Se prepara para debutar como una de las 16 participantes de "El hotel de los famosos" en eltrece, pero su presente tiene mucho más que eso. Y es muy diverso. La ex vedette hizo una transformación en su vida que hoy le permite hacer todo lo que le proponga un desafío. Desde un emprendimiento espiritual en Instagram hasta la comercialización de contenido erótico en una plataforma. Ella es Silvina Luna.
Son las doce del mediodía y Silvina Luna recibe al equipo de GENTE en su lujoso departamento en el Palacio Raggio del barrio porteño de San Telmo. Para ella no es una producción más. Propuso mostrarse al natural y este no solo es un detalle meramente estético. Hace unos años su vida tuvo un quiebre: encontrarse al borde de la muerte después de evidenciar ciertos problemas de salud por una cirugía que le practicó Aníbal Lotocki la motivó a buscar un cambio en la manera de vivir. Más terrenal, concentrada en el presente y con proyectos de los más variados. “Elijo el bienestar físico, mental y espiritual. Hubo momentos en los que me perdí para encontrarme. Hoy me siento más plantada, segura y queriéndome así. Me miro al espejo y, después de muchos años, me gusto”, dice.
Confiesa que prefiere no etiquetarse en un rol puntual y por eso sus actividades son de las más diversas. En plena pandemia lanzó “Simple y consciente”, un emprendimiento en donde despliega sus conocimientos en couching y espiritualidad; comercializa fotos y videos en una plataforma de contenido erótico para adultos y se prepara para ser una de las 16 participantes de “El hotel de los famosos” -el reality que conducirán Pampita y el Chino Leunis desde marzo en la pantalla de eltrece- y será, de alguna forma, revivir un poco lo que sintió en “Gran hermano”, el ciclo que la instaló en el medio hace más de dos décadas. Además, hace yoga y medita todos los días para alcanzar ese famoso "equilibrio".
-Siempre fui de ir más allá, de buscar algo más. Si me remonto a “Gran Hermano”, que fue hace veinte años, me importaba poco la opinión ajena, aumenté diez kilos y me reía. Quizás es porque era bastante inocente. Pero cuando empecé en los medios, me di cuenta que como mujeres estamos bajo las creencias de los estereotipos. Por querer mejorar o tener una exigencia sobre mi cuerpo me hice una cirugía y a partir de ahí tuve el problema que es de público conocimiento. Empezó un camino de decir ‘por acá no es’ por lo que comencé a hacer terapias que hoy comparto en mi proyecto con referentes que me dieron herramientas y vinieron a sumar.
-Sí. Por mucho tiempo fui presa de la crítica ajena. Cuando me operé venía de un momento en el que había viajado bastante tiempo afuera y tenía que volver al teatro de revista, en donde mi cuerpo estaba expuesto. Sentí la presión de que si tenía que mostrar el cuerpo tenía que ser con todo. Yo no estoy en contra de las cirugías porque a muchas personas les da bienestar, pero tuve la mala suerte de toparme con un mal profesional.
-Se trataba de un momento en el que las operaciones eran furor. Yo lo que aprendi es que había ignorancia de mi parte y estaba sola porque no tenía a mis padres para charlarlo. Si quieren hacerse una intervención, recomiendo que consulten y estén bien informados para dar con un buen profesional.
Todo este cambio del que habla la ex vedette tiene una correlación en el plano sentimental. Es un momento, define, en donde se encuentra mejor sola. “Estoy soltera, soy una persona muy independiente. Me doy todo lo que necesito, soy desapegada… cuando era más chica por ahí dependía más emocionalmente de una pareja, pero aprendí con el tiempo a ser una persona autosuficiente para brindarme lo que necesite. Los espacios, los momentos y elegir con quién quiero compartirlos. La verdad es que no apareció la persona ideal para acompañarme en este proceso”, asegura..
-Hace dos o tres años. Es un montón de tiempo. Pero también fueron dos o tres años de mucho disfrute. Hay gente que elige estar sola y que no quiere o no tiene la necesidad de estar en pareja. Es como el cliché o el mandato de caer en estos temas.
-Claro, totalmente. Estoy bien así como estoy ahora y no apareció la persona. Ojo, puede pasar (enamorarme).
-Está en el radar, pero no es algo que tenga que ver con mi presente actual. Hoy tengo otras prioridades más relacionadas a mi salud. Creo que primero uno tiene que estar bien para después poder criar un hijo. Por ahora no.
-Soy una persona muy del día a día, del presente. Cuido mis emociones y pensamientos porque creo que atraemos lo que vibramos. No guardo rencor ni resentimiento. Trato de estar al día, de perdonar y de perdonarme.
-Si, que vamos a hacer. Quieren show y novela… bueno damos eso.
Una de las grandes apuestas de eltrece para su horario central es “El hotel de los famosos”, un reality en donde 16 figuras del espectáculo convivirán al mejor estilo “Gran hermano”. Su participación tendrá un condimento extra ya que cuenta con la experiencia de haber permanecido encerrada largos meses. “De esa época me quede con Ximena Capristo y Gustavo Conti como amigos”, confiesa.
-Es rarísimo. A mi me divierten estas cosas. Es un rol más que voy a hacer en esto de desafiarme a entrar. Igual son otros tiempos porque con “Gran hermano” no sabíamos mucho y ni usábamos el teléfono.
-La verdad es que yo me fui negada de los medios y pensé que no volvía más. La crítica siempre me pesó y me pesaban algunas cosas del medio. Me fuí con el concepto de alejarme, pero después me di cuenta que no y que está bueno de integrar. Fueron veinte años en los que construí algo muy lindo así que decidí integrar esto del autoconocimiento con el espectáculo. Llegue hace tres meses y siento que volví con otra fuerza y renovada. Estoy plantada desde otro lugar, el disfrute.
-Para pasarla bien, hacer un detox tecnológico para estar en el presente y conectarme con los chicos que están ahí. Me parece divertido. Si en algún momento dejo de sentirme así calculo que me iré. Mi lema es disfrutar. La gente me va a poder ver desde otro lugar. Pasaron veinte años de “Gran hermano”, hubo un camino recorrido y quiero que me conozcan desde otro lugar.
-Si, muy ramdom. Pero creo que en esa diversidad puede estar lo interesante.
-Yo no lo conozco, pero lo he visto en la tele y me hace reir. Yo tengo una parte lúdica que siempre está disponible. Esto de ser zen me ayuda porque es una base a tierra. Si da para ponernos a meditar o hacer yoga, genial. Yo soy camaleónica.
El 9 de febrero pasado AníbaL Lotocki fue condenado a cuatro años de prisión y cinco de inhabilitación para ejercer la medicina por las "lesiones graves" que les provocó a cuatro de sus pacientes. Silvina fue intervenida en octubre y noviembre de 2011 en un procedimiento en el que le colocaron microesferas de polimetil metacrilato (PMMA) en la zona de los glúteos y muslos.
-Si lo vemos por lo que fue la sentencia, es poco; pero también fue un gran paso para nosotros y la Justicia argentina a la que le cuesta mucho reconocer los casos de mala praxis. Al ser condenado, nos terminaron dando la razón con todo lo que expusimos. Es un precedente. Mi deseo es que se acorten los procesos porque es un tema de salud y que otras chicas, que no denunciaron por vergüenza, se animen y hablen. Callar no es una opción.
-Si. Fue hace muchos años atrás. Al principio sentí el juicio ajeno. Como tenía que ver con la estética, muchas personas pensaban que era algo banal… pero tiene que ver con la vida.
-Sí y se presentó todo lo que se tenía que presentar mientras eso pasaba. A mí la Justicia me avaló. Lo que me pasó me pasó, mi salud no va a cambiar y esto es algo que me va a acompañar siempre.
-Ocupándome, pero trato de contrarrestar con una vida saludable y el bienestar fisico, mental y espiritual. Todo el camino que hice es parte de estar hoy entera y que se me vea saludable para seguir con ganas hacia adelante.
“En el medio de la pandemia se me ocurrió fundar ‘Simple y Consciente’ porque necesitaba contar lo que había vivido y algunas experiencias personales. Arrancó como un blog y después se me ocurrió ser un puente con la gente que estaba buscando herramientas. La pandemia nos permitió tomarnos una pausa y reflexionar cómo era nuestra vida y si éramos felices. Se armó una comunidad re linda”, cuenta.
“El couching lo que hace es acompañar a personas o instituciones en procesos de reflexión para tener una mirada más posibilitadora. Te da herramientas para el día a día, tener una apertura mental y está bueno porque haces un proceso personal para después ayudar a otras personas”, agrega.
-Hay que bajarle un poco de solemnidad a la palabra. Ser espiritual es levantarte todos los días, elegir ser feliz y tener emociones positivas. Es mucho más terrenal. Hay mucha gente que lo hace y ni sabe qué está haciendo esa filosofía de vida.
-Yo no lo hago para que me tomen en serio. Mira si tengo tiempo ahora para pensar en eso.
-Hice un camino para que no me afecte la crítica ni la opinión ajena. Uno tiene que superarse a uno mismo y estar focalizado en lo que quiere. Me importan los que me conocen de verdad.
-Es uno de mis universos. Este año voy a seguir con los vivos de Instagram, talleres presenciales y online junto a algunas charlas.
Producción: Caro Gagliardini
Fotos: Chris Beliera
Edición de video: Cristian Calvaini
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Contenido multimedia: Elisabet Correa, Cami Uset y Manu Adaro
Agradecimiento especial al cátering de @sabores_yalgomas