A sus 37 años, Emanero acumula millones de reproducciones en las plataformas digitales. Con hits como Sinvergüenza se mantuvo un año en el top 50 de Spotify y fue uno de los cinco videos más vistos de YouTube en Argentina.
2024 fue un año lleno de éxitos para el cantante. Más de 500 mil personas vibraron en vivo con sus canciones en los festivales nacionales más importantes. Después colmó dos funciones en el Luna Park y cerró el año con dos Movistar Arena totalmente vendidos, dejando en evidencia su poder de convocatoria, crecimiento y la conexión con su público. Y ahora se prepara para dos fechas más para reencontrarse con su público los próximos 9 y 10 de junio con El Último Sinvergüenza Tour.
Ese recorrido lo lleva hoy a hablar con experiencia sobre cómo se vive la música desde adentro, formando parte de la industria nacional e internacional. Y en esta charla con GENTE no sólo habla de eso, también de lo que significa ser artista, tratar de cuidar su privacidad y resistir al dedo señalador cuando se exige del otro lado que se opine públicamente sobre algunos temas, como sucede con la política.

-¿Cómo ves la industria musical en Argentina actualmente?
-Desde hace varios años, ya creo que desde 2018 hubo un recambio muy rápido en la música popular argentina y creo que está bueno. Se han generado un montón de controversias que llevan a cosas positivas y finalmente internacionalmente también hay un respeto. Hoy viajás y cuando decís que sos músico de Argentina, te miran de otra manera.
-¿De qué manera?
-A ver... Me parece muy lindo todo lo que está pasando y creo que ya es algo que se generó y que va a seguir por muchos años, porque se armó una rueda de artistas que van apareciendo constantemente, géneros musicales... siento que finalmente nos pusimos un poco al ritmo. En una época estuvimos un poco apartados del resto del mundo con los fenómenos musicales y está bueno lo que está pasando, porque genera más trabajo, más gente involucrada, más artistas, más sueños, metas cada vez más grandes.

Los artistas y la política: ¿Opinar o no?
-¿Qué te pasa con la presión que existe muchas veces de parte de la población hacia el artista, en temas de política? De querer que fijen posición públicamente.
-Mi postura es que si sentís que te querés expresar y es una necesidad, porque muchas veces expresarse es una necesidad, está bien. Por eso los artistas se expresan Y también soy muy respetuoso de que cuando uno no sabe de un tema o no está totalmente informado, a veces es un poco al pedo abrir la boca, porque la terminás hablando por ansiedad o por sentir que tenés que participar.
-Entiendo.
-Respeto mucho las dos posturas, aquel que sabe de algo, sabe de lo que está hablando y quiere opinar y quiere dar su postura porque no se quiere quedar callado, y también respeto al que elige no pronunciarse.
-No están obligados a hacerlo.
-Muchas veces los artistas nos pronunciamos callados, hay muchas veces que ayudamos a distintas causas o hacemos cosas y no necesariamente lo usamos para promocionar algo, o por ejemplo en mi caso, no me gusta meterlo dentro del aparato de prensa o de difusión. Me parece que son cosas que pueden ir por separado y que si se juntan, tampoco tiene absolutamente nada de malo.
-Claro. Aunque no todos los entienden así.
-Lo que sí no me gusta bajo ningún punto de vista cuando se ataca. El ataque hacia el artista que no se pronuncia o el ataque hacia el artista que se pronuncia, me parece una ridiculez y creo que las cosas hay que analizarlas y pensarlas un poco más. Y que cada uno elige por qué habla y por qué se calla y creo que todo es válido.
La importancia de cuidar la salud mental
-Muchos artistas han contado abiertamente que a partir de la fama y la exposición comenzaron a sufrir ansiedad, ataques de pánico, depresión. ¿Te llegó a pasar?
-No... Lo que sí, la vida cotidiana pasa a tomar otra forma. Hay cosas que ya uno no puede hacer, por lo menos por un periodo de tiempo, después eso puede mermar. Pero hay momentos en los que la vida cotidiana cambia radicalmente, y creo que un poco eso puede ser lo que afecta a veces a los artistas. Es el tener que dejar de hacer cosas o tener que rebuscártelas para hacer algo que hace meses atrás era totalmente cotidiano y normal. Pero más allá de eso a mí no me ha generado nada negativo la exposición.
-Sin embargo, hablás mucho de la salud mental y priorizás este tema.
-Sí, sí, lógico. No quisiera atravesar un momento difícil con ese tema. En mi caso también es un poco, no quiero decir más fácil, pero se me facilitó un poco, porque fueron tantos años de carrera que de alguna manera ya estaba un poco más preparado y también todo el tema de las redes lo fui viviendo muy paulatinamente.

-¿Sentís que eso te ayudó a vivir la fama como la naturalizás hoy?
-Hago música desde antes que las redes sean cien por ciento necesarias y vi como en un momento, las redes te ayudaban un poquito y así, cada vez fueron ganando más terreno. Fui asimilando todo de otra manera, y esto de qué personalidad tiene uno en redes y qué personalidad tiene en la vida cotidiana. Creo que eso me ayudó bastante, haberlo visto durante tantos años y crecer paulatinamente.
-¿Qué te pasa al mirar atrás y ver como ese chico que soñaba con hacer música hace más de 20 años, está por repetir en dos fechas en el Movistar Arena?
-Me llena de orgullo obviamente y también estando dentro de mí mismo, veo las veo las similitudes y hay un montón de cosas que no cambiaron. Desde el momento de privacidad que necesito cuando hago una canción hasta cómo es mi proceso creativo no cambió desde que empecé a los 15 años. Eso creo que marca un estilo propio y una manera de trabajar y después, es un orgullo enorme ver cómo se fueron cumpliendo cada uno de los sueños y de las metas, cómo se fueron materializando.

