Como una especie de Don Quijote que lucha contra los molinos de viento de la industria discográfica, Mario de Cristófaro, la cabeza detrás de la productora Tribulaciones se ha encargado, a lo largo de diez años, de convocar a los grupos más variados y atípicos para llenar de frescura y heterogeneidad la escena musical argentina. Economista escéptico y desencantado de la política, este melómano de primera línea, cambió los números por su gran pasión: la música. Entre sus grandes méritos cuenta haber traído a artistas como Marc Ribot, Medeski, Martin & Wood, Living Colour y Stereolab. Aunque a la lista deben sumarse Cassandra Wilson, Galactic y The Bad Plus, sus principales apuestas para 2009. Sus inicios como productor, el concepto detrás del proyecto y las estrategias de un hombre que ubica a la calidad artística por sobre todas las cosas.
-¿Cómo surge la idea de hacer una productora de este tipo?
-Todo comenzó en el 96 cuando teníamos un programa en FM La Tribu, una emisora barrial. Como tenía muy poco alcance, se nos ocurrió hacer conciertos en vivo en el espacio del programa. Después empezamos a editar una revista para informar sobre los grupos que iban a tocar, que con el tiempo llegó a ser importante, mensual y gratuita.
Nos aventuramos a esto porque veíamos que en los medios sólo se pasaba la música comercial que difunden las discográficas y hay un montón de artistas que hacen buenas cosas en todos los estilos, desde el jazz, el rock y la electrónica, quisimos que la gente los conozca.
-¿Cuál es el criterio que utilizan desde la productora para seleccionar a las bandas que invitan a tocar?
-El criterio es que sea algo diferente, algo de vanguardia, o músicos que han dado que hablar e hicieron algo bueno por el arte, ese es un poco el concepto. Quizás, movidos por la voluntad de que vengan tipos que admiramos cometimos algunos errores desde el punto de vista comercial. Por eso ahora tratamos de congeniar la calidad con un mínimo de popularidad.
-¿Cómo manejan esa dialéctica entre la música de calidad y lo comercialmente viable?
-Tratamos de hacer la evaluación antes de traer a un artista a través de una encuesta a nuestros suscriptores vía mail. Otras veces directamente arriesgamos, porque nos gustan los desafíos y la idea de la productora es mantenernos en esa línea, con grupos que sean diferentes y que sorprendan, incluso a los periodistas. A veces ellos no te dan demasiado lugar porque están tan inundados de información y de bandas que son muy comerciales.
-De todos modos, con el paso de los años supieron instalar su nombre.
-Sí, porque en 2000 empezamos en Supernova, la FM de Radio Nacional, que tenía mucho alcance y permitió hacernos más conocidos. Luego nos contactaron para hacer un programa de tevé en un canal de cable llamado Music Country, y allí estuvimos dos años. También pasamos por Canal 7, con un ciclo que duró casi dos años y medio. Y por último, trabajamos en Canal (á), eso fue hasta 2006.
-¿A qué bandas importantes trajeron en estos 10 años?
-La más conocida es Living Colour, que ahora viene otra vez, una de los grupos más emblemáticas del rock de los noventas que unió el rock con la música negra. A los norteamericanos de Medeski, Martin & Wood, que hacen jazz y funk. Otra banda de rock muy buena que trajimos fue a los británicos de Stereolab. También a Tortoise, un grupo de Chicago, que hace un estilo llamado post rock, en el que mezclan instrumentos eléctricos con un vibrafón, o una marimba. Solistas importantes que invitamos fueron Marc Ribot, el actual guitarrista de Tom Waits y Dave Douglas, que estuvo el año pasado en el Gran Rex.
-¿Cómo suele ser la relación que establecen con los músicos que vienen?
-Por lo general como se trata de músicos que admiramos, trascendemos la relación que puede haber entre el productor y el artista. Habitualmente vamos a comer juntos, los llevamos a conocer la ciudad y aprovechamos para hablar de música. En fin, se da una relación muy particular e hicimos bastantes buenos amigos. De hecho, muchas veces los artistas quieren volver a la Argentina con nosotros, a pesar de haber sido tentados por otras productoras que podían pagarles más plata.
-Contame un poco de lo grupos que traen este año.
-Lo próximo es Cassandra Wilson, una de las cantantes más arriesgadas del jazz, que ganó el Grammy 2009. En su primera etapa estaba relacionada con un saxofonista llamado Steve Coleman de la movida M-Base y hacían una música completamente diferente. Después ella se volvió más comercial pero igual tiene una voz y una banda increíble. Estamos muy contentos porque es una artista muy difícil, ya amagó varias veces a venir y no se pudo concretar.
Después, The Bad Plus, una banda muy particular de jazz que reversiona clásicos del rock, desde Nirvana hasta David Bowie. Hacen una deconstrucción de los temas y los transforman en algo nuevo. En esta ocasión, vendrán con Wendy Lewis que es una cantante del rock indie de los Estados Unidos, juntos grabaron un disco que lo va a editar Universal y que está bastante bueno.
Hacía fines de año tendremos a Living Colour. El grupo está por sacar un disco y lo van a presentar acá y en muchas ciudades del interior, también van a estar en Chile, Uruguay, Brasil y posiblemente México. Estamos cerrando la gira ahora.
-¿Cuáles son proyectos los de Tribulaciones para el futuro próximo?
-Estamos armando una página web muy importante que va a tener videos, entrevistas y criticas de discos. Después, la idea es poder retomar la radio y la tele. Lo más probable es que volvamos a la televisión en un canal de cable antes de fin de año. Y obviamente, seguir trayendo bandas. Ahora estamos en tratativas con Sonic Youth y Wilco, dos bandas de rock muy buenas y con mucha historia.
Página oficial: Tribulaciones
A partir de 1999, Tribulaciones empezó a traer grupos extranjeros. El primero fue Medeski, Martin & Wood, un trío neoyorquino que hace una mezcla de jazz, electrónica, funk y rock.
El 20 y 21 de mayo estará en el Gran Rex, Cassandra Wilson, una de las cantantes más innovadoras de la música contemporánea.
"Nos aventuramos a esto porque veíamos a un montón de grandes artistas ignorados por las discográficas y queríamos que la gente los conozca", resume Mario.