Llegó al continente esta mañana, con lluvias torrenciales y fuertes vientos: las imágenes del desastre
A las 6:45 am de la Argentina, el huracán Sally llegó a Gulf Shores, una ciudad costera del estado de Alabama, con lluvias torrenciales y vientos de 169 kilómetros por hora, lo cual lo convierte en un huracán de categoría 2 en la escala Saffir-Simpson.
Con su llegada comenzaron las catástrofes: se inundaron las casas, los árboles cayeron sobre los techos, se cortó la energía, se derrumbaron muchísimas edificaciones y arrancaron los primeros rescates acuáticos, mientras todo el sur de Alabama y el noroeste de Florida y Mississippi se preparaba para su propio golpe.
El huracán, que se mueve a unos 4 km/h, también trajo marejadas ciclónicas en varias comunidades costeras y convirtió en ríos las calles de Pensacola.
De acuerdo con la Policía, "los fragmentos de escombros peligrosos se volvieron demasiado numerosos para poder enumerarlos". Además, desde el Servicio Nacional de Meteorología de Alabama exclamaron: "¡Sally es una pesadilla! Se mueve muy lentamente, por lo que sigue golpeando y golpeando y golpeando la zona con lluvia tropical y vientos poderosos".
En este momento, más de 260.000 personas se encuentran sin electricidad a lo largo de la costa del Golfo de México y se estima que provocará daños de 2.000 a 3.000 millones de dólares.
Desde las 13 horas de Argentina, el huracán bajó a categoría 1 y empezó a moverse un poco más rápido, 7 kilómetros por hora. Hoy pasará por el sureste de Alabama y el extremo noroccidental de Florida como huracán y el jueves, cuando caiga sobre la parte central de Georgia, ya estará degradado a tormenta tropical.
