En el corazón de Villa Devoto, barrio ubicado en la zona oeste de Capital Federal, sobre la calle José Cubas 3599, se erige la Iglesia de la Inmaculada Concepción, un templo que ha trascendido su arquitectura neogótica para convertirse en un refugio espiritual para quienes anhelan la maternidad. Allí se venera a la Virgen de la Dulce Espera, una advocación mariana que representa a María embarazada y es considerada la patrona de las mujeres que desean concebir.
La devoción por esta imagen comenzó en 1980, cuando un matrimonio argentino trajo desde la Catedral de Santiago de Compostela una escultura de piedra de la Virgen embarazada, cumpliendo una promesa tras el milagro de la concepción de su hija. Desde entonces, cada 15 de mayo se celebra una misa especial en honor a la Virgen, y el templo se llena de fieles que buscan su intercesión.
Entre las historias de fe que rodean a esta iglesia, destaca la de Estefanía Pasquini, nutricionista y esposa del reconocido doctor Alberto Cormillot. Pasquini compartió en sus redes sociales cómo, tras recibir diagnósticos médicos desalentadores sobre su fertilidad, acudió a la iglesia por recomendación de una amiga. Dos semanas después, recibió la noticia de su embarazo. Desde entonces, cada 15 del mes, asiste al templo para agradecer y rezar por otras mujeres que buscan ser madres.
Otra figura pública que encontró consuelo en la Virgen de la Dulce Espera es la periodista Marisa Brel. Tras años de tratamientos de fertilización y la gestación de su hijo Timoteo por una madre portadora, Brel decidió bautizarlo en esta iglesia, cumpliendo la promesa que había hecho a la Virgen. El padrino elegido fue su amigo y colega Ángel de Brito, quien la acompañó durante todo el proceso.
En esa ocasión, Brel reveló lo que atravesó para lograr quedar embarazada del pequeño Timoteo, después de dos años de intensa búsqueda, cuatro tratamientos de fertilización in vitro y de que una madre portadora lo llevara en la panza. "Le recé durante años a la Virgen de las embarazadas y juré que si tenía a mi hijo lo bautizaría ahí", contó la periodista cuando fue el bautismo. También remarcó por qué eligió al conductor de LAM como padrino: "Él me acompañó y me contuvo en la búsqueda de mis dos embarazos”.
La Iglesia de la Inmaculada Concepción no solo es un sitio de interés arquitectónico, sino también un punto de encuentro para quienes buscan esperanza y consuelo. Cada mes, cientos de personas se acercan al templo, ya sea para pedir por la llegada de un hijo, agradecer por un embarazo logrado o simplemente encontrar paz en medio de la espera.
