El budín de limón es uno de esos clásicos que nunca pasan de moda. Ideal para acompañar el mate, el té o el café, es simple, rendidor y siempre da la sensación de hogar. Pero no siempre sale bien: muchas veces la masa queda seca, pesada o sin el aroma intenso que lo hace inolvidable.
El secreto para lograr un budín increíble está en un detalle de la receta: sumar yogur o crema a la mezcla. Ese ingrediente extra aporta humedad y suavidad a la miga, logrando que el budín sea esponjoso, fresco y se conserve perfecto por más tiempo.
El truco, explicado paso a paso
1-Agregar yogur natural o crema de leche a la masa base. Con una sola taza es suficiente para transformar la textura.
2-Batir bien los huevos con el azúcar hasta que la mezcla quede aireada, lo que asegura que el budín crezca sin apelmazarse.
3-Incorporar la harina con movimientos suaves: no batir de más en esta etapa, porque perderías el aire conseguido.
4-Cocinar a temperatura moderada (180 °C) para que se cocine parejo sin resecarse.

Ingredientes para un budín perfecto
-3 huevos
-200 g de azúcar
-200 g de harina leudante
-100 g de manteca
-1 pote de yogur natural (o 100 cc de crema)
-Ralladura y jugo de 1 limón
La receta
Batir los huevos con el azúcar hasta que la mezcla esté pálida y espumosa. Incorporar la manteca derretida y el yogur o la crema. Mezclar bien. Agregar la ralladura y el jugo de limón. Sumar la harina tamizada en tres partes, integrando con movimientos envolventes. Volcar la preparación en un molde enmantecado y enharinado. Hornear a 180 °C de 35 a 40 minutos.
Tip GENTE
Terminá con un glaseado de jugo de limón y azúcar impalpable. Le da brillo, sabor y la textura justa para un budín de pastelería.

