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¿Meghan Markle tiene una hija secreta? La disparatada teoría sobre la pequeña Ivy

Publicado por
rgalvez

Aseguran que la esposa del príncipe quiere ir a Estados Unidos para estar cerca de un niña a la que es muy apegada, lo que no cayó en gracia a la Familia Real.

Meghan Markle y el príncipe Harry no dejan de ser noticia.

Cuatro meses pasaron desde que se convirtieron en padres de Archie Harrison y, en las últimas horas, la Casa Real se ve convulsionada nuevamente por Meghan Markle.

Los rumores aseguran que el matrimonio ya analiza en ir a vivir a Estados Unidos para poder estar cerca de una pequeña llamada Ivy.

Desde que se casó con el Príncipe, la ex actriz estadounidense expresó su deseo de ser madre de muchos hijos, y que soñaba con una hija.

Lo cierto es que esa niña de la que todos hablan no es más ni menos que la hija de su mejor amiga, Jessica Mulroney, a la que Meghan considera como hija propia, de hecho, para Ivy, la duquesa es como su segunda mamá.

Ivy además fue una de las niñas que fueron parte de la corte de Meghan en su casamiento.

Inseparables

Tanto es el cariño que se tienen Meghan e Ivy, que el matrimonio real estaría considerando la posibilidad de irse a vivir a California, para que el vínculo siga creciendo y las mujeres puedan seguir unidas.

Según se supo, las jóvenes hablan todos los días vía Sype, se escriben cartas y se ofrecen tiernos y cariñosos regalos.

También se dice que Meghan es muy cuidadosa y respetuosa de la nena, y en ella pensó cuando decidió sumarse a la Familia Real.

A tal punto la respeta que aseguran que es uno de los motivos por los que decidió dar de baja a sus redes sociales, para proteger la privacidad de la menor junto con los hijos de sus otros amigos, que con frecuencia aparecían en su cuenta.

De mal en peor

Y con Yvy vuelve a surgir la idea de mudarse a Estados Unidos, no sólo para estar cerca de la niña, sino porque la tensa relación que mantiene con la Casa Real.

Según trascendió, la última discusión en la familia habría sido por la organización de las vacaciones a las que Harry y Meghan decidieron no asistir, argumentando que el pequeño Archie tiene sólo 4 meses para viajar.

Obviamente esta decisión no cayó en gracia a la Reina Elizabeth.