Se fue internacional y hoy nos representa en el mundo en súper títulos. Pero nada fue fácil. Es de esas actrices profundas que se entrega más a la experiencia que a los espejitos de colores y que pone el cuerpo y lo psíquico al servicio de contar historias.
En diálogo con GENTE, Candela Saitta (21), actriz argentina afincada en Madrid, confiesa sus aventuras en grandes sets como los de las series Máxima y The Walking Dead: Daryl Nixon. En ese terreno, nada la detiene, incluso aunque tenga que aprender equitación y esgrima, y lograr un perfecto inglés fluido para brillar en “la mayor producción que vi en mi vida”.
Ahogada, el crudo cortometraje que llegó a Cannes y que aborda el tema del consentimiento
En medio del lujo del Festival de Cannes –participó de la plataforma Short Film Corner–, Ahogada se planta como una historia cruda y reflexiva. El cortometraje dirigido por Macarena Mochón se centra en el stealthing, un término que describe el acto de quitarse el preservativo sin el consentimiento de la otra persona.
Saitta protagoniza el shortfilm que busca abrir el diálogo sobre la importancia del consentimiento en las relaciones abordando un asunto que incluso no está tipificado como violación en todos los países.
La historia de Clara, su personaje, una adolescente de 16 años a punto de hacerse un test de embarazo –su pareja en la vida real también lo es en la ficción, Lucas Velasco–, no solo la exigió física y emocionalmente: la atravesó.
“Creo que muchas personas, incluso hombres, se van a sentir identificados con esta sensación que siente Clara, el personaje principal. Estamos hablando de algo que lamentablemente afecta a dos de cada tres mujeres en el mundo, por eso creo que es muy importante hablar de estas cosas con amigas, hermanas, madres, así como también con amigos, hermanos y padres”, ahonda Saitta.
Todo el equipo del film participó de un workshop intensivo “para que todos estuviéramos en la misma sintonía y tuviéramos claro qué era exactamente lo que queríamos contar”. Así lo precisa Candela, a quien la directora le enviara el guion con un mensaje que fue mitad presión y mitad honor: “Lo escribí pensando en vos”. La actriz se entregó a la profundidad de la propuesta: “Inmediatamente le dije que sí, porque habla de algo muy importante y necesario”.
Los workshops de buenas prácticas en el set no fueron un detalle: fueron el corazón del proceso. “Tener una directora mujer también hizo toda la diferencia –cuenta–. No desde el género, sino desde la empatía, desde la escucha. Hablamos muchísimo para entender lo que le pasa a Clara por dentro. Fue una construcción conjunta, llena de silencios incómodos y verdades punzantes”.
Además, Candela contó con una coach de intimidad, “que es una figura realmente importante a la hora de grabar este tipo de escenas”. Acerca del corto que prontamente se convertirá en película, señala: “Ojalá ayude a generar espacios para hablar”.
Cómo fue filmar en primera: The Walking Dead: Daryl Dixon
En el spin off The Walking Dead: Daryl Dixon, Candela se mete en el terror, la adrenalina y la distopía. Pasar de rodar en Argentina a estar en una mega producción internacional fue como un salto cuántico. “Fue una enorme oportunidad”, cuenta la actriz que es parte del elenco de la recientemente anunciada tercera entrega de la serie.
“Se estrena este año, en septiembre u octubre, todavía no está confirmado”, anticipa. Acerca de la increíble experiencia, señala: “Estuve muchísimos meses grabando por toda España con un equipo inmenso, la producción más grande que vi en mi vida”.
Dice que este es su primer gran proyecto hablando en inglés –aunque también rodó Máxima en ese idioma–: "Me siento muy cómoda y eso me abre otras puertas y posibilidades, así que estoy muy contenta con eso”.
No fue solo actuar. Fue entrenar. Fue pelear. Fue meterse en un mundo devastado por el apocalipsis zombie con el cuchillo entre los dientes. “Tuve que entrenar muchísimo. Lucha, esgrima, resistencia física. Y aprender a mirar desde otro lugar. No es lo mismo actuar el miedo que vivirlo en carne propia durante una escena con fuego, armas y caos”, remata con orgullo.
Máxima, la serie: Candela Saitta en la piel de la argentina que iba a conquistar el mundo
Antes del glamour de Cannes y el gore de The Walking Dead, Candela se puso en la piel de Máxima Zorreguieta (54) en su etapa adolescente. La futura reina de Países Bajos que pasaba vacaciones y fines de semana en el campo familiar de Pergamino, que se recibió en el Northlands y la que ya llevaba en su designio manifestar la vida de sus sueños.
“Interpretarla fue una locura hermosa. Me tocó ser ella en su etapa adolescente, cuando todavía no era reina, pero ya había algo en sus gestos, en su modo de plantarse, que anticipaba destino”, cuenta Saitta. Para encarnarla, Candela tomó clases de equitación, estudió cada entrevista disponible y buceó en sus años universitarios: “Leí todo lo que encontré. Busqué lo que no estaba dicho. Porque lo más interesante estaba en lo que ocultaba”.
–Además de tus clases de equitación te preparaste de modo intenso. ¿Cómo fue meterse en su piel a partir de un guion surgido en Holanda?
–Puntualmente el guion era una traducción, el original estaba escrito en holandés. Luego se tradujo al inglés y más tarde al castellano, por lo cual las expresiones coloquiales argentinas las fuimos modificando y charlando con el equipo. Por suerte, tuvimos mucha libertad y charlamos muchísimo acerca de la historia que contábamos. Y todo lo que hicimos fue con muchísimo respeto, además.
Y sí, le hizo guiños a su propia experiencia migrante. Porque Candela también dejó su país, también armó valijas llenas de dudas, también lloró en aeropuertos. “Me impactó cómo se naturaliza el desarraigo. A veces la distancia es una forma de reinventarse, pero también puede ser una herida”, lanza.
Fotos: gentileza CS y Andrés García Luján.
Agradecemos a Lorena Miraglia (@lolimiragliapr/@lolimiraglia),
fundadora y directora de @sdoentertainment
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