El trágico siniestro náutico que costó la vida a tres niñas en Miami, entre ellas Mila Yankelevich —hija de Tomás Yankelevich y nieta de Cris Morena y Gustavo Yankelevich—, sigue sumando revelaciones. A dos semanas del hecho, nuevas denuncias judiciales en Estados Unidos apuntan a que la tragedia podría haberse evitado.
La información fue difundida en Diario de Mariana (América TV) por el periodista Martín Candalaft, quien mostró documentos de más de 30 páginas presentados en la Justicia norteamericana por la familia de una de las sobrevivientes. Se trata de una niña de 9 años que estaba a bordo del velero y logró salvarse nadando tras quedar atrapada bajo la embarcación. Según la denuncia, el hecho dejó secuelas emocionales irreversibles.
Las empresas bajo la lupa
El reclamo judicial identifica por primera vez a la compañía Waterfront Construction, propietaria de la barcaza involucrada, que transportaba materiales para construir muelles en mansiones de la zona, y no basura como se informó inicialmente. Esta firma no es la única investigada: también están señalados el Miami Yacht Club, desde donde zarpó el velero, y la Youth Sailing Foundation, organizadora del campamento náutico al que asistían las víctimas.

La investigación busca establecer si las tres entidades actuaron con responsabilidad y cumplieron las medidas de seguridad exigidas para navegar en un área de alto tránsito marítimo. Según los documentos, todas habrían incurrido en conductas “descuidadas, imprudentes y negligentes”.
El rol de la barcaza y su capitán
Uno de los puntos más polémicos del expediente es la actuación del capitán del remolcador que maniobraba la barcaza. Aunque cuenta con 12 años de experiencia, no posee licencia de navegación, algo que —sorprendentemente— no es obligatorio en ese tipo de embarcaciones en EE.UU.
La denuncia sostiene que el capitán no tomó las precauciones necesarias, no contaba con personal suficiente para vigilar y omitió colocar un observador en la proa, a pesar de navegar por aguas frecuentadas por embarcaciones recreativas. Este detalle es clave para entender por qué no vio al velero a tiempo.
Señalamientos al velero y la supervisión
La acusación también apunta al velero en el que viajaban las niñas. Según los investigadores, el club y la fundación que lo operaban permitieron que los menores fueran supervisados por personal “joven y poco capacitado” en una zona de alto riesgo, sin adoptar las medidas de seguridad necesarias.
Entre las hipótesis que manejan las autoridades está la posibilidad de que el velero se adentrara demasiado en el canal y no pudiera regresar por falta de viento, quedando así en la trayectoria de la barcaza.
Tanto la Guardia Costera como la Justicia de EE.UU. coinciden en que no se trató de un simple accidente. “Esto se pudo haber evitado”, remarcan los documentos. La investigación ahora se centra en determinar el grado de responsabilidad de cada una de las partes para definir eventuales sanciones o cargos.
Mientras tanto, en Argentina, familiares, amigos y el público siguen de cerca las novedades, con la esperanza de que se esclarezca por completo lo que ocurrió en aquel fatídico día en las aguas de Miami.
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