Las empanadas son un clásico de la mesa argentina y del Río de la Plata: infaltables en reuniones familiares, picadas con amigos y hasta en una cena rápida de semana. Son versátiles, económicas y siempre rinden. El problema es que muchas veces, cuando llegan al horno, la ilusión se complica: la masa se adhiere a la asadera, se despega mal, se rompe el repulgue y el relleno se desparrama.
¿Por qué pasa esto? Generalmente, porque la humedad de la masa o del relleno entra en contacto directo con la bandeja caliente, generando ese efecto de “pegado” que arruina el resultado final.
La buena noticia es que existe un truco muy simple —que no requiere más de un minuto extra de preparación— para que las empanadas nunca más se peguen.
El secreto infalible de las empanadas
El paso clave está en preparar bien la superficie de cocción antes de colocar las empanadas. Hay varias técnicas posibles, todas efectivas.
1-Engrasar y enharinar
Untar la bandeja con apenas unas gotas de aceite (o un poquito de manteca) y luego espolvorear con harina o pan rallado fino. Esto crea una fina película que actúa como aislante entre la masa y el metal.
2-Papel manteca
Es la opción más práctica y segura. Colocá una hoja sobre la bandeja y apoyá encima las empanadas. No se pegarán nunca, y además la limpieza es inmediata.
3-Placa de silicona
Reutilizable y ecológica, permite cocinar sin grasa extra y evita totalmente que la masa se adhiera.
Paso a paso para hornear empanadas perfectas
Precalentar el horno a 200 °C, para que al entrar ya tengan calor fuerte y no se humedezca la base. Preparar la asadera con cualquiera de las técnicas: engrasar + harina, papel manteca o placa de silicona. Colocar las empanadas con espacio entre sí, para que circule el aire y se cocinen parejas. Pincelar con huevo batido (o leche si buscás un dorado más suave) para lograr un color parejo y apetitoso. Hornear de 20 a 25 minutos hasta que estén doradas y crocantes.
Tip GENTE
Si usás rellenos muy jugosos (carne cortada a cuchillo, cebolla salteada, espinaca), es clave escurrirlos bien antes de armar las empanadas. La humedad extra es lo que más contribuye a que se peguen.
Para un toque distinto, probá espolvorear semillas de sésamo o amapola en la superficie antes de hornear: además de decorar, le dan sabor y textura.
Si querés empanadas más livianas, podés pincelarlas con agua en vez de huevo: quedan brillantes y doradas, pero con menos grasa.



