La joven fue víctima de violación cuando tenía 14 años y su caso forma parte del documental de una conocida plataforma. Su madre, quien confirmó la noticia, encontró su cuerpo.
Se suicidó Daisy Coleman, la joven que protagonizó el documental de Netflix Audrie & Daisy, donde narra el abuso sexual que sufrió a los 14 años. El cuerpo de Coleman, de 23 años, fue encontrado por su madre.
Fue la madre de Daisy, Melinda, quien dio a conocer al sitio TMZ que su hija se había suicidado el martes 4 por la noche. "Ella era mi mejor amiga y una hija increíble. Creo que hizo todo para que pensara que podría vivir sin ella, pero no puedo. ¡Ojalá pudiera haberle quitado el dolor! Ella nunca se recuperó de lo que esos chicos le hicieron y simplemente no es justo. Mi niña se ha ido", lamentó la madre de la joven en Facebook.
La joven había sido violada a los 14 años, en 2012, durante una fiesta en el estado de Missouri. Los responsables nunca fueron detenidos. En 2016 participó en el documental de Netflix que se centra en cómo Daisy y su familia lidiaron con el trauma de la agresión y el rechazo que sufrieron después de parte de su comunidad. La joven fue hostigada tanto en la escuela como a través de las redes sociales.
El documental también narraba la agresión sexual sufrida por Audrie Pott (en septiembre de 2012, en California). Audrie se suicidó 10 días después del ataque.
En enero de 2012, Coleman fue a una fiesta donde fue alcoholizada y abusada sexualmente por Matthew Barnett, de 17 años. La adolescente y su familia denunciaron el caso a la policía, pero Barnett fue liberado porque dijeron que no había evidencia suficiente. Después, Coleman fue víctima de acoso tanto cibernético como de sus vecinos, quienes la acusaban de “mentirosa”. La joven y su familia se mudaron de ciudad y ella intentó suicidarse dos veces.
Tras la noticia, la organización contra las agresiones sexuales SafeBAE, que Coleman cofundó junto a su hermano mayor, publicó un comunicado a través de las redes sociales.
En su Instagram, la organización dijo que estaban “devastados” por su muerte y que “habían sufrido una pérdida irremplazable (...) Nada la inspiró más que saber que podía ayudar a otros sobrevivientes y trabajar para prevenir la violencia sexual”, agregaron.