En el mundo de los autos de colección, el valor no siempre está en los caballos de fuerza ni en la velocidad máxima, sino en la historia que guarda cada máquina. El Lamborghini Pregunta, un concept car presentado en 1998 y considerado el último gran experimento radical de la marca antes de la era Volkswagen, es un ejemplo perfecto. El próximo 10 de octubre, saldrá a subasta en el Broad Arrow Zoute Concours Auction, en Bélgica, con una estimación que oscila entre 2,5 y 3,5 millones de euros.

El Pregunta no fue un modelo de producción, sino un concept creado en colaboración con el carrocero francés Heuliez y presentado en el Salón de París. Esa condición de pieza única lo convierte en un objeto de culto: fue el último Lamborghini concebido sobre una plataforma totalmente propia, antes de que el grupo alemán adquiriera la marca. En el universo de los coleccionistas, esa exclusividad se traduce directamente en valor.
Diseñado por Marc Deschamps, el auto tomó como referencia al caza Dassault Rafale. Las tomas de aire gigantes, las puertas en forma de cúpula, el parabrisas envolvente y la pintura gris mate replicaban la estética de un jet de combate.
En el interior, la atmósfera aeronáutica era total: butacas en Alcántara azul, pantallas digitales heredadas de la Fórmula 1, iluminación por fibra óptica y cámaras traseras en lugar de espejos.

El modelo estaba basado en el Lamborghini Diablo, aunque modificado para tracción trasera. Su motor V12 de 5.7 litros entregaba 537 caballos y lo llevaba de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos, con una velocidad máxima de 337 km/h. Aun hoy, esas cifras siguen siendo competitivas y alimentan la narrativa de que este concept no era un simple prototipo estático, sino un auto funcional capaz de poner en aprietos a cualquier superdeportivo de su época.
Tras su debut en París, el Pregunta recorrió exhibiciones internacionales durante una década y en 2014 fue certificado por Lamborghini Polo Storico, la división de autos históricos de la marca. En 2021, pasó por un servicio completo antes de ocupar un lugar en el Museo Lamborghini de Sant’Agata Bolognese. Haber formado parte del patrimonio oficial de la marca es otro factor que dispara su atractivo: no es solo un concept olvidado, sino un auto que la propia Lamborghini validó y exhibió como pieza clave de su herencia.

Aunque las estimaciones oficiales lo ubican en un techo de 3,5 millones de euros, el carácter irrepetible de este concept podría empujar la puja todavía más arriba. Después de todo, en el mundo de los coleccionistas, hay valores que se miden con la billetera, pero otros que trascienden lo económico: la posibilidad de ser dueño de algo que nunca volverá a repetirse.


