Un buen bizcochuelo casero esponjoso, alto y suave es la base perfecta para acompañar el mate, el café o para rellenar en una torta. Sin embargo, muchas veces queda chato o denso. La diferencia está en un truco sencillo que transforma el resultado.
El secreto de un buen bizcochuelo
Para que el bizcochuelo quede aireado y crezca bien, el paso clave es batir los huevos con el azúcar durante varios minutos hasta lograr una mezcla bien espumosa y clara (punto cinta). Ese aire atrapado en la mezcla será lo que lo haga crecer y quedar liviano.
Otros tips:
1-Tamizar siempre la harina antes de incorporarla.
2-Integrar con movimientos envolventes para no perder aire.
3-Horno precalentado y constante (180 °C), sin abrir antes de los 25 minutos.
Receta del bizcochuelo clásico de vainilla
Ingredientes (molde de 24 cm)
-4 huevos
-200 g de azúcar
-200 g de harina leudante (o común + 1 cdita de polvo de hornear)
-1 cucharadita de esencia de vainilla
-50 ml de leche
-50 ml de aceite neutro
-Una pizca de sal
Cómo prepararlo
Batí los huevos con el azúcar y la vainilla durante 7-8 minutos, hasta que la mezcla quede espesa y pálida. Sumá la leche y el aceite en forma de hilo, sin dejar de batir. Tamizá la harina con la sal e incorporala de a poco con movimientos envolventes. Volcá la preparación en un molde enmantecado y enharinado. Horneá a 180 °C por 30-35 minutos, sin abrir el horno antes de tiempo. Retirá, dejá enfriar y desmoldá.
Tip GENTE
Si querés un bizcochuelo aún más esponjoso, reemplazá 2 cucharadas de harina por fécula de maíz: ¡Vas a notar la diferencia!



