Audi volvió a sorprender al mundo con la presentación del Audi Concept C, un prototipo biplaza totalmente eléctrico que no solo anticipa un futuro modelo de producción, sino que también inaugura una nueva filosofía de diseño para la marca de los cuatro aros.
El Concept C busca transmitir simplicidad radical. Sus proporciones, definidas por la posición central de la batería, le otorgan una imagen atlética. El habitáculo se extiende hacia atrás y el techo rígido retráctil -utilizado por primera vez en un roadster de Audi- permite disfrutar de la experiencia descapotable sin perder la solidez visual de una carrocería cerrada.
El color elegido para el prototipo es Titanium, un tono metálico cálido que evoca precisión, resistencia y ligereza, valores centrales para Audi en esta nueva etapa.
El frontal del Concept C presenta un nuevo marco vertical, inspirado tanto en el histórico Auto Union Type C de 1936 como en el Audi A6 de tercera generación. Este elemento reinterpreta el legado de la marca, integra los cuatro aros y se convierte en la base de la nueva identidad de diseño.
El conjunto se complementa con una firma lumínica inédita, formada por cuatro elementos horizontales en cada óptica, que será reconocible de día y de noche y que marcará la estética de los próximos Audi.
En el habitáculo, la atmósfera es pura y elegante. Las superficies sólidas, los materiales naturales y la iluminación ambiental crean un ambiente refinado. El diseño está pensado para el confort de los dos ocupantes, pero con el conductor como protagonista.
Los mandos físicos en aluminio anodizado ofrecen una experiencia táctil precisa y el volante, con elementos hápticos y los aros de Audi en metal, refleja la obsesión por el detalle. Todo contribuye a una sensación de calidad artesanal con la tecnología puesta al servicio de la simplicidad.
El Audi Concept C no busca impresionar con pantallas gigantes, sino con soluciones inteligentes. Una central de 10,4 pulgadas escamoteable aparece solo cuando se necesita y ofrece información contextualizada. Los controles táctiles en el volante y la consola central completan una experiencia de manejo intuitiva, en la que la tecnología acompaña sin invadir.
Más que un auto de exhibición, este biplaza eléctrico es un manifiesto de futuro, una declaración de intenciones sobre cómo la marca alemana quiere seguir conquistando las calles en la era de la electrificación.
