"En caso de ganar, la devolvería", dijo el reconocido cocinero argentino. Todos los motivos detrás de su crítica al reciente desembarco del prestigioso premio en nuestro país.
Francis Mallmann (67) retomó un artículo periodístico que reflexionó sobre la Guía Michelin y sus métodos para otorgar las famosas estrellas de reconocimiento a los restaurantes. En esa nota, la periodista Julia Moskin cuestionó que la exclusiva organización acepte dinero de distintos patrocinadores e insinúa que esto puede influenciar a los "inspectores secretos" a la hora de otorgar la mención.
El "Rey de los fuegos" publicó un recorte del diario más famoso de Estados Unidos y comenzó: "Hoy en la primera página del New York Times. Argentina también pagó recientemente la cuota de 600 mil a Michelin para ser parte de la guía".
Respecto a cuándo se sabrán los resultados en Argentina, Mallmann comentó: "Dijeron que le darían estrellas a restaurantes de Buenos Aires y Mendoza (donde tengo mi restaurante 1884) que llevan 25 años abiertos. Las estrellas se anunciarán en noviembre".
Sobre la posibilidad de recibir este reconocimiento internacional, Francis dijo sin temor: "Después de casi 50 años cocinando profesionalmente, realmente deseo que no ganemos una estrella. Si es así, no lo aceptaría".
Para finalizar, Mallmann dejó un tierno mensaje y rescató lo que para él son sus valores principales: "Compartamos pan, pensamientos y romance. Tomados de la mano hasta el fin de la esperanza".
Cabe destacar que el único argentino que recibió menciones por parte de la Guía Michelin es Mauro Colagreco. El cocinero que se mudó a Francia en el año 2001 recibió tres estrellas por su restaurante Mirazur.
Desde el sitio web de la Guía explican que "su riguroso proceso de selección es aplicado en todo el mundo de manera independiente". Además, señalan: "Es una selección que realizan inspectores anónimos, profesionales con una excelente formación que aplican los mismos métodos de trabajo en todo el mundo".
Ningún restaurante sabe si está recibiendo la visita de un inspector, ya que estos visitan los lugares varias veces como si fuesen un cliente más, pagan su cuenta, y luego elaboran un informe donde analizan 6 ítems:
Luego, los reportes se debaten hasta que se llega a la decisión de otorgar una, dos y hasta tres estrellas Michelin, la distinción más alta.
Las estrellas se renuevan año a año. Y, según aseguran, no hay una fórmula para conseguirlas, lo único que importa es que sea una cocina realmente excepcional.