A 15 años de su partida, la primera nota de Romina Yan a GENTE: “Soy tímida, sensible, autocrítica, leal y escribo poemas que nadie nunca va a leer" – GENTE Online
 

A 15 años de su partida, la primera nota de Romina Yan a GENTE: “Soy tímida, sensible, autocrítica, leal y escribo poemas que nadie nunca va a leer"

Hace tres décadas, mientras formaba parte del éxito Chiquititas junto a Gabriel Corrado, la hija de Cris Morena y de Gustavo Yankelevich se reía de viejas críticas, soñaba con convertirse en una buena actriz y confesaba que la tevé siempre había sido su gran pasión. Aquí, un recuerdo para honrar su memoria y la de su familia.
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-No digas nada. ¿A qué sé cuáles son las primeras preguntas? -avanzó envalentonada frente al grabador de Revista GENTE cuando aquella tarde de octubre de 1995 nos acercamos a los Estudios Teleinde ,de Martínez, para entrevistarla.

-¿Cuáles? -le contesamos sorprendidos. Entonces ella, con personalidad y decisión nos invitó a un ida y vuelta que hoy, a tres lustros de su dolorosa partida, decidimos recrear así para recordarla:

-Veamos -pensó veloz Romina Yan, por entonces de 21 años, y continuó…- … Primero me vas a preguntar si trabajo en la televisión gracias a papá, a mamá y por herencia familiar.

-Bueno, es imposible evitarlo... Aprovechos, entonces.

-Reconozco que ser la hija de una mujer conocida como Cris Morena y un hombre exitoso como Gustavo Yankelevich (gerente de Programación de Telefe), a la vez que bisnieta de Jaime, el artífice de la primera transmisión de tevé en nuestro país (1951), algo tiene que ver. Pero nunca abusé ni tampoco es determinante.

Romina Yan, primera nota en Gente
Romina Yan y su primera nota en GENTE. Titulada Chiquitita pero… apasionada, fue publicada en el Nº 1579 del 26 de octubre de 1995.

-¿Tener madera no significa ser de madera?

-Exacto. ¿Vos pensás que si yo no sirviera me hubiesen llamado del elenco de Chiquititas? Ni loco. Es el viejo principio: si no andás, la misma puerta que se te abrió se cierra delante de tus narices y detrás de una patada. Igual sé que, aunque gane un Oscar, siempre va a haber quien piense que lo mío es por acomodo... ¿Vamos a la segunda pregunta?

-¿Se anima?

-Me animo. ¿Por qué me achiqué el apellido?

Romina Yan
Junto a parte del elenco del ciclo de Telefe que marcara época.

-¿Para divorciarla de antecedentes?

-No. “Yankelevich” era muy largo. Para tu sorpresa mis padres me aconsejaron recortarlo… Y tengo una última pregunta.

-Dígame…

-Si competí o compito con mi mamá…

-¿Y qué responde?

-No me da para tanto. Es una animadora completísima. Jamás podría hacer lo que ella. Además, mi meta es ser actriz, una buena actriz… Me quedé sin cuestionario. Ahora vas a tener que trabajar vos.

Romina Yan, primera nota en Gente
El reportaje. Pese a su juventud, a pura eprsonalidad no dudo en adelantarse a preguntar lo que el periodista quería consultarle.

Trabajemos (nos planteamos entonces en aquella inolvidable nota, y lo haríamos…). Porteña del 5 de septiembre de 1974, Romina Yan llegó a Jugate conmigo -el programa conducido por su madre- en el ’91, luego de un casting. “Fui a probar. Algo pasajero. Lo mío era el baile”, recuerda. Sin embargo, allí permaneció dos temporadas, hasta que debutó en la novela Quereme (1993). “Empecé a tomarle el gustito a la actuación y me acerqué a lo del profesor de teatro Raúl Serrano.” Con Mi cuñado (94) se terminó de definir: “Al principio sentía rechazo por la tele. Veía lo sacrificado de esta profesión. Papá no volvía hasta la noche. Mamá madrugaba, tomaba colectivos. Cuando se hizo conocida y le pedían autógrafos, yo pensaba: ‘¿Qué hacen? ¡Es mía!’. Pero en la adolescencia desperté. Comprendí que ellos me habían transmitido la pasión por la tele y que, aunque querían mantenerme dentro de la cajita de cristal donde me criaron, la sangre tiraba, y me metí a full" -sostenía.

Romina Yan
Junto a su hermano Tomás y sus admirados padres, Cris Morena y Gustavo Yankelevich, en camarines de Jugate conmigo, otro suceso juvenil de Telefe.

-Lo que se hereda no se roba.

-Siempre fui una teleadicta total. Control remoto y control remoto. En mi casa se manejaban los códigos de la tevé. Ideas, proyectos, cifras. Iba al colegio y les decía a mis compañeras: "¿Vieron el rating que sumó tal programa?". "¿Qué es eso?", me replicaban. Era mi tema. Parecía el bichito feo. De chicos, con mi hermano cuando mamá actuaba en Amigos son los amigos, la matábamos. Ahora lo vivo en carne propia. Tomás (17, hoy de 47), que ya no tiene aliados, me mata a mí.

-¿Y cómo sobrellevó su adolescencia en medio de la aparición pública, las críticas y los trascendidos, que incluso hablaron de un embarazo inexistente? Se dijo también que en aquellos primeros pasos usted adelgazó más de la cuenta y que hoy, por el contrario, debe controlarse en las comidas.

-Es cierto. Hace dos años que voy al psicólogo, y ahora me cuido. Soy golosa y en esto, si tenés algún kilito de más, se nota. También hago gimnasia. Pero se juntó todo de repente. Doble escolaridad, adolescencia, críticas... Algunas bravas. Aprendí a no darle importancia a lo que me hace mal. "Ojos que no ven, corazón que no siente." Recién ahora lo puedo manejar.

Romina Yan
Gabriel Corrado, su compañero en Chiquititas. "Lo llamaba 'el Irresistible'", contaba divertida Romina a GENTE.

"Tímida, sensible, autocrítica, leal y responsable", por propia definición, Yan (ojos celestes, cabello castaño, virginiana, bachiller, amante de los libros de astrología, el cine, el baile, el dibujo y escritora de poemas "que nadie nunca va a leer"), aseguraba en aquella edición número 1579 de GENTE de hace tres décadas que no estaba de novia "ni pienso en independizarme". También, que sus grandes amores eran "mis hijos" Manuela, Nacha y Simón (dos kuvasz húngaros y un setter irlandés que cuidaban su casa de San Isidro), y que la relación que mantenía con "el Irresistible" -como lo llamaba a Gabriel Corrado, el galán de Chiquititas- era "excelente": "Yo veía Perla negra, y cuando supe que tenía que trabajar con él, temblé. Es un gran compañero. ¿Qué sentí la primera vez que lo besé en cámara? Vergüenza... ¿Y? ¿Te queda alguna pregunta para el final?" -nos consultaba otra vez espontánea a la hora de la despedida.

ROMINA YAN
Romina Yan nació el 5 de septiembre de 1974 en Buenos Aires y falleció el 28 del mismo mes, pero en 2010, en San Isidro, a los 36 años, a causa de un aneurisma que le provocó una descompensación mientras hacía ejercicio. La presente nota es un homenaje a una década y media de su partida.

-Digame usted...

-Sí, te falta una: ¿qué pasa si me ofrecen trabajar en otro canal?

-¿Qué pasa?

-Soy actriz, y si me gusta la propuesta, aceptaría gustosa. Además, yo no veo solamente Telefe. Voy y vengo. Hago zapping hasta la medianoche. Salto, recorro los canales y, la verdad, de vez en cuando hasta me paro a ver Poliladron (Canal 13).

Fotos: Archivo Atlántida
Arte: SIlvana Solano



 
 

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