La historia de "el café y el restó ocultos" ubicados en uno de los palacios más imponentes de Buenos Aires – GENTE Online
 

La historia de "el café y el restó ocultos" ubicados en uno de los palacios más imponentes de Buenos Aires

palacio paz
En el corazón de Buenos Aires, una joya de la Belle Époque abre sus puertas a curiosos y sibaritas: una imponente mansión, con sus salones estilo Versalles y arañas de cristal, invita a desayunar, almorzar o cenar en un entorno de película. Historia, lujo y gastronomía, al alcance de todos.
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Por el precio de un café, se puede viajar a la Belle Époque. La especialista en turismo cultural Mariela Blanco revela que detrás de los portones del Palacio Paz, una de las mansiones más grandes y fastuosas de Sudamérica, funciona una confitería abierta al público y afirma que quien se anime a cruzar esa puerta accederá a un mundo de mármoles, arañas de cristal y salones de cuento que parecen salidos de Versalles.

En plena Avenida Santa Fe, frente a Plaza San Martín, se esconde un universo paralelo. Basta un paso para dejar atrás el ruido de la ciudad y entrar al Palacio Paz, actual sede del Círculo Militar, declarado Monumento Histórico Nacional en 2014.

El esplendor de uno de los imponentes salones del Palacio Paz.
El esplendor de uno de los imponentes salones del Palacio Paz.

Enviado a construir por el doctor José C. Paz, este gigante de 12mil metros cuadrados fue diseñado por un arquitecto francés que se inspiró en el Castillo de Chantilly. Todo, absolutamente todo, fue traído de Europa.

Lo curioso es que el fundador del diario La Prensa, que eligió Paris para residir, nunca llegó a ver su obra terminada. Falleció antes de que estuviera concluida. Así que el palacio fue disfrutado por su viuda, sus hijos y sus 70 sirvientes.

Los jardines internos del Palacio Paz.
Los jardines internos del Palacio Paz.
El Palacio Paz por dentro.
El Palacio Paz por dentro.

Cada rincón de la coqueta construcción es un despliegue de lujo y detalles que quitan el aliento. Los salones reproducen distintos estilos europeos, siendo un espacio ideal para producciones de fotos. Celular en mano, decenas de personas posan por día con sus magnéticas estructuras de fondo.

El Comedor Principal y la Galería de Honor son puro Renacimiento francés; el Salón de Baile rinde homenaje al estilo Regencia y remite directamente a la Galería de los Espejos del Palacio de Versalles. Allí cuelgan dos arañas de bronce y cristal de Baccarat que parecen flotar sobre el parquet bruñido.

La imponente cúpula del Palacio Paz.
La imponente cúpula del Palacio Paz.

Uno de los sectores más evocadores es el salón reservado para señoras, con paredes revestidas en telas y grandes espejos pensados para reflejar joyas, peinados y secretos de época. El estilo rococó encuadra a la perfección aquellas reuniones de beneficencia, tan en boga entre las damas de la alta sociedad porteña.

Todo el Palacio parece tener vida. Uno puede imaginar al gran Arthur Rubinstein tocando el piano en el Salón de Música. Pero el corazón del edificio es el Gran Hall de Honor. En el piso se aprecia una explosión de mármoles que conforman el diseño conformado por 8.000 piezas de mosaicos colocadas una por una. Además, tiene una cúpula con un vitral impactante que en su centro revela la imagen de Luis XIV, el “Rey Sol”.

Una vista exterior del Palacio Paz.
Una vista exterior del Palacio Paz.

Un datito color es que este lugar fue elegido por Ricky Martin para rodar el clip Frío y también por Susana Giménez para grabar una de las aperturas musicales de su programa de TV.

Un café con historia… y menú gourmet

Merendar dentro de un palacio, añorando la época de oro argentina.
Merendar dentro de un palacio, añorando la época de oro argentina.

Lo verdaderamente fascinante es que no hace falta tener apellido compuesto ni ser socio del Círculo Militar para entrar aquí, ya que funcionan dos espacios gastronómicos abiertos al público.

En sus salones, se puede disfrutar desde un desayuno hasta un brunch.
En sus salones se puede disfrutar desde un desayuno hasta un brunch.

Por un lado, está el Jardín-Restaurant, ubicado en la planta baja, ideal para disfrutar al aire libre, rodeado de columnas, esculturas y una postal urbana de otro siglo. Ofrece desayuno, almuerzo, merienda y cena en un entorno que parece sacado de una película.

La calidez de los tonos dorados, una característica fundamnetal de los salones.
La calidez de los tonos dorados, una característica fundamental de los salones.

Y por otro, está el Salón-Restaurant, ubicado en el primer piso. Rodeado de arte, este espacio propone una carta variada para almuerzos, meriendas o cenas.

Se accede por Avenida Santa Fe 750 y el horario se extiende hasta la medianoche.
Se accede por Avenida Santa Fe 750 y el horario se extiende hasta la medianoche.

Ir a tomar un café al Palacio Paz es una manera de viajar en el tiempo sin pasaporte ni valija. Un lujo accesible que transforma cualquier tarde común en un filme de época.

El palacio Paz por dentro.
El palacio Paz por dentro.

Los secretos de Buenos Aires en un libro

Con La historia es noticia, el libro que presentó hace unas semanas en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, Mariela Blanco ofrece una experiencia sensorial, un viaje en el tiempo a través de palabras y diseño.

Allí plantea una suerte de transmisión en vivo desde “el lugar de los hechos”,  como si volviera a ponerse el traje de la cronista de exteriores, dirigiéndose a un lector al cual todo el tiempo trata de "usted" y con quien, sin embargo, va trabando un vínculo entrañable a medida que avanzan los capítulos y se conocen distintos destinos.

El libro de Mariela Blanco.
El libro de Mariela Blanco.

En la introducción Blanco se presenta como una “periodista del pasado” que tiene la dura misión de encontrar una primicia alrededor de edificios que están inmóviles desde hace más de un siglo.

“Sería más fácil mi oficio si una casona de Palermo se divorciara, fuera infiel, cambiara de look o tuviera ataques de pánico. Por eso he tenido que rebuscármelas escalando cúpulas, atravesando túneles, entrando a casas en peligro de derrumbe y tirándome en el piso para tomar una fotografía desde un ángulo inédito”, ironiza.

Inspirado en los antiguos diarios impresos, el libro fue concebido como un objeto de colección: está diseñado a dos columnas, con una tipografía que remite a los periódicos de hace un siglo, y se imprime en hoja ahuesada, evocando aquellas amarillentas de los ejemplares que aún se conservan como tesoros en bibliotecas y hemerotecas. 

"La idea fue recuperar el valor tangible del papel, la elegancia de la tipografía antigua y ese perfume visual de los medios que forjaron opinión, estilo y cultura", explica Blanco. El resultado es un libro que no sólo se lee, sino que también se contempla: una pieza editorial que destaca por su originalidad en un tiempo dominado por lo digital”, entiende.

Fotos: Gentileza de la autora del libro La noticia es historia, y redes sociales.



 
 

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