Parece un truco de cocina, pero es real: con apenas tres ingredientes y sin necesidad de amasar, se puede preparar un pan de leche esponjoso, dorado y con aroma a hogar.
Esta receta nació como una alternativa práctica y más liviana al pan tradicional. Es perfecta para quienes buscan algo casero, sin complicarse, y con un resultado tan tentador como saludable.
Además, no requiere levadura ni largos tiempos de levado. En apenas media hora, el horno hace su magia y el resultado sorprende: una miga húmeda, una corteza fina y ese sabor ligeramente dulce que combina tanto con lo salado como con lo dulce.
Una receta simple de pan de avena que conquista por su textura
Lo más interesante de este pan es su textura: tierna, uniforme y con ese toque que lo vuelve único.
La clave está en la avena, que al absorber la leche actúa como sustituto natural de la harina, logrando un efecto similar pero más saludable y con más fibra.
Es una opción perfecta para quienes evitan el gluten o simplemente quieren incorporar cereales integrales sin perder placer.
Ingredientes
-2 tazas de avena molida (podés usar copos licuados o procesados hasta que parezcan harina)
-1 taza de leche (común o vegetal: almendra, avena o coco, según preferencia)
-2 cucharaditas de polvo de hornear
-Opcional: una pizca de sal, una cucharadita de miel o de aceite de oliva para realzar el sabor y darle un tono más dorado.
Preparación del pan de avena
1-Mezclar
En un bowl, unir la avena con el polvo de hornear y la sal. Agregar la leche de a poco, removiendo con cuchara o espátula, hasta obtener una mezcla húmeda y pareja, más espesa que un panqueque, pero no tan firme como una masa tradicional.
2-Verter
Colocar la mezcla en una budinera o molde pequeño forrado con papel manteca o apenas aceitado.
3-Hornear
Cocinar en horno precalentado a 180 °C durante 25 a 30 minutos, hasta que la superficie esté dorada y al insertar un palillo salga limpio.
4-Desmoldar
Dejar enfriar unos minutos antes de desmoldar y cortar. Esto permite que se asiente la miga y mantenga su humedad natural.
Tip GENTE
Este pan es tan versátil como fotogénico. Podés servirlo tibio, con una capa de mermelada casera, queso crema o manteca de maní.
También funciona como base para tostadas, bruschettas o acompañamiento de sopas y ensaladas.
Si querés un aire más gourmet, sumá semillas de girasol o un hilo de aceite de oliva con flor de sal por encima antes del horneado.
Otra versión muy rica: agregar un toque de canela y trocitos de manzana para hacerlo dulce, o romero y queso rallado si preferís una versión salada.


