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"Soñamos con ganar el mundial"

Publicado por
Redacción Gente

Antes de embarcar hacia la Coupe du Monde, en la concentración del Belgrano Athletic, Agustín Pichot repetía: “Si no voy pensando en ganar la Copa, mejor me quedo en mi casa”. Sonaba presumido, incluso excesivo... ¡Si la Argentina había conseguido sólo una vez superar la fase de grupos en un Mundial! Ahora, a orillas del Sena, con Los Pumas en semifinales, el gran capitán vuelve a la carga: “Quizá estemos desafiando al ridículo… Pero nosotros sabemos lo que queremos. Además, nos tenemos una gran confianza como grupo. Jugando mal contra Escocia también pudimos ganar. Eso habla de un equipo que se siente bien, que se entiende bien, que puede sacar desde el fondo del alma o del espíritu las fuerzas necesarias para ganar un partido muy difícil”, insiste.

Caminamos por una de las márgenes del Sena. Juan Martín Hernández aparece callado, reflexivo. Ayer, durante la ceremonia de los himnos, se largó a llorar emocionado. “Son muchas cosas las que se te cruzan por la cabeza”, dice. Más adelante ampliará el concepto. Ahora se queja de que le duele un poco la pierna derecha. “No es nada preocupante”, jura. Y, para demostrar que sigue intacto, improvisa algunos jueguitos con una lata de paté que descubre en el suelo. Su tío, el genial Patricio Hernández, puede sentirse orgulloso.


Agustín Pichot (33 años, casado, padre de Valentina y Joaquina) y Juan Martín Hernández (25 años, soltero, sucesor de Felipe Contepomi en el rol de “puma más codiciado”) hablan un francés perfecto. Viven cerca de aquí, a pocas cuadras de la Torre Eiffel. Son amigos, por supuesto. Y compañeros de equipo en el Stade Français. Aunque por momentos juegan a que son maestro y alumno. Agustín exagera y Juan le sigue la corriente. “Yo estoy solo en París y Agustín me hace la vida más llevadera. Siento que me incorporó a su familia”, dice el apertura. Ninguno de los dos tiene una dimensión real de lo que pasa con Los Pumas en la Argentina. Saben que hay euforia, pero no imaginan cuánta. Se sorprenden al enterarse de que el Superclásico cambió de horario para no perder rating con Argentina-Escocia.

–¿Por qué creen que la gente que no tiene ninguna noción de rugby se engancha con Los Pumas?
Agustín:
Debe ser por lo que el equipo transmite. Yo, en la cancha, siento solidaridad, entrega absoluta de mis compañeros. Jugamos cada pelota como si fuese la última, dejamos todo en cada tackle… No hay especulaciones ni precauciones. Nadie regula. En la adversidad, siempre dejamos todo. Defendemos durante los 80 minutos con todo lo que tenemos. Y creo que esto lo podés llevar a cualquier situación de la vida. El rugby te educa para ir siempre para adelante, para sortear todas las cosas malas que te pasan y cuidar al que tenés al lado. Y eso se transmite, incluso por televisión.
Juan Martín: Quizá seamos un reflejo de lo que pasa en la Argentina. Somos un equipo con problemas, que plantea cada batalla desde la adversidad, pero siempre con ganas de salir adelante. Es un equipo solidario, que quiere siempre más y entrega todo. La gente que la pelea cada día se puede sentir identificada con este equipo… Eso está bueno.


–Todos en la Argentina hablan de la emoción que transmiten Los Pumas cuando cantan el Himno. ¿Cómo lo explican?
Agustín:
Es un momento único. Tenés la bandera puesta, estás lejos de casa y suena el Himno Nacional… Es muy fuerte sentir que vas a representar a tu país. Creo que la persona que nunca jugó al rugby lo vive con la misma intensidad, porque el Himno es algo de todos, parte de nuestra identidad. Y nunca la tenemos que perder, ni aunque estemos a más de diez mil kilómetros de Argentina. También hay mucho de orgullo. Representás a todos los entrenadores que te ayudaron a crecer, a tu familia, a tus amigos… Son dos minutos de mística en los que te encerrás con tu gente, tu educación, tu identidad… Es uno de los momentos más lindos en la vida de un deportista.
Juan Martín: Puedo usar mil palabras, pero es muy difícil de explicárselo a alguien que no lo vivió. Cuando suena el Himno hago parte a cada una de las personas que pasaron por mi vida, que estuvieron o que están.

–Ayer lloraste emocionado…
Juan Martín:
Es que salta todo. Todos los sacrificios que hiciste en tu vida por el deporte… No te imaginás todo lo que me pasó por la cabeza. Exploté por cosas que pasaron en la semana, que hicieron que largara todo.
Recordamos Irlanda. “Una guerra adentro de la cancha”, coinciden. Y, sin dar nombres, revelan algunos secretos del partido. “Ellos llegaron muy cebados. Empezaron a jugar sucio y a insultar desde el primer minuto. ¿Qué dicen? ‘Ustedes no existen’, ‘Aprendan de nosotros’ y boludeces por el estilo… ¡Si el historial viene muy parejo! Y, cuando nos ganan, lo hacen con un penal en el último minuto. Lo que no esperaban era nuestra respuesta: algunos se llevaron piropos para todo su árbol genealógico”, confiesan. Otra vez, un hincha argentino interrumpe la charla. Más fotos, más autógrafos…

–¿Esta realidad de Los Pumas superó sus mejores sueños?
Agustín:
Los sueños no se pueden definir con palabras. A mí me gusta soñar en grande, y para cumplir el gran sueño falta un poco más. Además, dicen que soñar es gratis. Y nuestros sueños nos empujan más arriba.
Juan Martín: Yo siempre pensé que podíamos ganar la zona, salir primeros y no encontrarnos con los All Blacks, para tener el camino más abierto. Y ahora se está dando.
Agustín: ¿Por qué no podemos soñar con ganar la Copa? No sé cómo va a terminar todo esto, pero no tengas dudas de que nosotros vamos a dejar todo en la cancha, para cumplir el sueño de ser campeones. No somos los mejores técnicamente, pero no nos guardamos nada.

–El próximo paso es Sudáfrica, un rival jamás vencido por la Argentina.
Agustín:
¡Tampoco les ganamos nunca a los All Blacks! Y, tarde o temprano, alguno iba a llegar. Nos tocó ahora, en la semifinal. Son un equipo durísimo, frente al que tenemos que estar concentrados al máximo para ganarles.

–Vuelven a ser “punto”, una posición en la que se sienten más cómodos.
Juan Martín:
Es verdad: nos sentimos más cómodos siendo punto. Frente a estos equipos que siempre tienen la obligación de ganar, nosotros podemos utilizar bien nuestra defensa, que es la principal fortaleza de Los Pumas. Quizá nos sirva para contraatacar o generar faltas de ellos… Y poder ayudar a que exploten los grandes jugadores que tenemos.
Agustín: Los All Blacks y Australia tienen los mejores jugadores del mundo… ¡Y el domingo nos van a ver por televisión! Si no hay un equipo, un alma, el resto no hace la diferencia. Nosotros tenemos talentosos, pero siempre brilla el equipo.

–Juan Martín Hernández y Felipe Contepomi fueron ternados por la IRB como candidatos al premio al Mejor Jugador 2007.
Agustín:
Y pueden llegar a ser los mejores del mundo. Apostáles algo, porque vienen muy bien. Pero creo que lo más importante es que el equipo responde a todo lo que se le tira. Somos un grupo de 45 personas que funciona a la perfección y permite que Juan o Felipe alcancen su mejor nivel.

–¿Qué pasa por tu cabeza, Juan Martín, cuando desde la tribuna te gritan “¡Maradóoo…!”?
Juan Martín:
No me la creo. Pienso que Maradona debe andar por la tribuna dando vueltas… ¡Sería una falta de respeto para Diego que me comparen con él! Creo que lo hicieron porque uso la 10 y porque convertí un drop de zurda.

–Cualquiera sea el próximo resultado, consiguieron un logro histórico para el rugby argentino. ¿Lo sienten así?
Agustín:
Conseguimos algo histórico y estamos muy contentos por eso. Festejamos un poco en la cancha y en el vestuario, con Scelzo en el bombo. Pero no estamos eufóricos, porque todavía no ganamos nada. Estamos en un Mundial, entre los cuatro mejores… Seguimos en camino.
Juan Martín: Ahora tenemos que pensar en cómo ganarle a Sudáfrica. Ese es nuestro próximo objetivo. No es imposible, se puede lograr. Vamos por más.

Juan Martín Hernández y Agustín Pichot, con la Torre Eiffel de fondo y la vista clavada en la ovalada. Van por la hazaña.

“El rugby te educa para ir siempre para adelante, para sortear todas las cosas malas que te pasan y cuidar al que tenés al lado. Y eso se transmite, incluso por televisión” (Pichot)

“El rugby te educa para ir siempre para adelante, para sortear todas las cosas malas que te pasan y cuidar al que tenés al lado. Y eso se transmite, incluso por televisión” (Pichot)