Víctor García -conocido popularmente como El Gordo Cocina-, construyó una carrera a base de constancia y de autenticidad y hoy suma casi un millón de seguidores en redes sociales.
Fue en su paso por el programa Dos con y una sin donde recordó que arrancó su cuenta en el 2015 de manera "casual". Por aquel entonces las celebridades de las redes solían venir de medios tradicionales como la radio o la televisión. Por eso, durante casi el primer año, Víctor ni siquiera apareció en cámara, pero fue uno de los pioneros en utilizar Instagram (que en ese entonces sólo permitía subir fotos) para explicar paso a paso, de forma escrita, cómo preparar un plato.

Las conductoras del programa, Tami Tornello y Page Nichols, destacaron que esa aproximación fue clave para conectar con la audiencia: "Tu manera tan lúdica y friendly de transmitir cómo hacer, sin intimidar a la gente; esa mezcla es tu fórmula del éxito". Víctor, que estudió Comunicación Social, admitió que de ahí "capaz" viene su pata de querer mostrar y comunicar la gastronomía que tanto le gustaba.
El video básico que le trajo 50 mil seguidores
Uno de los momentos más reveladores de la charla fue cuando Víctor abordó el tema de la frustración, algo inherente a la producción de contenido, y explicó que muchas veces dedicó tiempo y cuidado a crear videos "pensados y grabados" con los que después "no pasaba absolutamente nada".
En contraste, el video que más explotó fue uno de los más sencillos e improvisados: mientras que unos cupcakes muy elaborados quedaron en el olvido, una receta de chipás hecha con pedacitos de queso sobrantes de la heladera se volvió viral.
Y ante la pregunta de Tami Tornello sobre si el mensaje genuino pesó más que la planificación, el chef confirmó respondiendo sobre el impacto de ese momento: "solo por ese video llegaron casi 50 mil personas a mi cuenta".

La frustración, un ingrediente obligatorio
Al consultarle qué consejo le daría a un nuevo creador de contenido, Víctor fue categórico y práctico: "Primero, que sea constante; y segundo, que se prepare para la frustración". Al respecto, aseguró que "gran parte del laburo en redes sociales y de producir contenido es poder trabajar la frustración".
La presión por la consistencia muchas veces lleva al agotamiento (burnout). Page Nichols comentó la dificultad de mantener el ritmo de "lunes a domingo" con videos de calidad. Víctor asintió y explicó que esa presión hace que hoy deba permitirse disfrutar momentos fuera de cámara: "A veces salgo a comer y no tengo ganas de estar haciendo videos, tomando fotos y prendiendo una luz. Tengo ganas de comer y listo".
El ego, la terapia y el éxito humilde
Su trabajo le abrió puertas inesperadas, como viajar a Israel invitado por la embajada en 2017.
Eso sí, a pesar del crecimiento, él sostiene una conexión cálida y superhumilde con su audiencia, manteniendo su esencia y respondiendo personalmente los mensajes. "En un mundo de mucho ego y competencia, vos hacés la tuya y eso habla por sí solo", resumió Tornello halagándolo.

Luego, las conductoras le preguntaron si hace terapia para lidiar con el lado más oscuro de la exposición. A lo que respondió que sí y aseguró que, gracias a ese espacio, resolvió "bastante" de lo que las redes le generan. Tal enfoque en la salud mental le ayuda a mantener a raya el ego, que define como el "gran desafío" de la gastronomía.
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