Fue durante el verano, antes de que se interrumpiera la grabación de Separadas (eltrece), a raíz del aislamiento obligatorio como consecuencia del Covid-19, que terminó derivando esta semana en la suspensión definitiva del ciclo. Así le relataba Mariano Gastón Martínez (41) a GENTE un momento que guardará por siempre en la memoria y el corazón: cuando su hija Alma lo acompañó a grabar –en Polka, Don Torcuato– y lo vio trabajar por primera vez delante de cámara:
“La vez pasada –contaba entusiasmado–, por cuestiones de organización familiar debí traer a Almita (2). No me quedó opción, porque mi mujer (Camila Cavallo) iba a un casting, la madre de mis hijos mayores (Juliana Giambroni) salía de vacaciones, mamá andaba con cuestiones médicas y papá no podía… Admito que me preocupé”, señalaba. Y continuaba:
“Debía filmar siete escenas –¡un montonazo!– y la pioja aún es demasiado chiquita. Claro, se trata de trabajo: acá el tiempo es plata y cada jornada equivale a armar un rompecabezas. Te repito, vine preocupado… Hora después, apenas nos habíamos pasado de lo previsto. Gracias al apoyo y ayuda de los directores (Martín Saban y Sebastián Pivotto), que se bancaron las morisquetas de la enana en mi regazo antes de gritar ‘¡Acción!’ y de mis compañeros de elenco y los técnicos de Separadas, que juntos se convirtieron en tíos incondicionales, salimos airosos”, manifestó; antes de cerrar:
“Finalizada la movida, le cambié el pañal a Alma, le di de comer, subimos al auto, puse música y ahí caí con que mi hija menor me había visto grabar por primera vez. Y volví a comprender lo importante de disfrutar hasta de aquellos momentos de locura en los que sos un bombero apagando incendios. Disfrutar y agradecerlos, porque son enormes regalos. La vida tiene sus tiempos, y yo siento que entre otras cosas éste es, en mi vida, tiempo de agradecer”, completó emocionado uno de los intérpretes más prolíficos y exitosos del país.
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