Ricardo Iorio murió a los 61 años a causa de un infarto. Así se lo confirmó su abogado, Juan Ignacio Vitalini, a la radio Rock & Pop: empezó a sentirse mal en su casa, llamaron la ambulancia y falleció camino al hospital.
En las últimas horas, se conoció un dato particular sobre la fecha de su partida, el 24 de octubre: ese mismo día fue el cumpleaños de su hija mayor, Daiana.
Ella también es hija de Ana Mourín, con quien Iorio estuvo en pareja hasta el 2000. También tuvieron a Sofía. En 2001, la mamá de sus hijas decidió quitarse la vida, envuelta en una fuerte depresión.
El posteo de Melina, la hija de Claudio Tano Marciello
"Esta foto es un recuerdo que jamás había compartido y siempre fue para mi entorno íntimo. Mi cumpleaños de 12 años que Ricardo ofreció en su casa de Devoto para juntarnos y realizarlo allí" empezó diciendo en su posteo Melina, hija de Claudio Tano Marciello, músico de Almafuerte.
"Hoy es 24 de octubre, día del cumpleaños de mi amiga Daiana Iorio, hija mayor de Ricardo. Lamentablemente le toco este día para despedir a su papá. Qué dolor”, escribió .
“Es por eso que voy a compartir una foto de felicidad y sonrisas y no de tristeza. Porque es un día duro para mi amiga. Creo que voy a dejar este cuadro como un mejor recuerdo y paso por su vida”, apuntó, con tristeza por el difícil momento que atraviesa su amiga de toda la vida.
El especial vínculo de Iorio con sus hijas
"Yo no las llevo a mis conciertos, porque mi padre me llevaba al trabajo y terminé odiándolo. No quisiera que ellas odien a la música”, dijo alguna vez Ricardo Iorio.
Sin embargo, no dejaba pasar la oportunidad si se cruzaba a alguien de las que ellas eran fans. "Sofía era re fanática de Bandana, tenía la película y todo eso... Ese día la vi pasar por camarines a Virginia Da Cunha y no me importó nada lo que iban a decirme los demás. Le dije: ‘¿No querés sacarte una foto conmigo?’", contó Ricardo.
"Me acuerdo que fueron varios periodistas a sacarme fotos, que después aparecieron en algunos medios porque querían humillarme. Ellos querían su primicia y pensaron que me iban a hacer un daño con eso, pero yo logré lo principal: llegué a mi casa y le mostré la foto a mi nenita, que se puso re feliz. ‘Mirá qué lindo, hijita’, le dije. Y ella se emocionó y me abrazó”, recordó.
“Yo no soy un tirano como dicen. Porque si a mi hija le gusta Bandana, ¿cómo no le voy a dar la oportunidad de escuchar esa música? ¡Voy y le compro el CD! También le di otros gustos que tienen que ver con la música a Sofía, y la mandé a recitales como el de Avril Lavigne”, le confió a su biógrafo.
