozco que me olvidé de la Argentina para siempre.

Charlotte Chantal Caniggia hace su ingreso triunfal al Cuartel General de París, en Rue de la Fontaine au Roi.

Charlotte cerró el desfile del Buenos Aires Fashion Week vestida de novia con un diseño de Claudio Cosano.


Madre orgullosa, posó con los melli, Charlotte Chantal y Alexander Dimitri.