La angustia se cierne sobre Vanesa Busto, madre de Nahir Pino, la adolescente de 16 años desaparecida desde el miércoles 25 de junio en Córdoba.
En medio de la desesperación por no saber el paradero de su hija, un llamado telefónico se convirtió en el epicentro de la investigación y alimentó las mayores sospechas: reveló un pedido inusual y una inquietante interrupción.
Nahir había salido de su casa en Pasaje Cuchilla Nevada ese miércoles por la tarde, sin autorización. Su madre le había negado el permiso para ir a la plaza, instándola a estudiar, pero la joven aprovechó un momento en que Vanesa salió a hacer compras para irse a escondidas.
Testigos la vieron en la plaza del barrio acompañada por un joven. Este muchacho luego confirmó a la familia que habían estado juntos e incluso envió fotos en las que se los ve comiendo en un local de comida rápida. Según su testimonio, la acompañó hasta la terminal de ómnibus el jueves por la noche y aseguró no haberla visto más.
Ese mismo jueves, un primo de Nahir la vio brevemente a bordo de un colectivo de la empresa Sarmiento. Se saludaron, sin imaginar que sería la última vez que alguien de su familia la vería.
La esperanza se encendió fugazmente el domingo siguiente. La familia recibió un mensaje de texto desde el número de Nahir en el que ella aseguraba estar bien, sin pasar hambre ni frío, y pedía que no se preocuparan. Con el corazón en la mano, Vanesa logró comunicarse por teléfono.
El contenido de esa llamada estremeció a su madre y a las autoridades. En diálogo con TN, Vanesa relató el impactante momento: “Me atendió y me pidió $10 mil”. Ante el pedido, su madre le respondió que no tenía esa cantidad para enviarle y le imploró: “Le pedí que me pasara la ubicación para ir a buscarla”.
Sin embargo, la conversación tomó un giro abrupto e inquietante. Después de un breve “esperá, má” por parte de Nahir, una voz masculina intervino en la llamada. Vanesa no pudo discernir si la voz pertenecía a un adulto o a un joven.
“No sé quién era. Desde ese momento no me volvió a atender”, expresó con profunda angustia la mujer. Este último y preocupante contacto se produjo el domingo a las 14 horas.
Desde entonces, el silencio es absoluto. No hubo más mensajes ni llamadas, lo que encendió las alarmas y refuerza la sospecha de que Nahir podría no estar actuando por su propia voluntad.
La causa se encuentra bajo secreto de sumario y es investigada por la Fiscalía de Instrucción N°3 de Villa Carlos Paz. Aunque el celular del joven con quien estuvo Nahir antes de desaparecer fue revisado, hasta el momento no surgieron elementos incriminatorios.
Vanesa Busto lanzó un ruego desesperado a la comunidad: “Lo único que quiero es que vuelva a casa. Está en peligro. Tiene que estar con su familia”. Mientras tanto, la búsqueda se intensifica en Córdoba y sus alrededores, y su historia sigue conmoviendo a toda la provincia, profundizando la preocupación con cada hora que pasa sin noticias de la adolescente.
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