Día Mundial del Linfoma: cómo detectar los signos de alerta y cuáles son sus síntomas – GENTE Online
 

Día Mundial del Linfoma: cómo detectar los signos de alerta y cuáles son sus síntomas

Cada 15 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Linfoma con el propósito de incrementar el conocimiento sobre este tipo de cáncer y la posibilidad de reconocer sus síntomas para lograr un mejor pronóstico de los casos.
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El Día Mundial del Linfoma se conmemora cada 15 de septiembre gracias a una iniciativa de la Lymphoma Coalition, la red mundial de grupos de pacientes que brindan apoyo a quienes padecen linfomas, con el propósito de incrementar el conocimiento sobre este tipo de cáncer y la posibilidad de reconocer sus síntomas para lograr un mejor pronóstico de los casos.

Cada año alrededor de 4.000 personas son diagnosticadas con linfoma en Argentina, el linfoma es un tumor que se caracteriza generalmente por el aumento de tamaño de uno o varios ganglios linfáticos en algunas zonas del cuerpo como el cuello, las axilas o las ingles. En el último año, hubieron 1.620 muertes en el país a raíz de esta enfermedad y por ese motivo se posicionó en el puesto 12° dentro de los distintos tipos de cáncer que más muertes generaron.

Cómo reconocer signos de alerta de linfoma

Los signos para alertarse sobre este tipo de cáncer son: fiebre, sudoración por las noches, cansancio inusual, pérdida de peso, complicaciones al respirar, picores persistentes sin lesiones notables y aumento del perímetro abdominal.

Actualmente existen más de 60 tipos de Linfoma, que dependen del tipo de células inmunes afectadas, y es necesario conocer con exactitud a qué nos enfrentamos para obtener el tratamiento adecuado. Si bien los signos no son específicos, dado que pueden confundirse con otras enfermedades, es importante recurrir al médico ante cualquier sospecha.

Linfoma.

Cuáles son los síntomas de linfoma

El síntoma principal de este tipo de cáncer es la presencia de un bulto que no causa dolor, en el cuello, las axilas o la ingle. Por eso, se recomienda que ante cualquier alteración física se acuda al médico especialista de forma inmediata.

El tratamiento que se utiliza para esta patología es la quimioterapia y/o radioterapia, además de la imnunoterapia en la que se utilizan anticuerpos monoclonales. Esto, ha permitido que en los últimos años mejoraran las tasas de supervivencia y la reducción del progreso de la enfermedad.

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