El Ministerio de Salud de la Nación confirmó el primer caso autóctono en el país.
A partir del resultado positivo de la prueba de PCR que llevó adelante el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas (INEI) de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS), el Ministerio de Salud de la Nación confirmó el primer caso autóctono de sarampión en Argentina.
Se trata de una niña de 2 años, residente en el partido de Vicente López, de la provincia de Buenos Aires, que ha mantenido contacto con un familiar que regresó recientemente de un viaje por Europa y África.
La investigación epidemiológica del caso se inició el día 7 de julio con la notificación al Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud de un caso de enfermedad febril exantemática, sospechoso de sarampión, por parte de un efector público de la provincia de Buenos Aires. El diagnóstico fue confirmado ayer por la tarde por el laboratorio nacional de referencia.
Los contactos escolares y familiares de la niña se encuentran en seguimiento. El municipio y la provincia realizan las acciones de control de foco, y el laboratorio nacional de referencia continúa los estudios moleculares correspondientes.
El sarampión es una infección mayormente infantil causada por un virus. Si bien la afectación bajó considerablemente desde la creación de la vacuna, sigue siendo una enfermedad de fácil propagación y que requiere de atención rápida.
Sobre esa línea, los primeros signos o síntomas aparecen luego del período de incubación, entre 10 y 14 días después de la exposición o momento de contagio del virus y pueden prolongarse hasta tres semanas. Los más frecuentes son:
Cabe recordar, los síntomas aparecen de manera gradual, inician como una enfermedad leve y en un momento se profundizan abruptamente, pero no siempre se presentan todos juntos. Asimismo, el sarpullido y los demás síntomas disminuyen paulatinamente, en la mayor parte de los casos las manchas de la cara son las primeras en desaparecer y por último las de las piernas y brazos.
El contagio se produce en las partículas del aire cuando una persona infectada tose o estornuda. También por saliva, por contacto directo con la persona enferma, por contacto con el virus en alguna superficie. Según los especialistas, las posibilidades de contagio en caso de exposición al virus son de un 90%.
Una persona con sarampión puede contagiar durante aproximadamente ocho días. Ese período se inicia cuatro días antes de que aparezca el sarpullido y finaliza después de cuatro días desde su primera aparición.
Una vez atravesada la enfermedad, el sarampión puede dejar algunas secuelas y complicaciones debido a una debilitación del sistema inmunológico y respiratorio. Las problemáticas más comunes son las infecciones bacterianas en los oídos o sistema respiratorio (bronquitis o laringitis).
En un mayor grado de gravedad, el virus puede derivar en una neumonía, encefalitis, problemas en el embarazo o gestación.
Si bien hace algunos años se vivió un brote en diversos países del mundo que prometía un avance preocupante, el lanzamiento de una vacuna logró aumentar los niveles de prevención y reducir la tasa de mortalidad.
Sin embargo, el sarampión puede ser grave e incluso mortal para los pequeños. A pesar de los avances, la enfermedad mata a más de 100.000 personas por año en el mundo, la mayoría menores de 5 años, según los principales sitios especializados en salud.
Por este motivo, es importante mantener al día el calendario de vacunación obligatorio, que incluye la inmunización contra éste virus y se administra en niños de entre 1 y 4 años.
La primera dosis suele administrarse entre los 12 y los 15 meses de vida y la segunda entre los 4 y los 6 años de edad. Sin embargo, se extiende la posibilidad a bebés de entre 6 y 11 meses que vayan a viajar al extranjero o que por algún motivo concurran habitualmente a hospitales u otros lugares de exposición.
En caso de los niños, adolescentes y adultos que no hayan recibido las primeras dos dosis en los momentos sugeridos por las autoridades sanitarias, se suelen aplicar ambas vacunas con una diferencia de 4 semanas entre una y otra.
Todas las personas nacidas después de 1957 que no hayan recibido la vacuna, pueden solicitar su aplicación en los centros vacunatorios y algunas farmacias.