El crimen en el barrio porteño de Villa Crespo conmocionó a toda la Ciudad de Buenos Aires. Según las primeras hipótesis de la investigación, Laura Leguizamón, madre de la familia, habría asesinado a su esposo, Adrián Setlzer y a sus dos hijos adolescentes, Ian de 15 e Ivo de 12 años, para luego quitarse la vida.
En medio de las pericias que tratan de establecer lo ocurrido en esta tragedia, y profundizar sobre el perfil de la principal acusada, en las últimas horas se conocieron públicamente audios de la mujer, en una conversación que tuvo con un docente al que ella habría ayudado tiempo atrás.
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Se trata del profesor de inglés Rolando Russell, quien sería una persona sumamente allegada a la familia y que en diálogo con Telenoche (El Trece) decidió dar su opinión sobre lo ocurrido y hasta brindó este material, los audios con la voz que la posible asesina de su propia familia.
En uno de los audios se la escucha decir a Leguizamón: "Cierto, no, el sábado pasado tuvimos un problema. Perdón que nadie te avisó. Tuvimos un problemita, pero este sábado seguro. Así que yo me encargo, no te preocupes", se la escucha decir en un tono alegre y calmado, en lo que sería una charla para coordinar una clase de inglés, aportando así un detalle más sobre la personalidad de la mujer ahora acusada de este atroz crimen.
En otro de los audios de WhatsApp que se dieron a conocer en las últimas horas, de los cuales no se especificó si son de los últimos días o de cuándo, allí la madre de familia dice: "Dale listo. Son un montón de libros y después algo de ropa que es talle XL, quizás te puede servir. Buenos gracias", en lo que sería un gesto de solidaridad con Rusell, quien durante varios años trabajó como cartonero, atravesando una situación de calle, y fue ayudado por esta familia.
En la charla que este profesor de inglés tuvo con el programa conducido por Nelson Castro, se revela cómo inició su vínculo con la familia Seltzer-Leguizamón: “Me escribió por Instagram después de ver una nota mía. Me dijo que quería que les enseñara inglés a ella, a su esposo y a sus hijos (…) Yo nunca vi nada raro”, remarcó Rusell, quien tuvo la última clase enseñándole inglés a la familia tres semanas antes del crimen.
