“Nuestro equipo respeta los valores de Patoruzito”

Los petiseros preparan todo para Palermo y cuidan como bebés a los petisos. Alazana Birra es la diva entre las yeguas: la que jugará los chukkers decisivos. Pero un caballo nuevo capta la atención de todos. Se llama Pamperito, un purasangre tehuelche que llegó desde la Patagonia. Dicen que “tiene poderes mágicos”. Por eso, y por ahora, no sale del palenque. A lo lejos, cuatro siluetas atraviesan un campo de General Rodríguez. Son los Indios Chapaleufú I: Juan Martín Nero (24), Bautista (34), Horacio (41) y Marcos Heguy (39). A su lado se mueve una figura mucho más pequeña. Ahora lo veo bien: una pluma nace desde su mollera: ¡es Patoruzito, uno de los hijos de Dante Quinterno!

–Patoruzito, ¿qué hacés con los Chapaleufú?
–Calláte, chei, que la productora El Indiecito, en junio de 2006 lanza mi segunda película, y además es el nuevo sponsor de Indios Chapaleufú I.

De pronto llegan los polistas, después de haber jugado una práctica, y se unen a la charla.

–Fueron 15 años con el mismo sponsor. ¿Por qué cambiaron?
Bautista: Primero, porque por la ley antitabaco se acabó el contrato con nuestro sponsor anterior, que era Marlboro. Entonces apareció la empresa de animación de Jorge Rodríguez y se ofreció a auspiciarnos. Nos encantó que Patoruzito apareciera en la camiseta, porque encarna grandes valores: entre otros, la lealtad y el respeto por el prójimo.
Horacio: Además, somos muy baratos (risas).

–Patoruzito, ¿qué cosas del polo tienen que ver con vos?
–Es un deporte honorable, de caballeros, a pesar de que a veces hay jugadas muy fuertes… Además, los argentinos somos los mejores polistas del mundo, y eso hace grande a nuestro país.

–¿Quién de ustedes es el más parecido a Patoruzito?
Bautista: Juan Martín, porque juega de número dos. Es el que hace el trabajo sacrificado, el que está en todos lados.
Horacio: ¡Pará! Veremos cuántas bochas roba el 20 de noviembre, cuando debutemos en el Abierto…
Marcos: Juan puede ser Patoruzito, pero a Horacito se le escapa el indio más fácil…
Juan: Bueno, en eso compiten los tres cabeza a cabeza.

–Creo que algunos de ustedes se parecen más a Isidorito…
Marcos: Seguro que el Cañones del grupo está entre Bautista y Horacito, dos irresponsables (se ríe).
Horacio: El hecho de que Marcos se haya casado y tenga dos hijas lo convierte en el más centrado del grupo, pero no en el más divertido. No es un modelo que copiaría…
Bautista: Para ser Isidorito me falta el descapotable. Y Horacito ya parece el tío, el coronel Cañones, pero en su versión más seca…

–¿Y vos, Juan, tenés algo de Isidorito?
–Yo soy soltero, y hasta ahora nadie reclamó paternidad. Pero me gustaría ser como Patoruzito.

–¿Qué nos podés decir de tu ahijado, Patoruzito?
–Isidorito no es malo, aunque es medio ventajero. A pesar de eso, es mi gran amigo, y no dejo de aconsejarlo: “Isidorito, mirá que la mentira tiene patas cortas… Lo más importante es la honradez, la lealtad, respetar siempre al prójimo…”.

–Patoruzito, ¿cómo le puede ir en el Abierto a un equipo que encarne tus valores?
Bautista: ¡Muy bien! Porque tratamos de ser leales, confiar en lo que tenemos, respetar el buen juego y ganar por las buenas.
Marcos: Si vos les preguntás a los demás equipos, seguro que te van a decir que están encantados de jugar contra nosotros.
Patoruzito: Ganar es lindo, pero lo importante es hacer el máximo esfuerzo y dar lo mejor de uno.

–¿Creen que una figura como Patoruzito puede hacer más popular este deporte?
Bautista: Nos parece que su presencia va a acercar a más chicos, aunque el polo ya es un deporte muy popular: en las finales de Palermo se queda mucha gente afuera. A nivel clubes, el polo es más que el rugby…
Horacio: Es un deporte de tradición campera. Hoy, en el interior, piden constantemente que los partidos del Abierto de Palermo se televisen. Por algo será.

–¿Patoruzito, sentís que este equipo tiene muchas cosas tuyas?
–Ellos llevan la pampa en la sangre y yo, el amor por la Patagonia. Somos hijos de la misma tierra argentina, y por lo tanto, hermanos. Compartimos gustos, disfrutamos del campo, y sobre todo, de la libertad y de nuestras familias. El campo es mi gente y mi tradición.
Horacio: Mi abuelo también fue indio y tuvo muchas cosas de Patoruzito. Si bien se fueron diluyendo, algunas quedaron: la lealtad, el amor por los caballos, el amor por el campo…

–¿Te ves formando parte del equipo en un futuro, Patoruzito, montando a Pamperito?
–¡Daría todo por jugar con ellos! Son grandes jinetes, y sus caballos, purasangre. ¡A quién no le gustaría ponerse esta camiseta!
Bautista: Está bien… Pero empezá cebando unos mates, y después rasqueteáme a la Alazana, que la quiero bien para Palermo. Ah, y ya que estás, barréte todos los palenques…
Patoruzito: –¡Canejo! Eso es pagar derecho de piso… ¡Así no se trata a un héroe, chei! Pero en fin, por ser ustedes, voy a poner la pava en el fuego.

…y uno para todos: Juan Martín Nero, Bautista, Horacio y Marcos Heguy (de izquierda a derecha) en el palenque del campo de Indios Chapaleufú I. Abajo: Patoruzito, que este año estará en la pantalla de Cartoon Network junto a su ahijado Isidorito.

Indios Chapaleufú I con la nueva indumentaria. La pluma de Patoruzito, estampada a la derecha. “Ellos llevan la pampa en la sangre y yo, el amor por la Patagonia. Compartimos gustos: disfrutamos del campo y de nuestras familias. Para mí el campo es mi gente, mí tradición”, dice Patoruzito.