Mucho Mónaco

Eso sí, con mucha panza. Alberto, príncipe regente que cumple su primer año de poder, hizo un lugar en la agenda para meterse al agua en la reserva de fauna marítima Larvotto, con una estatua que representa a un delfín tamaño natural, y hacerle saber al mundo que con la ecología –una de sus grandes preocupaciones– está todo OK. Su traje de neoprene, en cambio, es una especie en peligro. A no culparlo: la cocina del palacio es exquisita. Su hermana Carolina, a su vez, apoya las artes, con visita al Museo de Arte Decorativo de Montecarlo junto a su marido, Ernst von Hannover. Y el Tribunal Correccional del Principado mandó al calabozo por 16 días a un tal David Lucas, que acosaba a Estefanía con mensajitos de texto decididamente amorosos. Pero el que anda suelto y por París es su ex, Daniel Ducruet –de profesión desconocida, pero auténtico príncipe de los vividores–, con amiga muy hot.

Alberto de Mónaco y su delfín de piedra.

Carolina y marido: noche de museo.

Daniel Ducruet y amiguita: ¿trabajar, yo?