La economía que viene: Así fueron las primeras reacciones de los mercados tras las elecciones – GENTE Online
 

La economía que viene: Así fueron las primeras reacciones de los mercados tras las elecciones

Rumbo al balotaje entre Sergio Massa y Javier Milei, el país se debate entre dos modelos económicos diferentes pero que irremediablemente tendrán que pasar por la puerta del ajuste. El escenario macroeconómico frente a un Congreso sin una mayoría clara acentúa la incertidumbre.
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Independientemente de quién gane el balotaje del próximo 19 de noviembre, la calificadora de riesgo Moody's, una de las principales del mercado internacional, alertó en un informe sobre el elevado riesgo de incumplimiento de pago de los compromisos que tiene el Estado argentino con el exterior. Eso, más la caída de los bonos y acciones de las compañías criollas tras las elecciones del domingo, avizoran un panorama cargado de incertidumbres en materia económica. 

Jaime Reusche, uno de los principales analistas de Moody's Investors Service para Argentina, considera que ni Sergio Massa ni Javier Milei “tendrán mayoría en el Congreso” y, por lo tanto, “se verán obligados a forjar alianzas para implementar políticas, lo que aumentará los riesgos de gobernabilidad en un entorno macroeconómico muy difícil”.

El especialista advirtió que “aun si la próxima Administración llega a tomar acciones encaminadas a corregir las distorsiones existentes, nuestro escenario base prevé un riesgo elevado de incumplimiento de pagos por parte del soberano en 2024-2025”.

El país sufre severos desequilibrios macroeconómicos, que incluyen déficit fiscal, alto endeudamiento sin acceso a los mercados internacionales de crédito, una elevadísima inflación y un nivel crítico de reservas monetarias. En resumidas cuentas, ese es el cuadro actual.

La primera reacción de los mercados 

El día posterior a la primera vuelta electoral, los mercados de bonos y acciones de Argentina se hundieron, extendiendo la fuerte incertidumbre que domina a los inversores respecto al futuro de la segunda mayor economía suramericana. En porcentajes, los bonos soberanos bajaron un 7 % promedio en sus cotizaciones en dólares y el índice S&P Merval de las acciones líderes de la Bolsa de Buenos Aires se desplomó 12,36 %. 

Nadie esperaba que Massa iba a resultar el más votado, con el 36,68 % de los votos. Tampoco el mercado, que hasta el cierre de la última semana casi daba por descontado un triunfo en la primera vuelta de Milei, que finalmente obtuvo un 29,98 %.

Ahora, el foco de atención estará puesto en el comportamiento de los mercados cambiarios, con un Banco Central que promete sostener el tipo de cambio oficial, pero cuyo nivel de reservas es crítico.

 Este lunes, el valor del dólar en la plaza informal cerró en 1.100 pesos por unidad, casi el triple que la cotización oficial a la que casi nadie accede, mientras que la principal referencia de los denominados dólares financieros se desplomó, aun a valores un 171 % mayores que el valor oficial, porque el resultado del domingo ya no deja tan en claro que Argentina irá a una dolarización de la economía como propone Milei. Además, la gestión de Massa, previsiblemente, buscará aplacar las tensiones cambiarias, al menos hasta la segunda vuelta. 

Este lunes, Massa se empeñó en lanzar señales positivas a los mercados, no sólo para transitar con serenidad las próximas semanas, sino con vistas a generar certidumbre con vistas a su eventual Gobierno, en el que promete ordenar la economía.

“Lo que el mundo espera de la Argentina es equilibrio, racionalidad, sentido común. Lo que espera es templanza. Lo que espera es previsibilidad”, dijo el ministro de Economía, quien también aseguró que el país volverá a crecer en 2024. Fue durante una conferencia de prensa brindada a los medios extranjeros que cubrieron las elecciones del domingo. Una primera señal al exterior y especialmente a los mercados.

De algún modo, el shock de confianza que Massa busca imprimir es precisamente lo que la agencia de calificación DBRS Morningstar dijo que el próximo gobierno necesitará para sacar de la crisis a una economía que está “al borde del abismo”.

Una clave importante, que tal vez se podría materializar según algunas fuentes, la aportó Michael Heydt, vicepresidente senior de Calificaciones Soberanas Globales de DBRS Morningstar, cuando habló de una “coalición” para no caer ese abismo: “Si Massa o Milei pueden construir una coalición duradera que rápidamente brinde su apoyo a favor de un plan integral de estabilización, Argentina podría salir de una crisis”.

Si eso no sucede, Heydt cree que “las perspectivas probablemente se caracterizarán por una inflación vertiginosa, una profunda recesión económica e incertidumbre política”. Durante las últimas horas aumentaron las versiones sobre un posible paso al costado de Milei, bajarse de la competencia. Sin embargo, los movimientos y las declaraciones del economista ultraliberal apuntan en sentido contrario.  

Massa, el FMI y el ajuste

En su primera aparición pública tras la noche electoral del domingo, el candidato de la coalición oficialista Unión por la Patria, explicó que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) sellado en 2022 para refinanciar la deuda de 45.000 millones de dólares contraída en 2018 por Mauricio Macri, tiene al país “en una situación difícil”. Laberinto del que propone salir, en caso de ser electo, mediante un nuevo programa con el organismo multilateral del crédito que esté “asociado al crecimiento y al desarrollo”.

Massa, en principio, solicitará que el proyecto de Presupuesto 2024, que actualmente contempla un déficit fiscal primario del 0,9 % del PIB, lleve un 1 % de superávit primario“que surja del tratamiento de recortes de beneficios”. Precisamente, el ajuste fiscal es una de las metas impuestas por el programa del FMI firmado en marzo de 2022 para refinanciar la deuda con el organismo que, con intereses, ya asciende a 46.000 millones de dólares

Además, en su rol de ministro de Economía, anunció que a partir de este martes se amplía “el Programa de Incremento Exportador a todas las actividades”, de manera que las empresas puedan liquidar un 30 % de sus exportaciones al tipo de cambio paralelo del contado con liquidación (CCL), cuyo valor es un 170 % superior al tipo de cambio oficial mayorista.

El candidato oficialista cuenta con que la economía “va a crecer” y que las exportaciones aumentarán “de manera sideral”, en buena parte por el “saldo positivo” en la balanza energética. Además, puso sobre la mesa la ampliación del ‘swap’ de monedas con China, que permitirá “fortalecer las reservas del Banco Central, aumentar la capacidad de intervención y garantizar que las obligaciones (de pago de deuda) que Argentina tiene se puedan afrontar de aquí a fin de año sin mayores dificultades”. Justamente, la semana pasada, Argentina activó el segundo tramo del ‘swap’ de monedas con China, asegurándose la disponibilidad de unos 6.500 millones de dólares

Lo que está claro es que la segunda vuelta contará con dos agendas económicas muy opuestas: por un lado, una que se podría calificar de poco ortodoxa; por el otro, una más liberal. Sea cual sea la que gane en noviembre, ambas deberán aplicar un fuerte ajuste. Un shock desmedido sería fatal para la mayoría de los argentinos, un pausado gradualismo alargaría la agonía. Tal vez, el equilibrado justo medio sea la salida menos traumática.

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