El puré de papas parece una receta básica, pero tiene sus trucos. No se trata sólo de hervir papas y pisarlas: los detalles hacen la diferencia. El secreto está en la temperatura de los ingredientes y en el orden en el que se incorporan.
Lo fundamental es pisar las papas cuando todavía están calientes, apenas salen del agua. Si se enfrían, el almidón se endurece y aparecen los grumos. Después, hay que sumar manteca caliente primero, para que se funda y se adhiera bien al puré, y recién entonces la leche tibia, poco a poco, para darle esa cremosidad que todos buscan. Hacerlo al revés suele ser el error más común que arruina la textura.
Con este procedimiento, vas a notar la diferencia desde la primera vez: un puré aireado, suave y sin un solo grumo. Ideal para acompañar carnes, pollo, pescado o incluso para ser protagonista en un pastel de papas bien casero.
Ingredientes (para 4 porciones)
-1 kilo de papas
-50 g de manteca
-150 ml de leche
-Sal y pimienta a gusto
-Una pizca de nuez moscada (opcional)
Paso a paso para un puré perfecto
1-Hervir las papas enteras y con cáscara, en abundante agua con sal, hasta que estén tiernas al pinchar con un cuchillo.
2-Pelar y pisar en caliente: apenas las retires del agua, pelalas y pisalas enseguida. Este paso es clave para que no se formen grumos.
3-Sumar la manteca caliente: incorporala inmediatamente, mezclando bien para que se funda y se integre en toda la preparación.
4-Agregar la leche tibia de a poco: incorporá un chorrito, mezclá, y seguí así hasta lograr la consistencia deseada. Esto evita que el puré quede aguado.
5-Condimentar y servir: sal, pimienta y, si te gusta, un toque de nuez moscada para realzar el sabor. Serví inmediatamente para que conserve su textura ideal.
Tip GENTE
Para un puré aún más suave, usá un prensapuré en vez del tenedor. Y si querés una versión más sabrosa, reemplazá parte de la leche por crema o por caldo caliente. El resultado será un puré más gourmet, sin perder la simpleza de lo casero.

