Rodolfo "Rodo" Reich, figura central de la gastronomía y la comunicación, visitó Damajuanas –en el streaming Winexplorers, con Sol Tony y Sofi Maglione– para compartir su mirada sobre el disfrute y el consumo. Lejos de la solemnidad que a veces envuelve al mundo del vino y la alta cocina, Reich se propuso tender puentes hacia el público masivo; una filosofía que sostiene en su trabajo periodístico y en sus proyectos personales.
Una de sus herramientas más efectivas para lograr esa cercanía es su nueva cuenta de Instagram, @elrodelsandwich, dedicada exclusivamente a este plato universal. Esta cuenta nació de la necesidad de enfocar la conversación en un alimento que Rodo considera clave hoy: "El sándwich tiene algo que está buenísimo: es democrático, y eso me gusta".
Rodo explica que su cuenta personal suele ser "ecléctica" y, que a veces, muestra experiencias de alto perfil -vinos carísimos o viajes a Roma y Madrid- que pueden sonar "pedantes". Frente a esto, el sándwich ofrece un contrapunto sabroso y necesario.
Un plato para tiempos de crisis y con sabor asegurado
En un contexto socioeconómico complejo, el sándwich se consolida como una opción accesible y popular, sin resignar calidad. Incluso los más caros de Buenos Aires -que pueden rondar los $27.000, frente a comidas de $300.000- siguen dentro de un "mundo cercano, un mundo posible".
- Sabor vs. formalidad. El sándwich es fácil de comer y se adapta a todos los escenarios: barra, calle, estaciones.
- La revolución sandwichera en Argentina. Aunque nuestro país país tradicionalmente haya sido conservador en materia de sándwiches (basados en lechuga, tomate, fiambre o milanesa), la escena está cambiando gracias a la influencia de inmigrantes y cocineros que suman propuestas peruanas, estadounidenses o mexicanas.
- El fenómeno del lomito. Estrella en provincias como Mendoza y Córdoba -donde el lomito es el equivalente al chivito uruguayo-, Rodo lamenta su escasez en Buenos Aires, a pesar de la gran calidad de la carne argentina.
El libro íntimo: una mirada sin filtros
Además de la cuenta viral, Rodo presentó su nuevo libro que se diferencia de sus títulos previos centrados en productos (como quesos y charcutería). Este nuevo trabajo es "mucho más personal". Si bien toca temas clásicos como el vino, el asado y la pasta, lo hace desde una perspectiva propia.
Con periodismo, Reich desafía los lugares comunes de la gastronomía. Un ejemplo de esto es un capítulo dedicado al 'pan con manteca', un plato que le evoca recuerdos de su niñez y una cierta liturgia de restaurante, pero que también usa para desplegar su mirada crítica: "Yo me peleo con lo de las abuelas cocineras, diciendo que muchas veces es mentira; es más bien una imaginación de la gente que cocinan bien". Esa franqueza -presente también en su clásica sección radial "Bueno, Bonito y Barato"- sostiene una intención casi política: democratizar el disfrute.
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