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“La gente me envidia porque hago lo que quiero”

Publicado por
Redacción Gente

Melissa P. ahora puede usar su verdadero apellido: Panarello. A los 17 publicó su primer libro, Cien cepilladas antes de dormir, un diario en donde contaba anécdotas eróticas de alto voltaje. Vendió tres millones de ejemplares y fue traducida a cuarenta idiomas. Ahora es mayor de edad –ya cumplió 20 años– y eso la habilita para develar su identidad sin problemas. Con su nombre completo, esta siciliana diminuta acaba de publicar en Argentina su segunda novela, Tu aliento. La joven escritora se ríe poco, como si con eso demostrara que es una chica seria. Cuando le preguntan por sus experiencias calientes, cambia de postura en el sillón. No le gusta que la confundan con algo que ella dice no ser.

–¿Cómo fue el paso de escribir un diario, que tiene que ver con una experiencia más adolescente, a producir su primera novela?
–Es que el primer libro era una novela, no un diario. Lo era a partir de experiencias propias, una construcción. Y en esta nueva obra, Melissa es un personaje que vive experiencias mías. Pero también hay cosas que están sólo en mi imaginación.


–¿Cómo es vivir en Roma luego de semejante éxito editorial?
–Al inicio fue una sorpresa para todos, pero ahora es una cosa común. Para la mayoría de la gente de la industria, yo no soy una escritora: soy una “escritora basura”. La crítica hacia mí es en general negativa. Piensan que voy a salir de la escena literaria en cualquier momento.

–¿Y cómo responde a eso?
–En cierto sentido tienen razón. Porque cuando escribo, tiro mi basura hacia afuera. Trato de sacar lo peor de mí y ponerlo en un libro.


–¿Por qué sólo lo peor y no lo mejor?
–Porque lo mejor lo tengo todos los días para mí. Mis personajes son mi parte oscura. Mi otra parte, que la pongo en práctica todos los días, es la luminosa.

–Parece que la pasa mal cuando escribe…
–No, me gusta mucho. Es un proceso de liberación.

–¿Por qué escribe? ¿Para sacar esa basura?
–El primer libro lo escribí como un juego. Tenía tiempo libre y lo hice. El segundo lo hice porque lo necesitaba. Y el tercero, que publiqué en mayo en Italia, fue para criticar a una parte de la sociedad: la Iglesia, la moral privada, el Estado y el Vaticano, que influencian demasiado sobre las vidas de las personas.

–Está instalada como una escritora, inserta en el mercado. Ya es una persona grande…
–¡No, no! La gente pensaba que yo era una escritora “one shot”, que iba a sacar el libro y ya. Y les demostré que no es así. ¡No sé por qué opinan tanto! Yo creo que puede ser un poco por envidia: no soportan que una chica que hace lo que quiere tenga éxito. Hay mucho machismo.

–En su novela, Melissa tiene una relación importante con su madre. ¿Le pasa lo mismo a usted con la suya?
–Mi mamá es muy joven y tengo una relación muy íntima con ella. Y lo más autobiográfico de la novela es la relación entre madre e hija. Ella apoya mi carrera.

–¿Cuando era chiquita sabía que iba a ser escritora?
–Sí, siempre. Desde los cuatro años que escribo.

–¿Se puede saber qué?
–Poesía, cuentos. Pero no guardamos nada. Y a los nueve años escribí una novela.

–¡Tan chiquita y una novela! ¿De cuántas páginas?
–Larga, 100, 120… Una historia muy triste (ríe), de una psicóloga que se enamoraba de un paciente.

–¿Pero cómo una nena de nueve años podía saber que una psicóloga se podía enamorar de su paciente?
–No lo sé. Pero lo que pasa es que todo lo que escuchaba sentía que lo vivía. Yo no sabía nada de psicólogos, pero absorbía y elaboraba lo que me llegaba.

–¿Cómo es su vida? ¿Se encierra a escribir o es como cualquier chica de su edad?
–No sé cómo es la vida de una chica de mi edad. Lo que sí es cierto, es que yo empecé a tener responsabilidades desde muy joven. Me fui de mi casa a los 18 años, empecé a escribir a los 17… Nunca me gustó ir a bailar a las discotecas. Prefiero ir al cine o a un concierto de rock.

–¿Tiene novio?
–Sí, pero no sé por qué publicaron que tengo un novio mayor. No es así: mi novio tiene 24 años y estoy con él desde hace tres años y medio. Tal vez fue la excusa ideal para decir que yo era una lolita.

–¡Qué lolita mayor!
–Sí, Lolita tenía 13 años. Y yo, a mis 20, podría ser una madre más que una lolita.

–¿Estamos pensando en la maternidad tal vez?
–Siempre. Sería madre ahora mismo, pero mi novio dice que todavía no está listo.

–Los varones nunca están listos…
–¡Hay que obligarlos! (ríe) Sucede, y no pueden hacer nada.

Melissa Panarello estuvo de paso por Buenos Aires para presentar su segunda novela, Tu aliento. “Escribir es un proceso de liberación”, confiesa.

Melissa nació en Catania, pero reside en Roma junto a su novio, con quien convive desde hace casi tres años. “Mientras algunos me ven como una lolita, yo pienso en ser madre”, asegura.