Valeria Lynch reveló la mágica anécdota que experimentó su pareja Mariano Martínez con su mamá Tony

La reconocida cantante Valeria Lynch estuvo de visita en Noche al Dente, (América Tv), programa conducido por Fer Dente, donde además de cantar y hacer un largo repaso por su carrera, se animó a abrir su corazón y hablar de su vida personal. Durante la entrevista, la artista contó una sorprendente anécdota que vivió junto a su pareja, Mariano Martínez y dejó boquiabiertos a los espectadores.

"Un día me dijo 'soñé con tu mamá, que estaba muy contenta y tuve como una conversación larguísima'. El me decía 'le conozco la voz, se como habla tu mamá'. Y un día, estábamos en casa y el salió y fue a la cocina y cuando iba a entrar a la cocina la puerta se abrió sola, yo creo en las energías", comenzó contando.

"El sabía que era mi mamá y le dijo 'gracias', entró, buscó lo que tenía que buscar, se fue y cerró la puerta. Por momentos olemos a jazmines, y en mmi casa no hay en ningún lado, el olor es muy fuerte, se siente mucho el perfume y esa era la flor favorita de mi mamá, es hermoso, re loco", cerró la cantante.

PH, Podemos hablar: la dramática situación qué pasó Valeria Lynch con su novio Mariano Martínez

Valeria Lynch es una de las grandes cantantes de nuestro país. La indiscutida artista vive un gran presente profesional y personal por su relación con Mariano Martínez, el líder de Ataque 77 con quien está desde 2019.

Invitada a PH, Podemos Hablar (Telefe), la cantante relató una dramática situación que vivió junto a su novio. "Íbamos con Mariano y un amigo a comer. De repente un flaco se mete mal y Mariano le dice 'eh, pará' y nada más. El hombre reaccionó mal y empezó a perseguirnos", comenzó su relato.

Y agregó: "Al mejor estilo Hollywood empezamos a intentar liberarnos del tipo que estaba re loco. De repente frenamos en un semáforo, él estaba 3 autos atrás y se bajó. Mariano mete primera y sale por Libertador". Por último, Valeria reveló cómo terminó la historia: "Nos metimos al lugar donde íbamos a comer, nos quedamos en el estacionamiento con las luces apagadas. Lo veíamos al tipo pasar y yo tenía miedo porque el tipo no tenía límites".