7 Colores Diversidad: la lucha travesti/trans a través del artivismo – GENTE Online
 

7 Colores Diversidad: la lucha travesti/trans a través del artivismo

En diálogo con GENTE, Daniela Ruiz nos acerca a la Asociación Civil que nació hace casi una década con el fin de visibilizar el arte y el artivismo en la diversidad.

"Esta Asociación Civil nace como una compañía de teatro, una compañía armada entre nosotras, en la que empezamos a montar obras de teatros como Si me querés, quereme trans, que nació desde los encuentros, de la mirada de cada una de nosotras, por el amor al arte, al teatro, a las expresiones artísticas, y desde ahí empezamos a constituirnos creando obras, creando espacios en los cuales se vincule no solamente la diversidad, sino todo lo que sean las expresiones culturales y poder, desde ese lugar, mirar un poco más transversalmente este perspectiva nuestra", explica Daniela Ruíz, sobre la creación de 7 colores diversidad, que está por cumplir los 10 años.

Con el objetivo de visibilizar el arte y el artivismo en la diversidad, la actriz y activista trans conversa con revista GENTE para dar a conocer el proyecto que nació con el fin de darle trabajo a sus compañeras trans y comparte su percepción sobre la actualidad de las libertades en el país.

-¿Quiénes conforman esta Asociación Civil? y ¿Cuáles son sus principales logros?

-En su gran mayoría compañeras travestis, compañeras trans, compañeras nobinari, diversidades en sus complejidades, que son muchas, y que hemos logrado armar en distintos centros culturales, no solamente obras de teatro, sino capacitaciones de formación, de talleres de teatro, de encuentros con otras organizaciones en las cuales dimos seminarios o participado de festivales. En su gran mayoría somos todos artistas. Nos gusta lo que es la pintura, la creatividad, la escritura, lo que es también el desarrollo teatral y el artivismo. Porque nosotras también reforzamos y activamos desde el arte, pero también desde la acción del activismo. Eso también nos ha llevado a pertenecer a una comisión que es la Comisión de Orgullo y Lucha, donde están constituidas muchas otras organizaciones que trabajan para visibilizar al colectivo LGBTIQ+.

-Desde que arrancaron ¿Cuáles han sido sus principales retos?

-Bueno, mirá, nosotras hacemos esta pulsión de arte, cultura, memoria y artivismo. Nos parece sumamente interesante e importante que se pueda trabajar desde nuestro lugar la expresión de todas las compañeras travas, trans, pero también desde ese lugar construir el amplio abanico de diversidades que existen en sanaciones. Esa sanación que lo hace el teatro, lo hace el canto, lo hace la música, lo hace la danza, lo hace las expresiones artísticas, y poder estar trascendiendo, dejando un legado, y construyendo desde nuestro espacio vínculos de amorosidad. Creo que en nuestros últimos años hemos trabajado y seguimos trabajando arduamente respecto a la capacitación y formación interseccional, repensando nuestras prácticas, que tienen que ser transversales, que tienen que estar construidas desde la mirada de los derechos, pero también desde una mirada enfocada en que todos somos iguales y que todos tenemos las mismas obligaciones y los mismos derechos, pero también en este lugar que nos sitúa como organización ayudar a las compañeras, sobre todo, que sufren, y viven situaciones tremendas de desamparo. Por lo que, el reto está en poder escuchar a las personas y poder escuchar a nuestro colectivo trava/trans y poder plasmarlo.

-¿Cómo ves actualmente los espacios culturales y artísticos? ¿Ha habido un progreso en cuanto a inclusión y diversidad? ¿Sigues siendo excluyente a ciertas comunidades?

-En lo personal, lo que siento y lo que me pasa es que yo hace ya 14 años que trabajo en un centro cultural, que es el Centro Cultural Tato Bores, y dicto talleres de teatro como docente de teatro. Y lo que me ha pasado en el último tiempo, es que haber ingresado como tallerista o poder vincularme con los vecinos de Palermo, que son un montón de personas que van a tomar los talleres, y poder vincular la diversidad, ha sido de crecimiento. No solamente al centro cultural, sino también para mí y para los vecinos, porque no es solamente incluir, se trata de participar, de participar vinculándonos, con el derecho a que yo puedo ser docente, y que por ser trans no me vean como una situación, como un objeto que está ahí, sino como algo transversal, con una mirada en la cual se contemple mi capacidad.

-En base a esto que mencionás ¿Solés lidiar con prejuicios?

-Y... esta capacidad que te menciono muchas veces se hace difícil por el prejuicio de las personas. El prejuicio de qué va a decir o qué va a hacer, cómo va a actuar y que realmente los talleres que dictamos, que dicto hace 14 años, han sido fructíferos para todos, porque realmente tener una mirada más amplia y poder hablar de estos temas también en el teatro y poder hablar con los vecinos ahí del barrio ha sido inspirador para que vengan otras personas, otras personas trans, travesti, de la diversidad, y que puedan tomar otros tipos de talleres en el centro cultural. Hoy no es solamente un taller de teatro de la diversidad, nada que ver, tiene que ver con talleres de formación teatral y que vienen muchas personas, vecinos, a hablar de algunos temas y mezclar la diversidad como cualquier otra mezcolanza que pueda haber con situaciones que se nos atraviesan en la cotidianidad. Y eso es lo más importante. Creo que se necesitan muchas más personas como nuestra comunidad en distintos espacios para poder no solamente hablarlo, sino para tener perspectiva, para poder tener otro tipo de mirada, para poder abarcar otro tipo de realidades también, porque eso es lo que queremos nosotros, nosotras. Queremos estar en esos espacios y poder transmitir y visibilizarnos, porque es ahí a donde viene el cambio para nosotras

-¿Esa famosa batalla cultural de la que suele hablar?

-Lo que siento es que existe la batalla cultural, pero también existe el entendimiento de la sociedad argentina y que la diversidad existe y que se respeta. Entonces, me parece que en este último tiempo, a pesar de que nos pongan estigmas, o fomenten situaciones de odio, nosotras con nuestras realidades, contándolas a diario y mostrando nuestras expresiones artísticas, también construimos la realidad desde el amor y desde la comprensión y desde el entendimiento que somos todos diversos.

-¿Qué percepción tenés sobre la actualidad que vive el país en cuanto a las libertades?

-Mira, hay algo que a mí, desde pequeña siempre me quedó claro, la libertad mía es ser quién soy y jamás esa libertad me la van a negar, porque la he luchado mucho a lo largo de mi vida para defender mi nombre, que es mi nombre Daniela, y defender también mi identidad. Obvio que a lo largo de este tiempo he comprendido también que nos han puesto a nosotras, a nuestra comunidad travesti/trans como enemigas, como malas, como como lo que hace muchas veces la sociedad, focalizar en una comunidad como cloacalidad y hoy lo estamos viendo en todo el mundo, que se focaliza en nosotras como que somos las irruptoras del sistema. Y la verdad que si vos o cualquier persona empieza a hablar y entablar con nosotras un diálogo, una conversación, vamos a tener muchas cosas más en común que las que no estamos en acuerdo, porque nuestros genitales no marcan nuestra vida de lo que somos. Es parte, pero no es todo, porque nosotras somos mucho más, los seres humanos somos mucho más que eso. Y creo que a nosotras se nos quiere culpar de algo que no tenemos culpa. Creo que es ahí donde nosotras hablamos y decimos nuestra realidad y que queremos vivir en comunidad y queremos vivir con la verdadera libertad, con una libertad en la cual nosotras como ciudadanas se reconozcan nuestros derechos y nuestras obligaciones, pero también poder construir juntas este país, porque eso es lo que nosotras siempre buscamos. Somos parte de esta sociedad, yo soy tía, somos primas, somos cuñadas, somos sobrinas, somos vecinas, formamos parte de esta sociedad, no estamos lejanas a esta sociedad y no es necesario que nos juzguen por quiénes somos o por lo que elegimos ser, porque quizás ni a elegir, porque yo no elegí ser, yo soy lo que soy porque soy lo que soy y siempre lo fui. No voy a dejar de no ser quién soy porque es mi nombre Daniela y siempre lo he peleado por eso, pero también en este medio de buscar un enemigo, en este momento mundialmente se nos toma como enemigos a nosotras y creo que es un gran error, buscarnos a nosotras como chivo expiatorio de los males de una sociedad.

-¿Sentís que los objetivos han ido cambiando con el tiempo o hay una especie de estancamiento?

-Yo creo que a medida que hemos avanzado con la ley de matrimonio igualitario, con la ley de identidad de género, con la ley del acceso al empleo formal para travestis/trans y transexuales, nosotras también estos derechos garantizados que nos dio el Estado y que la sociedad lo tomó como parte, nosotras también avanzamos. En este momento tenemos algunas deudas pendientes como la reparación histórica, la reparación de compañeras que han quedado en el camino, que son mayores de 50 - 60 años, que el estado no solamente las han vulnerado, sino que también están en el abandono y en la pobreza estructural, que no que no hay forma de poder arreglar ese daño que se hizo a nuestra comunidad. Me parece que hay proyectos de ley que existen, que estamos presentando nosotras de reparación para que estas pocas compañeras que quedan hoy por hoy puedan llegar a viejas por lo menos dignamente. Sin embargo, también entiendo que estamos viviendo en un momento de mucha complejidad y que las garantías de derechos están en peligro, pero creo que siempre nosotras, las travestis y las trans, estuvimos en las trincheras defendiendo todos los derechos que supimos conseguir y que creo que hoy nosotras, muchas de nosotras que estamos acompañando a las hermanas que están cayendo en el sistema de la prostitución, a compañeras que han caído en la pobreza estructural, a compañeras que no han podido acceder al sistema, a compañeras que son abandonadas por la familia, porque no hay una ESI en la cual se pueda dar una capacitación en las escuelas en este momento, teniendo una perspectiva travesti/trans para que puedan seguir accediendo al derecho a la educación y que puedan quedarse en sus provincias, en sus casas, en su municipio y no ser abandonadas y tener que cumplir este sistema que ha tenido todo el tiempo nuestra comunidad, que es la migración interna y externa.

-¿Qué es la visibilidad para vos?

-Me parece que es sumamente importante la visibilidad como forma política, como una forma de construcción simbólica de que nosotras estamos y que creo que también motivo siempre a mis compañeras, a mis hermanas, a mis amigas, a visibilizarnos del boca a boca, como lo hicimos muchos años y lo hicimos siempre. Contemplando nuestras realidades y creo que desde ahí la sociedad comprende y entiende y nos abraza porque puede haber gente mala, puede haber gente buena, pero lo que sí hemos encontrado nosotras es que mucha gente nos abrazó, y que cree que nuestra lucha es justa, porque esa es nuestra libertad, ser quienes somos sin condicionamientos y sin temores y sin miedo de que nos digan qué debemos ser o cómo tenemos que ser, que creo que es lo más importante para nosotras. Vivir con nuestros nombres y que se respeten esos nombres y que aparte de que se respeten poder ocupar todos los espacios de la misma manera y con la misma igualdad que cualquier otro, sin nada de prejuicios.



 
 

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