El barrio Sarmiento, en la ciudad de La Banda, Santiago del Estero, fue escenario de un episodio de extrema violencia de género que terminó con una mujer de 34 años corriendo por la calle, ensangrentada y suplicando auxilio.
“Por favor, ayúdenme, mi marido me ha golpeado”, exclamó al cruzarse con policías que realizaban su recorrido de rutina. La escena, ocurrida este lunes por la mañana, conmocionó a los vecinos que presenciaron la desesperada huida.
Según informó Nuevo Diario Web, la víctima había sido atacada minutos antes dentro de su vivienda de la calle Elordi. Todo comenzó con una discusión que rápidamente se transformó en una brutal golpiza. Su pareja la insultó, la amenazó de muerte y luego tomó un hierro con el que la golpeó repetidamente. Ella intentó protegerse con los brazos sobre la cabeza, mientras rogaba: “¡Ya no me pegues más!”.
Finalmente, la víctima logró escapar de la casa y, en estado de shock, corrió hasta la intersección de la avenida 25 de Mayo y Coronel Lugones, donde encontró a los uniformados.
Los efectivos la tranquilizaron y pidieron una ambulancia que la trasladó al Centro Integral de Salud La Banda. Allí fue atendida por un corte profundo en el antebrazo derecho y múltiples lesiones en el rostro y las piernas. Tras recibir curaciones y ser estabilizada, se le dio el alta.

Una vez contenida, la mujer formalizó la denuncia en la Comisaría Comunitaria Nº 12 de la Mujer y la Familia. La Fiscalía de la Circunscripción Banda y Robles dispuso medidas inmediatas: la elaboración de un informe socioambiental, un relevamiento vecinal y la búsqueda del agresor, que escapó tras el ataque y se mantiene prófugo.
El caso puso nuevamente en foco la vulnerabilidad de las víctimas de violencia de género en la región. Según fuentes judiciales, este tipo de informes son fundamentales para establecer si existían antecedentes de violencia y poder dictar medidas de protección más amplias. La investigación busca determinar si la mujer había denunciado episodios anteriores y si el agresor tenía registros previos.
Entre los vecinos del barrio la conmoción todavía es fuerte. Algunos aseguran haber escuchado los gritos de la mujer y salir a la vereda para intentar entender lo que ocurría. Otros no podían creer la violencia del ataque: “Ella corría ensangrentada, llorando, fue una escena terrible”, comentó un testigo a medios locales.
Mientras tanto, la Justicia sigue adelante con las pericias y la búsqueda del agresor. El testimonio de la víctima y sus pedidos de auxilio, tanto dentro de la vivienda como en plena calle, se convirtieron en prueba clave para avanzar en la causa.


