La delicada salud de Ernesto de Hannover: el ex marido de Carolina de Mónaco y uno de los aristócratas más polémicos de Europa se encuentra internado en estado crítico – GENTE Online
 

La delicada salud de Ernesto de Hannover: el ex marido de Carolina de Mónaco y uno de los aristócratas más polémicos de Europa se encuentra internado en estado crítico

ERNESTO DE HANNOVER
A los 71 años y tras una recaída grave, el jefe de la Casa Real de Hannover y bisnieto del emperador alemán Guillermo II permanece en la unidad de cuidados intensivos de una clínica en Madrid. Su historial médico y los silencios familiares suman tensión al cuadro.
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Ernesto Augusto de Hannover, el exesposo de Carolina de Mónaco (68) y jefe de la Casa Real de Hannover fue ingresado de urgencia el pasado 11 de abril en la Clínica Ruber Internacional de Madrid.

A sus 71 años, el estado del bisnieto del emperador alemán Guillermo II es grave y permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos, acompañado por su pareja actual, Claudia Stilianopoulos (51), hija de la icónica socialité española Pitita Ridruejo.

Está muy delicado, pero no queremos alarmar”, expresó su familia a medios españoles intentando calmar la ola de rumores que estallaron tras su ingreso hospitalario. Sin embargo, mientras otros medios indican que el pronóstico es reservado y que crece la preocupación en su entorno íntimo, otras fuentes aseguran que presentó una leve mejoría y que fue trasladado a una sala común.

En los 2000 su salud empezó a deteriorarse. Pancreatitis, cirugías, una operación de cadera que lo dejó usando andador y un tumor maligno en el cuello tratado con crioterapia.

Un historial médico alarmante: del alcoholismo a un vía crucis de internaciones

El estado actual de Ernesto de Hannover no es un hecho aislado. El príncipe ha atravesado un auténtico vía crucis de salud en los últimos años: una operación de cadera, múltiples internaciones, una pancreatitis aguda, y más recientemente, en 2019, el diagnóstico de un tumor maligno en el cuello, por el cual fue tratado con crioterapia.

A esto se suma un frágil estado físico que lo ha obligado a desplazarse con andador en algunas apariciones públicas.

Su estilo de vida excéntrico y sus excesos del pasado —que incluyeron escándalos etílicos, peleas con la prensa y hasta episodios con la policía— han dejado huella en su salud. Aunque desde hace un tiempo había optado por una vida más tranquila y casi anónima en Madrid, los expertos en realeza indican que los daños de alguna manera eran cuestión “preanunciada”.

Fue uno de los aristócratas más polémicos de Europa: peleas con paparazzi, alcohol, detenciones, y hasta denuncias por violencia. Pero también supo codearse con la realeza más top.

¿A qué se dedica hoy el príncipe Ernesto?

Lejos de los flashes y los títulos, el ex de Carolina lleva una vida discreta entre España y Austria. En los últimos años, se mantuvo alejado de toda actividad pública, sin funciones oficiales en la casa real monegasca y tampoco en el círculo de nobleza alemana, con la que mantiene disputas por temas patrimoniales.

En su vida cotidiana, se lo ha visto acompañado por la artista e interiorista Claudia Stilianopoulos, con quien comparte una casa en el exclusivo barrio madrileño de El Viso. Allí, Ernesto encontró cierto refugio, tras conflictos familiares con su hijo mayor —Ernesto Augusto Jr.— que incluyeron litigios por castillos, tierras y herencias que terminaron por romper el vínculo.

Dónde está Carolina de Mónaco y por qué jamás se divorció de Hannover

Aunque llevan años separados, Carolina nunca firmó oficialmente el divorcio. Esa decisión, que muchos interpretaron como una “fidelidad afectiva”, es en realidad —según analistas de realeza— una jugada protocolar.

La estrategia de ella sería mantener el título de Alteza Real que obtuvo al casarse con él, y proteger los derechos de sus hijos en la línea sucesoria del ducado de Brunswick.

Hasta el momento, ni Carolina ni ninguno de los hijos de Ernesto ha emitido comunicado alguno sobre su estado ni se expresaron siquiera a través de portavoces.

Ernesto de Hannover vive entre Austria y España, alejado de la vida pública. Con su hijo mayor, Ernesto Jr., está enfrentado: lo acusa de haberlo despojado de propiedades y traicionado la herencia familiar. Quien va a visitarlo es su hijo Christian. En la foto, años atrás con Carolina, Pierre Casiraghi –el hijo de ésta con Stephano Casiraghi– y Alexandra Hannover, la hija que tuvieron en común.

La “batalla final” de un aristócrata que quiso vivir a su manera y protagonizó innumerables escándalos

Con el cuerpo debilitado y un legado manchado por escándalos, Ernesto de Hannover enfrenta hoy su batalla más difícil. Durante décadas fue el enfant terrible de la nobleza europea. Fue capturado borracho orinando en un pabellón turco, fue detenido en Tailandia por violencia, hospitalizado tras una pelea en Kenia y se llegó a enfrentó a los paparazzi a las piñas.

Eso no fue todo. Jefe de la Casa Real de Hannover, una de las más antiguas y ricas de Europa, el mayor de los seis hijos de Ernesto Augusto IV y de la princesa Ortrud de Schleswig-Holstein-Sondeburg-Glücksburg, y primo de Sofía de España, fue un adolescente violento, "líder de un grupo de rockeros duros" y apenas a los 15 años perdió su licencia de motociclista a raíz de un gravísimo accidente que causó en Hannover, su ciudad natal, conduciendo a toda velocidad.  

En 1988 se suicidó uno de sus hermanos, Rudwig Rudolph. En 1981 generó un virulento escándalo al casarse con Chantal Hochuli, heredera de un varias veces millonario arquitecto suizo, pero plebeya, lo que obligó a su padre a abolir la Ley de Matrimonios Iguales que regía en la Casa de Hannover desde siglos.

La pareja vivió en Londres, tuvo dos hijos –Ernesto y Christian–, y cuando la unión parecía inconmovible, a mediados del ’96, en secreto primero y abiertamente después, el príncipe y Carolina de Mónaco (la mejor amiga de Chantal) se convirtieron en amantes, y como tales pasearon por el mundo hasta que un año después, en septiembre del ’97, ante el alud de evidencias de infidelidad, Ernesto y Chantal se divorciaron.

Carolina de Mónaco nunca se divorció de él oficialmente. Según fuentes cercanas, fue para conservar su título de Alteza Real y proteger los derechos sucesorios de sus hijos.

El romance de Ernesto con Carolina de Mónaco

En enero del ’99, el heredero de la casa Hannover y Carolina se casaron, y en julio de ese año nació Alexandra von Hannover. En 2009 la prensa europea se paralizó al hacer trascender que la relación de la primogénita de Rainiero III y Grace Kelly y el alemán estaba al borde del final.

Por entonces la prensa del corazón daba cuenta de las señales que marcaban ese camino. Además de dormir en camas separadas, Carolina ya había abandonado su residencia en Fontainebleu, en el sur de París, para regresar al principado con la única hija que tuvo con él. Además, ya no se los veía juntos en ningún evento.

Finalmente, en el invierno de ese mismo año se separaron de forma amistosa pero jamás se divorciaron.

Antes de su historia con Ernesto, Carolina salió con Philippe Junot (hombre de negocios y playboy), se casó con el empresario italiano Stephano Casiraghi (quien falleció en 1990 en una carrera de lanchas y con quien fue madre de Charlotte, Pierre y Andrea) y tras enviudar encontró consuelo en el actor Vincent Lindon. Fue recién ahí cuando se enamoró de Ernesto, su viejo amigo, con quien ya no se habla.

Fotos: archivo Grupo Atlántida y redes sociales.

 
 

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