El testimonio más descarnado de la brutal paliza que le dieron a Fernando Báez Sosa (19), lo dio esta mañana una joven de 17 años que se presentó de forma espontánea a dar testimonio en la Unidad Funcional de Instrucción Descentralizada N 6 de Villa Gesell.
La joven nació en La Plata, pero actualmente vive en el barrio Las Gaviotas en Gesell y esa noche fue con una amiga a un bar llamado Beerland, que se encuentra al lado del boliche Le Brique. Y cuando fueron a saludar a Charlie, un patovica del lugar, se encontraron con la pelea. Y de acá se desprende este tremendo testimonio que de comprobarse, casi que condena a Máximo Pablo Thomsen 20 años, rugbier, jugador del CASI.
“Fernando estaba en el kiosco de enfrente acomodándose la camisa. Dos chicos cruzaron y le pegaron una patada de atrás. Enseguida, se le sumaron tres chicos más. Ahí Fernando cayó al piso y le pegaron entre cinco. Empezaron a pegarle en la vereda y a patadas lo arrastraron hasta el cordón. ‘Le pegaban como si fuera una bolsa de papas’. En ese momento pasó una persona caminando y les dijo: ‘¡Dale, golpéalo, matalo!’. Entonces Máximo Thomsen lo tomó del cuello, lo levantó y dijo: ‘Quedate tranquilo que me lo voy a llevar de trofeo’”.
“Luego Máximo lo arrastró a Fernando hasta el cantero, lo apoyó de costado y le pegó una patada en la boca. Después de eso, no hubo más reacción. Fueron seis minutos en los que Thomsen y Ciro Pertossi (19) le dieron con todo y cuando lo dejaron, Fernando temblaba como una hoja. Una chica se le acercó a hacer RCP y estuvo como 15 minutos intentando reanimarlo pero no hubo caso, Fernando estaba muerto”.