El siniestro plan de Torcuato (Vicuña) está por entrar en su fase final. Esta última parte, acaso la más cruel, contempla dispararle a Lidia (Casero). La tarea le será asignada al propio Delucca (Pérez), quien se niega a ejecutar la orden aduciendo que no se encuentra preparado para este tipo de "menesteres".
De todos modos, el falso director teatral continuará con el engaño. Citará a la joven Morel en una casa, donde ambos tendrán una álgida discusión. Ella abrirá su corazón y manifestará sentirse engañada profesional y sentimentalmente: la obra resultó ser una farsa y el hombre del que se enamoró no es más que un ventajista.
En el fragor del intercambio verbal, Delucca tomará su arma y la amenazará. Sin embargo, no se animará a jalar del gatillo. Temiendo que su cobarde ladero eche todo a perder, Ferreyra aparecerá en escena y será él quien se encargue de ese disparo fatal...
Bruno (Baró) será el primero en llegar al lugar e intentará asistir a una malherida Lidia. Lucía llegará unos minutos después. Incrédula, no podrá contener la angustia y la desazón.
Moretti (Heredia) y Raquel (Suárez) se despiden. Es momento de que Aldo se quede junto a su esposa y su hija recién nacida. Devastado, el joven italiano entiende que debe estar con su familia pero no podrá evitar el recuerdo permanente de su amada polaca