Marina Calabró y su inspiradora historia de amor con Martín Albrecht: "Mi viejo me lo dejó en esta tierra para que me cuide en su nombre"

La semana pasada, Marina Calabró (47) fue la protagonista del Íntimo de GENTE y allí, entre otros puntos, se refirió a la posibilidad de contraer matrimonio con su pareja desde hace ocho años: Martín Albrecht (53). "Hace un tiempito la idea del casamiento me ilusionaba por esto de que para mí casarse es poner la firma por un amor. Me parece que hay amores que merecen que uno ponga la firma", aseguró la periodista que terminó abriendo la puerta a pensar en un futuro cercano donde se la vea luciendo vestido de novia.

Pero, ¿cómo comenzó su historia de amor? Consultada por GENTE, la también politóloga relató: "‘Fue muy casual-causal’ diría Moria (Casán). Año 2013, 5 de junio, yo estaba saliendo de América por el molinete de Fitz Roy, estábamos haciendo ’Infama’. Yo estaba muy fastidiosa y muy contrariada porque mi hermana festejaba su cumpleaños, hacía una reunión en un restaurante y era en pleno quilombo de ’La ruta del dinero K’, que había estallado en abril pero seguía con los coletazos".

Y continuó: "Estoy saliendo y me encuentro en el molinete con un tipo que yo no conocía, hablando por teléfono, baja el teléfono para saludar a los señores de seguridad -todo sonriente- y le digo -me molestó que estuviera tan feliz, yo estaba contrariada- ‘qué sonriente que estás’ y me dice ‘si, es que hoy es mi cumpleaños’. ‘Ah bueno, feliz cumpleaños‘ le respondí sin saber quién era, ni cómo se llamaba ni nada".

"Me voy para el estacionamiento y me lo vuelvo a encontrar, me saluda y quedó ahí. Al día siguiente o a los dos días, me escribe Rodrigo Espector -productor de ‘Infama’- y me dice ‘Tengo un amigo en Comerciales que se llama Dani, Daniel Cilingo, y me dice si le puedo pasar tu teléfono a Martín Albrecht’. ‘¿Quién es Martín Albrecht? No lo conozco, no me rompas Ro’ le digo", recordó.

En ese sentido, advirtió de quién se trataba cuando el productor le mencionó que era "el del molinete". "Entonces si pasale el teléfono porque es guapo", le respondió en ese momento.

"Esa sonrisa que al principio me molestó, de renegada que estaba y odiada con la vida, fue lo que me enamoró de él, sin dudas", destacó súper enamorada.

Marina también recuerda la primera llamada que recibió de Martín, un llamado que atendió mientras conducía en su coche. "Le digo ‘mirá, no puedo hablar ahora, estoy medio perdida acá en Belgrano, tengo que llegar’. Se me había hecho tarde con una prueba de ropa, entonces le corté el rostro en menos diez y le dije ‘llego a casa y te llamo’. Llegué a casa, no sé, me olvidé, tampoco es que nos habíamos visto antes", detalló.

En esa línea, admitió que un poco "se había hecho la difícil" y que pasaron un poco más de diez días hasta que se concretara la esperada primera cita: "Estaba muy con la mira telescópica por La ruta del dinero K, no porque yo interesara, sino porque tenía guardias periodísticas. Entonces la primera salida fue una cena en su casa". Además, recordó el menú de aquella ocasión: " Unos sorrentinos de calabaza que cocinó él".

Coca y Juan Carlos Calabró: cómo recibieron a Martín Albrecht en la familia

"(Martín) lamentablemente lo conoció en el sanatorio (a Juan Carlos Calabró). Fue un par de veces conmigo a visitarlo, y después se vieron en el homenaje que le hizo APTRA en el teatro Colón durante una entrega de los Martín Fierro", contó la conductora.

"En ese homenaje nosotros ya estábamos de novios, me hubiera gustado que mi viejo lo conociera porque Martín es encantador pero siento que hubieran congeniado bien, se hubieran querido. Soy una convencida de que mi viejo me lo dejó a Martín en esta tierra para que me cuide en su nombre", resaltó.

En cuanto al vínculo con su madre, acotó que se llevan bárbaro y remarcó: "No es posible que alguien no se lleve bien con Coca porque es un personaje delicioso, y es una mujer positiva, alegre, informada, canchera, mi vieja es como muy fuera de su tiempo".

La boda: una puerta entreabierta para Marina Calabró y Martín Albrecht

"Él es más relajado, tiene muy laburadas las cuestiones espirituales. Medita, respira, hace animal movement, yoga ashtanga, corre. Entonces él se toma la vida con otra filosofía, es mucho más sabio que yo. Me ayuda, es un cable a tierra", elogió de su pareja.

Luego de pensamientos dubitativos sobre la posibilidad de casarse con Albrecht, Calabró llegó a la conclusión que tarde o temprano sucederá. "¿Cómo no poner la firma ahora? Es un amor maduro, los dos tenemos una convicción absoluta yes lo mejor que a los dos nos pasó en la vida", cerró.