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“Queríamos que Bautista naciera en la Argentina”

Publicado por
Redacción Gente

Estamos muy felices. Esto es mágico. A Bauti lo estábamos esperando con muchísimas ganas”. Carolina Pampita Ardohain (30) habla, y desde el otro lado de la línea telefónica se adivina que esboza una sonrisa enorme. De fondo se escucha el llanto de Bautista, el bebé que llegó el viernes 29 de febrero para darle alegría a la familia. Mientras, en la habitación del Sanatorio Otamendi su mamá busca las palabras para explicar el momento que vive. Y transmite pura emoción: “¡Ay...! ¿Qué te puede decir una mujer que acaba de ser madre? Con Benja tenemos mucha ilusión con este hijo nuevo… Realmente es maravilloso”.

El trabajo de parto arrancó en la madrugada del viernes 29, unas semanas después de lo previsto. A las 5 de la mañana, acompañada por su marido, el actor chileno Benjamín Vicuña (29), la modelo ingresó en la clínica, y a las 9.45 nacía Bautista. Pesó 3,670 kilos y midió 51 centímetros. A pesar de que fue una cesárea –la atendieron los doctores Lucas y Miguel Cogorno–, Benjamín pudo estar presente en el alumbramiento de su hijo, al igual que hace casi tres años, cuando recibieron a Blanca en Santiago de Chile. “En el primer parto tuve la suerte de cortar el cordón umbilical. Ahora pude ver todo. Ya estoy hecho un experto... ¡Al próximo lo tendremos en casa!”, bromeó el chileno en diálogo con GENTE.


Para acompañar a los flamantes padres llegaron, desde Chile, la madre del actor, Isabel Luco; su hermana y sus sobrinos. Ana Do Santos, la mamá de Carolina, también viajó especialmente desde La Pampa. “Toda la familia nos ha ayudado enormemente. Hemos compartido esta alegría con ellos, con los amigos y con toda la gente que nos quiere”, cuenta la modelo.

GRACIAS Y MAS GRACIAS. Me han hecho sentir como en casa. Ver cómo la gente te demuestra su cariño es algo que queda realmente muy marcado… Aprovecho para agradecerles sinceramente todo el afecto y la preocupación”, declaró Benjamín. A partir del mismo viernes, el actor no se cansó de dar muestras de gratitud por los llamados, las felicitaciones y las flores que recibieron. Fue él quien se encargó de hablar con los medios, en una improvisada conferencia de prensa que se montó en la puerta del sanatorio la tarde del 29: “Quiero agradecer por el cariño de los argentinos. Estamos chochos, y ahora queremos disfrutar en familia”. Es que a esa altura, la habitación 416 que ocupaban estaba llena de regalos, ositos y cartas. Algo parecido a lo que sucedió cuando la pareja tuvo a su primera hija, Blanca, el 15 de mayo de 2005, en Santiago de Chile. “Queríamos que Bautista naciera en la Argentina. Carolina está muy feliz de que haya sido en su país. El próximo, no sé… Será ecuatoriano o boliviano”, sostuvo en tono jocoso el actor. Chistes aparte, es evidente que piensan cumplir con el sueño de formar una familia numerosa.


Otro dato es que ambos no habían querido saber el sexo del bebé antes de su nacimiento. “Nos enteraremos cuando nazca, como hicimos con Blanca. Y el nombre lo vamos a pensar más adelante, porque si lo decidís pronto, después te cansa”, había dicho Pampita. Y lo hicieron de ese modo. “Así como no queríamos saber el sexo, ahora pensamos que es algo anecdótico frente a la belleza de tener un hijo, de crear un ser humano nuevo… Nosotros estamos felices de tener un hijo tan sanito”, agregó orgulloso el papá. Y aclaró que prefiere no explicar el origen del nombre, ya que “es un tema reservado para la familia”.

Por otro lado, el nuevo integrante del clan llegó al mundo un día 29 de febrero. Al tratarse de una fecha que sólo aparece en el calendario los años bisiestos, la ley establece que los padres deben elegir entre anotarlo el 28 de febrero o el 1º de marzo. Carolina y Benjamín aún no decidieron por cuál optarán.

Según cuenta Benja, Blanca, la hermana mayor “está feliz, aunque con algunos cambios de actitud, como todos los niños. Pero le gusta que haya otro bebé cerca”. Para evitar los celos, los padres cumplieron “con la costumbre argentina de hacerle un regalo al hermanito mayor”.

TRABAJO Y MUCHO AMOR. Como si el nacimiento del bebé no hubiera generado por sí solo suficiente revuelo, el fin de semana los Vicuña dejaron su casa del barrio privado Santa Bárbara, en Tigre. y se mudaron a un departamento en Palermo Chico. Así que, después de quedarse durante la noche del viernes con su mujer y el pequeño Bautista, el sábado temprano papá Benjamín tuvo que lidiar con los problemas domésticos correspondientes. “Es un caos, imagínate… Pero somos medio gitanos. Siempre nos estamos moviendo, ya estamos acostumbrados”, comentó.

La pareja ya vivió un tiempo en Santiago de Chile y tres meses en España, durante 2006, cuando el actor viajó allí para filmar una película. Este verano se instalaron en Buenos Aires, ya que Benjamín será uno de los protagonistas de la novela Don Juan y mi bella dama, que empezará a salir por Telefe a fines de marzo. El mismo viernes, cuando Carolina fue internada, tuvo que suspender las grabaciones, que retomará esta semana. Antes tendrá que hacerse una pequeña escapada a Chile, para promocionar Huaiquiman y Tolosa, una serie que también lo tiene como figura principal. “Mi oficio como actor demanda mucho, es sabido. Pero es mi segundo amor”, dice el chileno.

Mientras tanto, la modelo ya se está preparando para comenzar el año laboral. “Primero el bebé, después veremos qué trae este 2008… Hay muchas cosas dando vueltas, muchos proyectos. Ahora queremos disfrutar con la familia. En un tiempo vamos a hablar de trabajo”, aclara. (N. de la R.: Pampita firmó contrato para participar de Bailando por un sueño y debería empezar a ensayar en unos dos meses).

Los padres y el pequeño Bautista abandonaron el Sanatorio Otamendi el 3 de marzo pasadas las ocho de la noche. “Los hijos te llenan de luz la vida… Tenemos mucha ilusión con este nuevo hijo, y estamos orgullosos de la familia que armamos”, dijo Carolina. Benjamín no se quedó atrás: “Dios es gigante, ha sido muy generoso con nosotros. Este niño nos vino a agrandar la familia y el corazón”.

El 3 de marzo, Pampita y Benjamín dejaron el sanatorio con el pequeño Bautista en brazos. Blanca, su hija mayor, los esperaba en el departamento que alquilaron en Palermo.

“En el parto de Blanca tuve la suerte de cortar el cordón umbilical. Ahora, con Bauti, pude ver todo. Estoy hecho un experto… El próximo hijo lo tendremos en casa” (Vicuña)

“Los chicos te llenan de luz la vida… Tenemos mucha ilusión con este nuevo hijo y estamos orgullosos de la familia que armamos” (Pampita)