La última eliminada del reality dialogó en exclusiva con GENTE sobre su paso por la casa más famosa de la televisión y reveló cómo es ahora su perspectiva desde afuera.
El domingo pasado todos los participantes de Gran Hermano quedaron sorprendidos con la salida de Mora Jabornisky, a quien creían una participante fuerte. Pero, por el contrario, la misionera se había ganado el odio de muchos televidentes por sus actitudes contra sus compañeros.
En diálogo con GENTE, la joven de 21 años reflexionó sobre su paso por la casa más famosa del país e intentó mostrar su verdadera cara. "Estoy muy bien. Pero no pude ver todo lo que pasó, más allá de los canales. Así que supongo que la semana que viene, cuando esté más tranquila, voy a ver bien mis cosas y analizar sabiamente todo", comenzó diciendo la tercera eliminada del reality show.
"Sinceramente, fue una experiencia hermosa. Por lo menos yo no me sentí encerrada, no sentía la necesidad de salir. Tampoco me afectaba mucho el tema de extrañar porque estaba mentalizada que eran cuatro meses y ya. Disfruté mucho mi estadía en la casa y los lujos que tenía. El patio, la cocina, la comodidad de los espacios, se nota que habían sido muy bien pensados para la cantidad de gente que éramos, por más que había un solo baño", dijo agradecida por la mega producción que tuvo la suerte de disfrutar.
En cuanto a su personalidad se definió como una persona "tranquila", a la cual le encanta hacer reír a los demás y que utiliza frecuentemente comentarios sarcásticos, que quizá el público no llegó a captar o entender. "Creo que siempre llevo conmigo mucho humor y sarcasmo, y capaz fueron esos los factores que hicieron que me vaya", afirmó.
Defendiéndose de quienes la tildaron de poco compañera admitió: "Siempre que veía gente triste en la casa me les acercaba e intentaba cambiarles el ánimo. Por ejemplo con Juan, yo no tenía mucha relación, pero cuando veía que se aislaba intentaba acercarle un mate, para tener alguna oportunidad de charlar con él si lo necesitaba".
- Sí, obvio. Lo único que sé de ellos es lo que vi ahí adentro y, en mayor o menor medida, me llevaba bien porque había que convivir. Sé que acá afuera somos todas personas distintas y me gustaría volver a conocerlos.
-Hablé con los dos. Ellos me mandaron mensajes apenas salí y súper bien. Marti me escribe cada vez que me ve en la tele, es muy copada. Pero bueno todavía me falta sentarme a charlar con ellos y conocerlos más.
-Obvio, soy team Tora. Esperemos que le quede un largo recorrido. Mis amistades ahí adentro de la casa fueron Nacho, que lo amo, Cata y la Tora. En general con todos los chicos tuve muy buen trato, pero voy a hinchar por mis amigos más cercanos.
-Le advertiría a la Tora que tenga cuidado con las cosas que dice, ya que realmente afuera es un programa totalmente distinto a lo que se vive adentro. Muchos afuera somos los malos de la película y adentro no nos vemos ni cerca así.
-Sí, no lo dudo. Tengo muchas ganas de volver y me encantaría que la gente me de una segunda oportunidad.
-Yo creo que principalmente le daría un súper abrazo a todos los que extrañé y entraría con el perfil bajo, con besos, abrazos, llanto y todo y después arrancaría a jugar, obvio.
Durante la semana en que Mora estuvo nominada, su familia comenzó a ser atacada en sus redes sociales con mensajes muy fuertes en su contra. Algo que la jovencita confiesa que llegó a afectarle mucho a su mamá, a su hermana y a su novio. "Se ponían muy mal, pero yo creo que una vez que salí y vieron que realmente estoy bien, les pude explicar un montón de situaciones y están más tranquilos", reveló.
Esta situación es la que hace que Mora tenga muchas ansias de reencontrarse con sus seres queridos: "Quiero abrazar a mi mamá y compartir charlas en las que no tenga que estar pensando y midiendo cada palabra. Quiero estar tranquila junto a mi gente, riéndome de la vida".
-Me encantaría trabajar con las redes. Me gusta todo el mundo de los streamer y creo que estaría bueno tener un lugar para hablar, desenvolverme y que la gente me conozca de verdad.
-Para mí, visto desde afuera, Agustín y Alfa. Ellos son a los que más cariño le tiene la gente, pero dentro de la casa la historia es completamente distinta.
-Esa división se creó afuera. Si bien a mí Coti me vota y demás, no había pelea ni bardo entre mujeres. De hecho, yo a las chicas las re quiero. Siempre hubo mucha buena onda, no hay tal separación ni tal pelea. No me molestó que Coti me haya hecho la espontánea. Visto desde adentro, obvio que sí, pero ahora desde afuera me doy cuenta que es parte del juego y está bien.
-A mi novio no hubo que contarle nada, con la relación abierta que llevamos confiamos mucho en el otro. La estrategia empezó por Martina que me dijo que las dos nos avivemos que se estaba formando un grupito ahí y propusimos romper la pareja. Pero era una cuestión de estrategia más que hacerle daño al otro. La idea era armar pica, pero nunca se llegó a hacer.
-Todas las cosas buenas. En este último tiempo dormía la siesta con Agustín, nos matábamos de risa, hablábamos, pero esas cosas no las pasaban. Siempre mostraron las peleas o cuando hacía caras feas o cosas así. Por eso siento que todo lo bueno que hice adentro de la casa no lo pasaban o la gente no lo quería ver, porque realmente desde adentro se hacía una lectura muy distinta. Nosotros creíamos que pasaban todo de todos. Por ende yo realmente pensé que en esta placa me quedaba, por lejos. Todos pensábamos que el más odiado de la casa era Agustín... pero no.