La conmoción todavía se siente en cada rincón del Club Atlético San Telmo. La trágica muerte de Camilo Nuin, un joven de apenas 19 años que formaba parte de las divisiones juveniles del club, paralizó al fútbol argentino y dejó un vacío difícil de llenar.
En medio del profundo dolor, la institución decidió tomar una serie de medidas drásticas en señal de respeto y contención a la familia de Camilo, a sus compañeros de equipo y a toda la comunidad deportiva que lo rodeaba.
Según contó el vicepresidente del club este viernes por la mañana, desde la institución deportiva decidieron suspender de inmediato todas las actividades vinculadas a infantiles, juveniles y la división reserva.
La medida se comunicó con firmeza y respeto desde la dirigencia, que optó por priorizar el duelo colectivo frente a cualquier otro compromiso. Además, se bajaron del calendario entrenamientos, amistosos y partidos programados para los próximos días, con el objetivo de acompañar el proceso emocional de los jóvenes futbolistas y brindarles el tiempo necesario para asimilar la pérdida.
El luto también incluyó un fuerte respaldo psicológico a los planteles afectados y el acompañamiento permanente a los familiares de Camilo.
En declaraciones al programa Lape Club Social Informativo (América TV), conducido por Sergio Lapegüe, el vicepresidente de San Telmo no dudó en expresar su preocupación por lo ocurrido: “Creemos que fue una mala praxis”, afirmó, en alusión al tratamiento médico que habría recibido el joven y derivó en su muerte.
La frase encendió la alarma y puso en el centro de la escena una posible negligencia que, según adelantaron desde el entorno del club, podría tener consecuencias judiciales. “Camilo era un pibe sano, con sueños, con un camino por recorrer. Esto no puede volver a pasar”, agregó con la voz quebrada.
Las redes sociales del club se tiñeron de mensajes de despedida, recuerdos compartidos y un dolor colectivo que trascendió las camisetas. En las últimas horas, compañeros, entrenadores y exjugadores se acercaron a dejar flores, camisetas firmadas y cartas escritas a mano en el predio, convertido en un espacio de homenaje improvisado.
El nombre de Camilo Nuin ya es parte de la memoria viva del club. Y aunque el dolor no se irá pronto, la institución demostró que no se trata solo de formar deportistas, sino también de abrazar a su gente cuando más lo necesita. En medio de la tristeza, San Telmo se unió como familia, con la promesa de honrar la vida de Camilo con respeto, justicia y memoria.
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