Con 33 años, la cantautora, productora, directora y empresaria norteamericana está causando todo un maremoto “swiftie” en el continente y los medios ya la califican como “la gran referente de la obsesión pop”.
Nieta de una cantante de ópera, Taylor Swift a los 12 años comenzó a componer canciones con su guitarra y a los 16 –luego de convencer a su familia para que se mudase a Tennessee, la tierra del country– conquistó su primer hit: Tim McGraw. Desde entonces ella, sus letras y sus melodías fueron evolucionando junto a su público, sus historias de amistades, amores, traiciones, superaciones e incluso pleitos judiciales, musicales y sociales que la llevaron a consolidarse como la artista consagrada que es hoy.
Porque lejos de mostrarse inaccesible, Taylor cantó sus dolores, sus sueños y sus reflexiones, y evolucionó, porque no hay dudas de que la niña que entonaba You belong with me tuvo que atravesar mucho para llegar a Look what you made me do, y debió desfragmentarse y volver a armarse para brillar hoy interpretando los trece temas que componen Midnight, su más reciente (y premiado) álbum. Sin dudas, su voz es la voz de una generación.
El martes 6 de junio más de tres millones de personas hicieron una eterna fila virtual en la página web de All Access con el fin de poder conseguir una preciada butaca en River Plate. Cabe destacar que habrían sido necesarias treinta y seis fechas en dicho estadio para satisfacer semejante demanda. Pero no, lejos de eso, fueron tres –el 9, 10 y 11 de noviembre–, y el frenesí resultó tal que trascendió las fronteras gracias a que medios internacionales como Bloomberg hablaron de la gigante oportunidad que representaba comprar los “baratísimos” tickets argentinos “debido al 100 por ciento de inflación” de nuestro país. A su vez, residentes de Perú, Colombia, Uruguay y Chile –sin fechas propias en sus países– también se sumaron a la frenética búsqueda de estos escasos tickets que oscilaron entre los 16 mil y los 155 mil pesos argentinos. Obviamente –como viene sucediendo en todo el mundo–, las entradas se agotaron en cuestión de horas.
Los “swifties” (como se hacen llamar los fans de Taylor Swift) no sólo van a cumplir el sueño de ver por primera vez sobre suelo latinoamericano a una de las artistas más trascendentes de las últimas décadas, sino que además disfrutarán de un recital sin precedentes.
En tres horas y quince minutos, la intérprete estadounidense va a entonar 44 canciones en una gira que invita a “un viaje a través de las eras musicales de su carrera” (de ahí el nombre). Además, mientras suenen los himnos de sus diez álbumes de estudio, ella lucirá 16 vestuarios diferentes –de firmas de la talla de Oscar de la Rena, Versace y Roberto Cavalli– y los asistentes podrán gozar de una puesta en escena sin igual con un esquema colorimétrico específico que alude a cada álbum de estudio. También habrá pirotecnia, brazaletes PixMod LED y proyecciones digitales masivas. De hecho, el medio británico The Daily Telegraph catalogó al show como “uno de los espectáculos musicales más ambiciosos, espectaculares y seductores que se hayan visto jamás”.
Quiero que los fans que vienen a mis shows y que compran mis álbumes sepan una cosa: ustedes son la relación más larga y más exitosa que haya tenido
Taylor Swift
Vivimos en un mundo en el que todos tiene el derecho de decir lo que quiera sobre vos, y en cualquier momento. Eso sí, acordate que también tenés el derecho de demostrar que están equivocados
Taylor Swift
Por Kari Araujo
Diseño de portada: Gustavo Ramírez
Fotos: Boca PR, Fotonoticias, EFE y redes sociales
Agradecemos a Renata Salsa y a Silvana Gómez Caje, de DF Entertainment