Hacer pizza en casa siempre es un plan tentador, pero muchas veces la masa queda blanda o gomosa. La clave está en un detalle muy simple que asegura una base crocante y deliciosa.
¿Cuál es el secreto? Precalentá la placa o piedra en el horno antes de colocar la masa: el golpe de calor hace que quede dorada y firme.
Estirá la masa fina, sin exceso de harina, para que no pierda elasticidad. Terminá la cocción con horno fuerte (250 °C si es posible) durante los últimos minutos para lograr crocancia extra.
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La receta de una pizza crocante
Ingredientes (2 pizzas chicas)
-300 g de harina 0000
-1 cucharadita de sal
-1 cucharadita de polvo de hornear
-150 ml de agua tibia
-2 cdas de aceite de oliva
-200 g de queso mozzarella rallado
-150 g de salsa de tomate
-Orégano a gusto
Cómo prepararla
Mezclá la harina, la sal y el polvo de hornear. Sumá el agua tibia y el aceite hasta formar una masa suave. Dividí en dos bollos y estirá bien finos. Colocá la masa sobre una placa o piedra precalentada en horno fuerte y cociná 5 minutos. Retirá, agregá la salsa, la mozzarella y el orégano. Volvé al horno 10 minutos más, hasta que el queso se derrita y la base quede crocante.
Tip GENTE
Si querés una pizza aún más crujiente, espolvoreá un poquito de sémola fina en la placa antes de colocar la masa.

