Sabe que el próximo domingo no será un día simple: vuelve el emblemático programa de Telefe a salir al aire y ella deberá acompañar a Jey Mammon en este gran desafío. Sin embargo, se muestra entusiasmada con la idea y asegura que todos quieren que este espacio -creado por Gerardo Rozín- siga siendo el lugar donde los artistas se sientan bien acogidos. En una charla profunda y sincera, la conductora habló sobre su amor por el baile, la música y también de su pareja -Martín Insaurralde-, su hija Chloe y la posibilidad de volver a ser mamá.
Jesica Cirio apura un cafecito mientras elige con qué look comenzará la sesión de fotos del Íntimo de la Semana de GENTE.
La modelo y conductora eligió una temática para esta producción que la representa por completo: el baile.
“Amo la música y el baile, de hecho, tomo clases desde muy chiquita: comencé a estudiar ballet a los 4 años y después sume folklore, flamenco y todo ritmo que se te ocurra”, nos cuenta mientras se prueba un outfit súper canchero y moderno.
-Si, creo que en algún momento me imaginé bailando profesionalmente pero con el tiempo me fui enganchando con otras disciplinas. Lo que recuerdo muy bien es que, si tenía que maquillarme, peinarme y vestirme para un acto del colegio, lo hacía con mucho entusiasmo: dejaba todo en cada show (se ríe)
-No, no siempre me daban un papel tan importante pero te aseguro que, aunque me tocara un personaje mínimo, yo lo interpretaba con mucha garra. Amaba sólo el hecho de participar: eso me generaba mucha felicidad y, cuando me autorizaban, me sumaba a la producción y hasta proponía ideas.
-¿Sabés que nunca se me dio por las imitaciones? ¡Se ve que no era lo mio! Lo que sí hacía era mirar videos de Madonna y Britney Spears y moría por ellas.
-Si, totalmente: tomo clases todos los días y, cuando no lo hago, siento que me falta algo. El baile es muy terapéutico para mi. Me da paz, serenidad y, a la vez, me activa y energiza. También disfruto mucho de las clases que doy yo de zumba o danza fitness y siento que es una forma especial de conectarme con la gente: me encanta ver cuánto se divierten y cómo se expresan con total libertad. Es lindo poder bailar sin la exigencia de preguntarte: “¿Lo estoy haciendo bien?”. No pasa por ahí la cuestión y la gente que viene a mis clases lo comprende. Yo miro las caritas de esas personas fascinadas (y también agotadas) cuando termina la clase y siento una gran satisfacción porque descubro que se conectaron con la música de la misma manera que yo.
-No, nunca me gustó mucho la actuación. Intenté hacer ficción alguna vez, cuando era más joven, pero me di cuenta que no era lo mio y ya no es algo que me atraiga volver a probar.
(Se ríe) Me gusta mucho, es verdad. Siento que Tik Tok es una opción para que los chicos más jóvenes -que son los que más lo usan- puedan mostrar su arte y valoro enormente esa posibilidad. Vos pensá que antes -si no te presentabas a un cásting o llegabas de alguna forma a la televisión- nadie podía verte bailar, conocer tu talento, saber que existías y hoy Tik Tok te permite llegar a millones de personas en el mundo.
-Chloe es una apasionada del baile, como yo, pero es súper tímida.
-Fui muy tímida pero en la adolescencia, no a su edad.
-¡Seguro! De hecho ayer fuimos a almorzar con ella y el padre y, de la nada, empezó a bailar en el medio del restaurante y casi terminó protagonizando un show para todos los que estaban comiendo ahí (Se ríe). ¡Fue rarísimo! El lugar estaba lleno de gente y ella bailaba entre las mesas súper feliz y Martín (Insaurralde) y yo nos mirábamos onda: “ ¡¿Qué pasó?!”. Pero todo tiene que suceder cuando ella quiere y tiene ganas: no es una nena a la que le vas a pedir que haga una coreo y te va a obedecer sin chistar.
-Mucha personalida. Es súper alegre, sociable, ama ir al jardín y no le costó nada adaptarse a su maestra y a sus compañeros pero tiene su carácter y es muy determinada.
-Ay… no te puedo mentir: Soy muy relajada y me cuesta muchísimo ponerle límites. De hecho, este año me propuse ser más firme y estricta con ella porque siempre termino pidiéndole al padre que sea la autoridad de la casa y no debe ser asi, lo sé perfectamente. A veces me encuentro diciéndole: “Chloe, si no hacés tal cosa se lo voy a contar a tu papá” y está mal: tiene que respetarme tanto como a él. Pero admito que es un tema en el que voy a trabajar mucho este año porque no es algo que me salga naturalmente.
-Me cuesta porque la extraño pero no es que soy una mamá culposa: disfruto al máximo del tiempo que estoy con ella pero, cuando me voy a trabajar, intento conectarme con lo que estoy haciendo. Por suerte, tengo la posibilidad de organizar mis horarios entonces trato de llegar siempre a buscarla al jardín y dedicarle mis fines de semana.
-Las dos somos muy activas y disfrutamos a pleno de la vida al aire libre. Vivimos en un lugar donde hay mucho verde -tipo campo- asi que para ella es un planazo salir a caminar y juntar bichitos, por ejemplo. También le gusta andar en bici, disfrazarse y jugar con muñecas, como cualquier nena. Ahora toma clases de baile y gimnasia con una profesora porque me gusta que empiece a trabajar, desde chiquita, en la concentración y el equilibrio. También fue a natación hasta hace poco. Como verás: no para.
¡Súper bien! ¡Los ama con locura! Tiene desesperación por estar con ellos y uno de sus planes favoritos en el mundo es ir a la cancha con sus hermanos y su papá.
-Todos de Banfield. Cada vez que hay partido ella es la primera de la familia en ponerse la camiseta y está lista desde temprano para ir a la cancha. Es más, llega a la noche y no sabés lo que me cuesta que se saque todo para bañarse. El fútbol es la pasión que comparte con su papá y sus hermanos. Además, imagínate, en la cancha come pizza, caramelos y todo lo que se te ocurra… ¿Cómo no va ser su programa favorito del fin de semana?
-Uff… es un padrazo. Tiene devoción por Chloe. ¡Bah! Tiene adoración por todos sus hijos pero ella es la única nena, la más chiquita y la mimada de todos.
-No sé… Me da una fiaca volver a arrancar de cero con un bebé (Se ríe) Tampoco lo descarto, ¿eh? Pero la veo a Chloe tan criada, tan señorita, que me cuesta imaginarme embarazada otra vez.
-No, ella duerme en su habitación pero la realidad es que muchas noches se pasa a nuestra cama y… ¿Te confieso algo? ¡A nosotros nos encanta!
-Nos conocimos en el 2009 o 2010, no recuerdo bien el año pero sí que había ido a hacerle una entrevista. En ese momento no pasó nada entre nosotros: tuvimos buena onda y charlamos mucho porque teníamos gente en común, él es de Lomas de Zamora y yo soy de Lanús. Pero, después de eso, no volvimos a vernos hasta el año 2012 en el que nos reencontramos y me invitó a salir.
-Le llevó como un año que aceptara una cita. ¡Un santo! Pero te aclaro: no es que me quería hacer la difícil, me preocupaba el combo de un hombre separado y con 3 hijos. Pensaba: “Me voy a meter en un lío”. Si bien hacía 6 años que estaba separado, yo nunca había estado en pareja con alguien con hijos y me asustaba un poco enfrentar ese desafío.
-Si, tal cual. La primera vez nos encontramos en un Starbucks… Que poco románticos, ¿no? (Se ríe) ¿Y lo más raro? ¡Nadie nos vió! ¡La prensa no se enteró! Ahí empezó todo, comenzamos a vernos más seguido y bueno, un día éramos novios.
-A mi siempre me gustó charlar con él: desde el primer día descubrí que teníamos mucho en común. También sentía que era un gran padre -me hablaba de los chicos y me derretía de amor- y eso me resultó muy seductor, a pesar de mis primeros temores sobre cómo sería salir con un hombre con hijos. Creo que él supo como alejar todos mis prejuicios y eso habla de lo inteligente que es.
-Nunca. Es más, hoy a la mañana -mientras desayunábamos- hablábamos de eso: de lo mucho que mejoró nuestra relación con el paso del tiempo. A diferencia de otras parejas que se desgastan, la nuestra se consolidó, se acomodó y hoy estoy en condiciones de decir que estamos mil veces mejor que al principio. A ver, no quiero darte la imagen de una pareja perfecta: tenemos discusiones como cualquiera. Pero aprendimos a conocernos y maduramos los dos en estos años: hoy cedemos con más facilidad y sabemos perfectamente qué le gusta a uno del otro.
-¡Muy! Celebramos cada fecha y nos encanta hacernos regalitos. No te voy a decir que lo espero con una rica comida casera porque no es lo mio: el cocinero de la pareja es Martín… ¡Prepara platos deliciosos! También aprovechamos los aniversarios para salir solos, tener nuestro momento de “novios” y los disfrutamos a full.
-Martín es el hombre más compañero del mundo: él me ama, quiere que crezca y siempre me apoya para que acepte nuevos proyectos. A mi, cada vez que me llega una propuesta, me resulta natural hablarla con él, consultarle qué le parece y analizarla juntos, debatirla… Pero Martín siempre va a estar a favor de que yo me sienta plena con la actividad que encare: jamás me va a boicotear.
-Si, me encanta y lo hago espontáneamente. Obviamente, coordinamos agendas y, si por algún motivo no puedo asistir a un evento con él, sé que está todo bien: jamás me haría un reproche.
-¡No! ¡Para nada! Ese es su trabajo -que él ama y asume con total responsabilidad- y yo lo apoyo en un 100% pero no es algo en lo que piense incursionar.
-Y…no va a ser simple el regreso: la pérdida de Gerardo (Rozín) fue fatal para todos nosotros. Y no hablo sólo de mi que, como ya he dicho en varias oportunidades, lo consideraba un amigo y mi confidente: es duro para todo el equipo que hacía el programa. Pero hay una realidad: Gerardo amaba mucho a La Peña, la consideraba su casa y la cuidaba con esmero porque era el espacio en el que recibía a los artistas con cariño y respeto. Entonces todos vamos a esforzarnos para que este programa que él creó siga adelante con el mismo éxito de siempre.
-A mi me encanta Jey y creo que va a lograr a acomodarse al formato pero no sé si hay que pensar en él como un reemplazo de Gerardo. Jey va elegir su propio camino, su ritmo, su estilo y no debería estar pendiente de conducirlo de la misma forma en que lo hacía Gerardo. Nadie espera eso, creo.
-Si, claro, soy amiga de Euge y hablamos todo el tiempo.
-No, para nada. En estos días me pasa algo muy particular: pienso en los artistas que tenemos como invitados e intento imaginar qué les preguntaría Gerardo, cómo haría el reportaje. Yo admiraba mucho su forma de entrevistar, tan inteligente y cálida. Se me vienen frases suyas a la cabeza, hasta algunos latiguillos y, de alguna forma, siento que está presente en este gran debut que tenemos por delante.
-Si, claro. Perfectamente. Pudimos charlar mucho de su enfermedad, del tratamiento que hizo y puedo asegurarte que la peleó hasta último momento: fue un gran guerrero. Nunca dejó de hablar de sus proyectos y, es más, siento que ellos también lo mantenían vivo. Nunca se dio por vencido.
-Hablábamos por teléfono siempre y en diciembre lo vi por última vez pero no me gusta decir que me despedí de él porque yo intenté mantener la esperanza de que lo peor no ocurriera hasta último momento. Lo que sí me genera un gran alivio es saber que pude expresarle todo lo que sentía por él, no me quedó nada pendiente. Ahora todos tenemos el compromiso de que La Peña de Morfi se convierta en el gran legado de Gerardo.
Producción: Sofía Pérez Santía
Fotos: Fabian Uset
Video: Manuel Adaro
Contenido multimedia: Elisabet Correa y Manuel Adaro
Maquilló: Lorena Lio @lorena.lio- Peinado: Marcelo High @marcelohigh - Agradecemos: Roldan @roldanba por la locación , Iman y Acorde