Hace no mucho tiempo atrás, Pamela David (43) pasaba largas jornadas de trabajo en los estudios de América TV ya que era la conductora del ciclo Desayuno americano, aunque también estuvo a cargo del ciclo de debate que surgió a raíz de Gran Hermano y más tarde estuvo a cargo de la conducción de Pamela a la tarde. Tanto tiempo frente a las cámaras hizo que sus hijos "le pasaran factura" por su marcada ausencia en el hogar familiar.
En ese contexto, la presentadora estuvo en A la tarde y allí recordó cómo fue la conversación que tuvo con su hijo Felipe donde tomó consciencia de la enorme cantidad de tiempo que le dedicaba al trabajo.
En el programa que conduce Karina Mazzocco, Pamela explicó que no le resulta cómodo hablar de sus hijos, Felipe (14) y Lola (9) ya que ellos no eligen la exposición mediática, aunque admitió que es lo más difícil para ella en relación a los jóvenes. “Es ponerles límites y sostenerlos, que de eso aprendí mucho con Daniel (Vila). Yo era como muy permisiva, y los límites fueron fundamentales porque empezás a ver el cambio enseguida y para bien”, argumentó.
En ese sentido, dijo que lamentaba dejarlos en casa para ir a trabajar. “Eso me lo reclamó hace poco Felipe, porque no estaba. Yo estudio astrología (…) y le pregunté si se acordaba a los siete u ocho años de mí. ‘No estabas nunca. Tranquila, igual, que no me traumé’, me dijo”, detalló la invitada a la vez que se tocó el corazón con ambas manos.
“Empecé a hacer cuentas y era verdad: hacía Desayuno, Gran Hermano la revancha, no paraba. Porque cuando hacía teatro y desfiles, y él era chiquito, lo llevaba, era como una extensión de mi brazo hasta que empezó a hablar y me dijo que no quería viajar más”, recordó.