"Si bien nací en Paraguay, yo crecí en Buenos Aires, por eso siempre asocié a la Argentina con una infancia feliz", nos cuenta con un destello en la mirada Helena Felip Salazar (58), la Embajadora Extraordinaria y Plenipotenciaria de la República del Paraguay ante la República Argentina, estableciendo un puente biográfico que la diferencia de sus pares.
Dueña de una elegancia clásica, la diplomática -que es hija única y madre de dos- comparte una reflexiva charla con GENTE.
-Buenas tardes Helena. ¿Podría contarnos por qué decidió seguir el camino de la diplomacia? ¿Qué la inspiró?
-Elegí la carrera diplomática por una combinación de motivos: mi interés por las relaciones internacionales, el deseo de comprender con mayor profundidad el contexto regional y global desde el terreno y, además, las ganas de conocer diferentes países y culturas.
-Ya con más de un año en la Argentina, ¿cómo describiría su experiencia personal y profesional en nuestro país?
-Tras casi catorce meses, sigo reconociendo el carácter cosmopolita de Buenos Aires, una ciudad que, a pesar de su ritmo un tanto frenético, se distingue por ser afable y abierta a las diversas nacionalidades que en ella conviven. En lo profesional, los intereses de Paraguay en su relacionamiento con Argentina son múltiples; al mismo tiempo, nuestra Embajada atiende la agenda de 41 concurrencias, es decir, de países cuyas embajadas tienen sede en la Argentina y desde aquí les corresponde encargarse de las relaciones bilaterales con Paraguay.
-¿Se ha reunido con el presidente Javier Milei o con el ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto Gerardo Werthein?
-El presidente Javier Milei tuvo el gesto de recibir mis Cartas Credenciales poco después de mi llegada a Buenos Aires, el 17 de julio de 2024, para que pudiera recibir al presidente Santiago Peña, quien arribó ese mismo día para asistir a la ceremonia por el 30 aniversario del atentado a la AMIA. Destaco la deferencia que siempre ha tenido hacia mi país y la excelente relación con el Presidente, lo que facilita enormemente el trabajo de la Embajada. Asimismo, Werthein mantiene un diálogo fluido con el canciller de mi país, Rubén Ramírez Lezcano, de modo que la agenda avanza en un clima de gran cordialidad.
-¿Qué puede decirnos del vínculo bilateral entre Paraguay y Argentina?
-Podría definirlo con dos palabras: “fluidez” y “convergencia”. “Fluidez” en el diálogo político al más alto nivel -entre los jefes de Estado, que impulsan una agenda ambiciosa para el crecimiento económico de nuestros países-, y también entre nuestros Cancilleres y Ministros de las diferentes carteras del Estado, así como a nivel técnico entre distintas instituciones. Y “convergencia” de visiones, valores e intereses que nos permite abordar desafíos conjuntos: el incremento del comercio y las inversiones; la libre navegación de los ríos internacionales; la integración física y energética; y la interconexión cultural y educativa entre nuestras naciones en materia cultural y educativa. Podría resumir con lo expresado por el presidente Santiago Peña durante su conferencia en la Fundación Mediterránea, en Buenos Aires, en julio pasado, que la relación bilateral está pasando por uno de los mejores momentos de nuestra larga historia compartida.
-¿Qué rol puede desempeñar Argentina en la estrategia global de Paraguay y viceversa?
-Argentina es un socio estratégico para el Paraguay: estamos conectados por nuestras fronteras, por nuestros recursos naturales y por vínculos de sangre a través de tantas familias que decidieron instalarse indistintamente en Paraguay o en Argentina en busca de mejores oportunidades. Esto refuerza la importancia de trabajar de manera conjunta en el fortalecimiento de la seguridad y en la agilización de los pasos de frontera. En el plano comercial, apostamos a una relación sólida que nos permita trabajar con mayor fluidez y, como miembros del MERCOSUR, encarar tanto desafíos internos como de cara a las negociaciones regionales y extrarregionales.
-¿Qué áreas de cooperación han mostrado un crecimiento más sólido entre ambos países en los últimos años?
-El fortalecimiento del relacionamiento ha sido transversal a toda la agenda bilateral y también se refleja en lo regional. La relación paraguayo‑argentina, intensa y compleja, muestra avances significativos en comercio e inversiones, con los desafíos consecuentes: mejores infraestructuras para la integración; interconectividad terrestre, aérea y fluvial; agilización de pasos fronterizos; y libre navegación de los ríos. Además, el pilar de “integración energética regional” ha tenido un impulso trascendental en los últimos meses, como el inicio de un diálogo sobre la posible construcción de un gasoducto. Considero que explorar alianzas educativas, científicas y académicas será de gran relevancia para nuestros países.
-¿Y la dimensión social y cultural?
-Sigue ocupando un lugar central en la agenda entre Paraguay y Argentina y se ve reflejada en el intenso intercambio en zonas fronterizas y en el gran patrimonio cultural compartido. De hecho, el único Centro Cultural de Paraguay en el mundo se encuentra -y no es casualidad- en Buenos Aires. Es un espacio clave no solo por la difusión de la riqueza cultural del Paraguay en toda su diversidad, sino, principalmente, como punto de encuentro entre dos pueblos con una gran tradición cultural compartida.
-¿Cuáles son los sectores económicos donde ve mayores oportunidades para profundizar la cooperación bilateral?
-Hoy el Paraguay está ampliando su oferta al mundo, con un mayor potencial de inversión en industrias creativas; sector audiovisual; servicios de tecnología; data centers; sector textil y de confecciones; ensamblajes y autopartes; e intermediación financiera, entre otros. Además, el crecimiento económico de la última década impulsó también el desarrollo del sector inmobiliario. Actualmente, Paraguay es sede de varios eventos internacionales, con oportunidades permanentes para el sector hotelero, gastronómico y turístico, vinculadas a las nuevas rutas aéreas que conectan a Asunción con Buenos Aires, Córdoba, Salta y Jujuy, y, más recientemente, con vuelos directos entre Buenos Aires y Encarnación.
-¿Qué proyectos destacan actualmente, en marcha o en agenda?
-Estamos trabajando en algunos proyectos específicos para mejorar la integración física y la conectividad del Paraguay en la región. Con la Argentina, nos interesa avanzar en la concreción de un segundo puente entre Puerto José Falcón y Clorinda; otro entre Pozo Hondo y Misión La Paz; así como un puente que una las localidades de Pilar y Puerto Cano. Las obras para el funcionamiento del Corredor Bioceánico Vial -que abarcará parte de los territorios de Brasil, Paraguay, Argentina y Chile- están en plena ejecución. En paralelo a su trazado, en territorio paraguayo se está evaluando la construcción de un gasoducto.
-¿Qué mensaje les transmitiría a los empresarios argentinos que buscan acceder o expandirse en el mercado paraguayo?
-Hoy mi país ofrece a empresarios e inversores un escenario de estabilidad macroeconómica; un régimen de incentivos fiscales con impuestos simplificados -los más bajos de la región-; baja inflación; facilidades para la instalar empresas; población joven; costo competitivo de energía renovable; resiliencia económica frente a efectos extremos; diversificación económica; y reformas estructurales emprendidas por el Estado, entre otros factores positivos. El gobierno del presidente Santiago Peña invierte esfuerzos en fortalecer la conectividad y en facilitar la inversión y el comercio de bienes y servicios, para constituir al Paraguay en un hub de distribución regional. La Embajada está abierta a todos los empresarios argentinos que deseen conocer las oportunidades que ofrece Paraguay.
-¿Qué lugares ha tenido la oportunidad de conocer de Argentina más allá de Buenos Aires? ¿Cuáles la conquistaron?
-Tuve la suerte de conocer varios rincones del país: la Costa Atlántica, San Antonio de Areco con su espíritu gaucho, Córdoba con sus sierras, Mendoza con sus viñedos y montañas, la selva misionera, los esteros correntinos, y la fuerza del paisaje sanjuanino. Queda aún mucho por recorrer, pero, indudablemente, Argentina es un país de inmensa belleza.
-¿Qué aspectos de la cultura argentina le llaman la atención?
-La capacidad de comunicación de los argentinos es única. Destaco su cultura cívica y su activa participación en la vida pública. El argentino es un ciudadano comprometido con su país y con un gran sentido de solidaridad.
-¿Se ha hecho simpatizante de algún club de fútbol o se ha apasionado por alguna comida local?
-En fútbol, mi corazón es Albirrojo. Admiro a Arsenio Erico, que dejó huella en las canchas argentinas y sigue siendo un orgullo para nosotros. En cuanto a la gastronomía, hay un plato que ocupa un lugar muy especial en mi memoria: la milanesa a la Maryland. En mi niñez y adolescencia era mi plato favorito. De postres, confieso mi debilidad por el sambayón y el almendrado con charlotte.
-¿Cuál es la palabra o la frase “argentina” que aprendió y más le gusta usar?
-"Bancar" a alguien o hacerle "el aguante". Conlleva la idea de la tolerancia y el acompañamiento solidario a alguien que lo necesita.
-Finalmente, ¿cuál le gustaría que sea el legado de su gestión como embajadora en la Argentina?
-Espero no parecer ambiciosa, pero me gustaría dejar el legado de una servidora pública que trabaja para que su comunidad continúe vinculada a sus raíces y a su Patria; y que promueve las oportunidades que brinda su país para quienes quieran comerciar, invertir en él o disfrutar de sus bellezas naturales y de la cordialidad de su gente.
-Si tuviera que definir al pueblo argentino con alguna frase de su propia tierra, ¿cuál elegiría?
-Angirú: es una palabra en guaraní que significa "amigo" en el más profundo sentido de la expresión. Creo que es una palabra que recoge en pocas letras un sentido de unión entre seres humanos que, en este caso, trasciende fronteras.
-La última: ¿En qué nos parecemos los paraguayos y los argentinos?
-Los paraguayos y los argentinos somos gente de bien. Pacíficos y esforzados, cada cual a su manera, no nos dejamos vencer por las vicisitudes.
Fotos: Chris Beliera
Retoque digital: Darío Alvarellos
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