Categorias: Uncategorized

Ni Punta, ni Pinamar, ni Mardel: Villa Carlos Paz

Publicado por
Redacción Gente

El sol, que gira a espaldas sin intención de partir. El lago San Roque,
coronado de cerros en ocre y rojo. Deportes extremos que hacen aflorar
adrenalina. El río, una serpiente fresca y tentadora. Noches que poco le
envidian al Este uruguayo. Y bellezas por doquier: Villa Carlos Paz -a 750
kilómetros de Buenos Aires y a 36 de la ciudad capital de Córdoba- brilla como
nunca en su historia, en una temporada a puro récord para la provincia, la misma
que suma ya tres millones de visitantes. Nada menos.

Imaginemos, entonces, un día ideal en la villa, el sitio elegido por la juventud
y la familia…

Amanecemos en la Posada del Qenti o en el Hipocampus Resort. La posada está
entre Icho Cruz y San Antonio de Arredondo, a 10 kilómetros de Carlos Paz,
frente a las sierras: 18 hoyos de golf, 33 habitaciones y spa con hidroterapia y
revitalización biológica. Pavonearse en bata entre sus pasillos -como ya lo
hicieron Diego Maradona, Charly García y Pampita Ardohain- es un placer por
menos de 190 pesos diarios. El Hipocampus Resort, por su parte, se destaca a
orillas del lago San Roque: un complejo con sauna, pileta, tenis, embarcadero,
entretenimiento infantil y habitaciones que cuestan de 110 a 220 pesos por
jornada.

Al mediodía, el calor marca que es hora de ir al agua. Y Bahía de los Mimbres es
el balneario top en la costa del lago. Regenteado por Lucas Bordin, ofrece
jet-ski, parapente, una excelente cocina -con su inevitable chop suey de pollo-,
tragos y sol a full. A 7 kilómetros de Carlos Paz, por la ruta 14 y sobre el río
San Antonio, el parador Mayu Sumaj, de Daniel Armelino, surge como gran opción
para dejarse llevar por la arena y las aguas cristalinas. Y después de la playa…

A la disco se ha dicho. Zebra, a cinco cuadras del centro, es la catedral del
dancing. Fundado por la familia Testi, sobresale por sus 14 guardias de
seguridad -los que custodian a los vips y a los fanáticos de la noche- y por sus
tres pistas donde se danza al ritmo de la música electrónica con deejays de lujo
como Carlos Alfonsín, y de los mejores éxitos de los 80. Terrazzo, de Lucas Páez
Molina, es más cool, con cuatro barras, un mini-restó (exquisita su pizza a la
parrilla), el clásico fernet con cola y -tal cual cantó Rodrigo, ilustre hijo de
la provincia-, "joda sin par".

El día se acaba. Y así son los siete días de la semana. De sol, de descanso y de
celebración hasta el alba. Andrea Frigerio, en pleno éxito con su obra Una Eva y
dos salames, le declaró certera a GENTE, desde este pequeño paraíso: "Tarde o
temprano, todos vienen a Carlos Paz
". Tómese como una verdad.

Diosas de los cuatro puntos cardinales se dan cita en la costa del lago San Roque.

Diosas y adonis en el parador Mayu Sumaj, sobre el río San Antonio.