Hacer masa casera puede sonar complicado, pero la realidad es que con sólo tres ingredientes y un paso clave, se obtiene un resultado perfecto. Esta receta es práctica, económica y mucho más sabrosa que las compradas. Además, permite controlar la textura: puede quedar más tierna o más crocante según el uso que le quieras dar.
La clave está en usar agua fría y no amasar de más. Ese detalle es lo que hace que la masa quede suave, fácil de estirar y sin romperse al cocinarla, pero hay más.
3 trucos para una masa casera perfecta
Agua bien fría
Es fundamental. Ayuda a que la manteca o la grasa no se derrita antes de tiempo y a mantener la masa firme.
No amasar demasiado
Sólo integrar los ingredientes hasta formar un bollo. Amasar de más desarrolla el gluten y vuelve la masa elástica, lo que impide que quede tierna.
Reposar en frío
Dejar el bollo envuelto en film por al menos 20 minutos antes de usarlo permite que se relaje y sea más fácil de trabajar.
La receta, paso a paso
Ingredientes (para una tarta mediana)
-250 g de harina común (000)
-125 g de manteca o grasa (también puede usarse aceite neutro)
-½ taza de agua fría
Preparación
En un bowl, colocar la harina y la manteca fría cortada en cubos. Frotar con las manos hasta obtener una textura arenosa. Agregar el agua fría de a poco, integrando hasta formar un bollo tierno. No amasar de más: apenas unir los ingredientes. Envolver en film y llevar a la heladera 20–30 minutos. Estirar sobre una superficie enharinada y usar para tartas saladas o dulces.
Tip GENTE
Si querés una masa más crocante, reemplazá 2 cucharadas de harina por fécula de maíz. Para una versión más sabrosa, agregá una pizca de sal o hierbas secas a la mezcla. Si usás aceite en lugar de manteca, el resultado es más liviano y apto para preparaciones rápidas.

